La dependencia tecnológica apunta a que cada vez más usemos las redes sociales para apuntar a la entrega de anhelos y deseos, que son aprovechados por la big data o el algoritmo personal para ofrecerle al usuario ofertas, convirtiendo a los humanos en productos.

Así lo explicó la periodista Naile Manjarrés en un su programa Entre Líneas para LaIguana.TV, donde además ofreció las reflexiones contemporáneas del uso de las redes sociales y su capacidad monopólica de la información, en esta era en la que los grandes señores del internet se disputan cada vez más quién puede irrumpir en el pensamiento de los cibernavegantes.

Los nuevos señores feudales o monopolios como Facebook, Apple, Amazon y Google, toman datos de las conversaciones, fotografías y videos que compartimos para saber qué productos estás deseando para tu momento determinado, bombardeando el celular del usuario con publicidad que se amolda a su necesidad.

El escritor y especialista Evgeny Morozov viene desde 2009 advirtiendo sobre estas posibilidades, donde la ambición de las compañías que están en el Sillicon Valley de poder dominar los terrenos de la infinitud de la internet era posible.

Las redes sociales están vigilando a sus usuarios con el fin de ofrecer publicidad, que es pagada por distintas industrias que están atentas para captar clientes potenciales. Solo basta con imaginar compartir una fotografía del desayuno, y que inmediatamente empiecen a llegar al teléfono publicidad de cereales, frutas y productos de alimentos mañaneros, o tal vez recetas de dietas del algún instructor. Así funciona ese algoritmo, que no solo ofrece soluciones sino transforma deseos y muestra novedades sobre necesidades individuales.

(LaIguana.TV)