La plataforma de periodismo de datos La Tabla publicó una serie de mensajes en Twitter donde muestran varias teorías para dar con el trasfondo del por qué varias páginas web dedicadas a la promoción de la sedición y el bloqueo total contra Venezuela, así como para intentar darle músculo a la decaída figura impuesta de Juan Guaidó, se dedicó durante el fin de semana pasado a viralizar una «noticia» en el que se había abierto un concesionario «nuevo» de la marca italiana de automóviles de lujo Ferrari en Caracas.

En realidad la noticia es falsa, pues la supuesta entrada de Ferrari al país data de hace casi 70 años. La empresa creada en Maranello, Italia, por Enzo Ferrari en 1947, ha estado en Venezuela desde 1952. De hecho, Venezuela fue uno de los primeros países fuera de Italia en el cual la firma estableció presencia oficial. La primera unidad llegada al país fue un coupé 195 Inter, adquirido por el empresario Enzo Panchetti y entregado en Caracas en 1952.

Pero entonces, ¿por qué varios medios aliados a Guaidó dicen que es un concesionario nuevo y da la idea que los únicos que se beneficiarán de este local de automóviles son gente del Gobierno?

La Tabla explica que «un conjunto de datos demuestran que este fake new (noticia falsa) fue deliberadamente diseñado y su motivación, más que política, es de carácter empresarial».

«¿Cómo se originó y en qué derivó la falsa información sobre el supuesto nuevo concesionario de Ferrari en Las Mercedes? (…) El primer canal para posicionar la información fue la cuenta del politólogo José Vicente Carrasquero, @botellazo, que el 13 de enero publicó un mensaje con tres imágenes render o generadas por computadora mostrando el showroom. Sin embargo las presentó como si fueran fotografía reales», explica La Tabla.

Luego el portal dedicado a la investigación indica que «dos días después» de la publicación del portal de Carrasquero, «el portal web Caraota Digital publicó en su página una nota informativa dando cuenta de la apertura del concesionario Ferrari y formulando señalamientos críticos a partir de la comparación del costo de los vehículos con la situación socio-económica del país».

«La página cuyo alcance es importante gracias a una activa campaña de promoción y la contratación de reporteros estrellas ligados con la televisión, fundamentó su publicación en que la página de los dealer de Ferrari indicaba que la sede en Caracas estaba en la avenida Jalisco de Las Mercedes. Sin embargo, llama la atención que la ilustración de la noticia fue una fotografía de un concesionario Ferrari de Madrid, en Santiago, y la nota posteriormente fue actualizada con el fin de proyectar la ‘reacción de las redes’, que fue provocada por la misma publicación», añade el análisis de La Tabla.

Así, estos medios lograron que «la historia del concesionario, con la palabra Ferrari, finalmente se posicionó desde la madrugada del sábado y alrededor del mediodía se colocó en el primer lugar de las tendencias en Twitter, donde se mantuvo hasta este domingo en la mañana».

«La exposición del hecho desde el primer momento se interpretó como una muestra de la corrupción del chavismo. Sólo los ‘enchufados’ (empresarios favorecidos por contratos públicos) podrían hacer una inversión con esas característica o adquirir los costosos automóviles italianos», agrega el portal de investigación.

Entre las hipótesis para viralizar esta noticia que en el mejor de los casos es tergiversada y manipulada, porque lo «nuevo» en realidad es el cambio de local desde Altamira, lugar donde funcionaba el antiguo concesionario hasta hace 4 años, hasta Las Mercedes, donde abrieron nuevamente la muestra de vehículos y que ya operaba un centro de atención para servicios mecánicos, es que con eso se trató de esconder la decisión del juez estaounidense Leonard Stark de autorizar la venta del centro de refinerías Citgo —perteneciente a PDVSA— en Estados Unidos, para «indemnizar» a la minera canadiense Crystallex.

La venta de Citgo para beneficiar a Cystallex guarda estrecha relación con el clan sedicioso que gira en torno a Juan Guaidó, y que es el mismo que promociona el robo de los bienes y recursos de Venezuela en el extranjero, entre ellos Citgo, secuestrada desde 2019 por Estados Unidos y la farsa Guaidó.

«Una primera hipótesis (la ‘oficial’) explica que el objetivo del fakenew era ‘esconder’ la decisión de un tribunal de EEUU de autorizar la venta de Citgo para pagar ‘deuda’ de 1.400 millones de dólares con la minera Crystalex. Así se buscaba proteger la ‘reputación’ de los responsables», es decir, Guaidó y compañía.

Agrega La Tabla que «una segunda hipótesis pudiera sustentarse en el hecho de que el principal accionista de Caraota Digital, Jean Carlos Paredes, también tiene intereses en el sector de venta de automóviles a través de una compañía o marca conocida como ‘Compra el carro Venezuela».

«Hay una tercera opción que apunta a lograr el efecto ‘Allá va el ladrón’: es decir, señalar a otro de los propios ‘defectos’ y así evitar ser objeto de escrutinio y cuestionamiento de los públicos allegados», subraya La Tabla en Twitter, donde anuncia que continúan haciendo investigaciones sobre el caso.

(LaIguana.TV)