Una venezolana que actualmente vive y trabaja en España tuvo que recurrir a la red social Twitter para denunciar las injusticias, maltratos e intimidaciones que ejecutan contra ella los administradores y propietarios de Clínicas DH, un centro que se dedica a «tratamientos avanzados en medicina estética» que no ha cumplido con los compromisos laborales y salarios de esta ciudadana inmigrante.

La venezolana identificada en Twitter como Ani Acuna explicó a través de una serie de tuits todo lo que ha sufrido por parte de este centro estético, que asegura que las acusaciones de su trabajadora, quien ahora sufre de migrañas, crisis de ansiedad, depresión son infundadas e injustificadas.

«No quería llegar a esto pero me veo obligada a contar cómo la empresa en la que trabajo no me paga y cómo intentan intimidarme para que no diga nada. Primero les cuento que soy venezolana y vine a España con 21 años, porque necesitaba trabajar para mantenerme y para ayudar a mi familia que depende de mí», escribió Ani.

Luego colocó: «Esta es la historia de mi primer trabajo estable en Madrid: Estuve buscando trabajo y conseguí este en Clinicas DH,que es una clínica médico-estética, como recepcionista, asistente, técnico de láser, auxiliar y todo lo que hiciera falta, cubriendo yo sola el puesto que antes era de dos o tres personas. Siempre he cuidado la clínica cómo si fuera mía, haciendo todo lo posible para que funcionara bien. También los jefes me hacían estar horas extras que dijeron que me iban a pagar y nunca lo hicieron».

«Desde el principio han pagado con retraso de muchos días, lo cual me afectaba porque no podía pagar el alquiler de mi casa, ni mi comida, ni mis servicios, ni mis gastos personales, además he tenido que pagar penalizaciones por los recibos devueltos que no pude pagar a tiempo. Mucho menos he podido ayudar a mi familia justo cuando lo necesitaban. Cada mes, cuando se retrasaban con el pago muchos días yo pedía que por favor me pagaran y los llamaba y les explicaba que realmente lo necesitaba, a veces me hacían el “favor” de darme una parte del sueldo», agregó.

«Ha llegado un punto en que no me pagan, me tienen en una situación irregular desde hace meses, he pedido explicaciones y soluciones, pero me ignoran. Tampoco me han enviado ninguna nómina desde hace más de un año (y las he pedido muchas veces)».

«Todo está situación laboral me ha causado mucho estrés, crisis de ansiedad y depresión, lo que ha llevado a que perdiera 7kg, tenga migrañas y no pueda dormir. He tenido muchas citas médicas y han decidido darme pastillas anti depresivas y darme la baja por enfermedad», denuncia Ani.

La migrante venezolana resalta que ella aún sigue como contratada en esta empresa. «Me han bloqueado de nuestros medios de comunicación habituales, he intentado hablar con ellos desde hace meses y no me responden, he contratado a una abogada y tampoco le responden a ella. No me ha quedado más opción que demandarles».

«Aún así sigo sin recibir respuesta a mis preguntas, ni el dinero que me deben por haber trabajado todos estos meses. Tampoco cumplen su obligación de informarme de mi estado laboral, ni me ayudan con su silencio», resalta Ani.

«Soy una inmigrante que ha venido a España a trabajar y solamente pido que se cumplan mis derechos y sus responsabilidades, que me paguen mi sueldo, que me envíen mis nóminas y no afecten ni a mi situación ni a mis papeles. Que dejen de aprovecharse de chicas que necesitamos y queremos trabajar para poder vivir, que no jueguen con nuestra comida y nuestra salud. Que sean responsables y valoren a sus trabajadoras que somos quienes damos la cara al público y hacemos posible que funcionen sus clínicas», subrayó.

Ani luego agrega que ha recibido amenazas privadas, tanto ella como otras personas afectadas por la misma situación, por denunciar estas irregularidades que sufren en dicha empresa.

«Les he dejado un mensaje público junto a los testimonios de otras personas afectadas por la misma empresa y hemos recibido coacciones/amenazas privadas y públicas pidiendo que eliminemos nuestros relatos», resaltó.

«Yo doy la cara porque no les tengo miedo y cuento mi historia para que todos sepan lo que nos está pasando. Si lo comparten nos ayudan a hacerlo viral y a frenarlo. Muchas gracias por el apoyo», escribió Ani, quien luego colocó una captura de la respuesta dada por el centro estético donde aseguran que la demanda la han interpuesto ellos por las injurias escritas por la venezolana.

(LaIguana.TV)