El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que hay que aprender a vivir con el coronavirus, que, a su juicio, seguirá siendo un problema a futuro.

«Este problema con el covid-19 seguirá siendo de por vida. Lamentamos las muertes, pero tendremos que aprender a vivir con él», manifestó el mandatario durante su acostumbrada transmisión en vivo de los jueves.

En su mensaje, enfatizó: «Tenemos que volver a vivir, sonreír, bromear, jugar, volver a los estadios de fútbol cuanto antes, con menos, 20 % o 30 % de la capacidad. Tenemos que volver a vivir, cuidando a los ancianos, que tienen comorbilidades».

El mandatario volvió a defender la apertura de la economía e instó a los gobernantes regionales a abandonar las restricciones impuestas para frenar los casos de contagios, puesto que, opina, esto resultará en un aumento de las muertes por depresión, suicidio y otras enfermedades.

«No podemos destruir los trabajos con cierres, como lo hicieron en Sao Paulo y Belo Horizonte. Esto conduce a la depresión, la desesperación, el suicidio», consideró.

No más ayuda de emergencia

El mandatario descartó, además, que haya un nuevo desembolso para continuar con las ayudas de emergencia por la pandemia a los más necesitados.

«Lo siento, la gente quiere que continúe, eso romperá Brasil. Llega la inflación, la economía descontrolada, el desastre después de eso y todos pagarán caro. Y tenemos que trabajar», dijo.

Desde abril de 2020, el gobierno proporcionó una ayuda monetaria a unos 67 millones de brasileños. Durante cinco meses fue de 600 reales (unos 111 dólares) y desde septiembre se prorrogó hasta diciembre reduciéndola a la mitad.

Hasta este jueves 28 de enero, Brasil registraba 9.058.687 casos positivos de coronavirus y las muertes ascendían a 221.547.

En las últimas semanas, los sistemas sanitarios de los estados de Amazonas y Rondonia han colapsado, obligando a las autoridades a derivar a los pacientes a otras entidades del país.

La vacunación

En la transmisión en vivo, Bolsonaro se mostró optimista por la vacunación en el país.

«Siempre dije: ‘después de pasar por Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria), compramos la vacuna, no importa de dónde venga'», manifestó el mandatario.

La vacunación en Brasil comenzó con la vacuna CoronaVac, desarrollada por el laboratorio chino Sinovac en asociación con el Instituto Butantan de Brasil, en Sao Paulo. Este terminó siendo el primer inmunizador en el gigante sudamericano, pese a que el año pasado el mandatario aseguró que no compraría este fármaco de China en particular.

Al país también han llegado 2 millones del fármaco de AstraZeneca-Oxford.

(RT)