Fernando dos Santos Araújo, uno de los superviviente de la masacre de Pau D’Arco en 2017, durante la que murieron 10 campesinos sin tierra en ese municipio del estado de Pará, fue ejecutado este martes con un tiro en la nuca mientras se encontraba en su parcela.

Fernando había entrado en el programa de protección de testigos tras la masacre, pero decidió afrontar el riesgo y regresar a Santa Lucía. «Ya hemos pagado por este terreno. Con nuestra sangre», dijo en aquella oportunidad.

Hasta el momento se desconoce los autores del hecho, y no ha trascendido siquiera que las autoridades se encuentren en conocimiento oficial del hecho. Ninguna información sobre investigación de ningún tipo ha sido emitida.

El 24 de mayo de 2017, una treintena de policía y oficiales de la Comisaría de Conflictos Agrarios (DECA) asaltaron el asentamiento de campesinos sin tierra en la finca Santa Lucía, en el municipio paraense de Pau D’Arco, que estos ocupaban desde hacía unos seis meses.

Según el testimonio de los sobrevivientes, entre los que se encontraba dos Santos Araújo, los uniformados abrieron fuego al avistar a los campesinos, cometiendo durante la acción brutalidades para incrementar el sufrimiento de las víctimas, tales como golpearlos antes de balearlos.

Fueron 10 los trabajadores que resultaron fallecidos, 9 hombres y una mujer. Posteriormente, la justicia imputó cargos contra 15 de los participantes en el tiroteo, sin que ninguno haya sido enjuiciado hasta la fecha.

(teleSUR)