El multimillonario ruso Arkadi Rotenberg aseguró ser el dueño y beneficiario del palacio en el cabo Idokopás, en la costa rusa del mar Negro. En una reciente publicación, el bloguero opositor Alexéi Navalni había acusado al presidente ruso, Vladímir Putin, de ser el verdadero propietario del complejo. El mandatario negó relación alguna.

En una entrevista con Mash —el mismo portal que anteriormente logró filmar el territorio de la mansión—, el magnate Arkadi Rotenberg afirmó que «esto ya no es un secreto».

«Soy el beneficiario. Fue bastante difícil de construir. Hubo muchos acreedores, pero logré convertirme en el beneficiario. Es todo un hallazgo. Es un lugar increíble», declaró. 

Añadió que busca convertir la enorme mansión en un hotel de apartamentos que podría abrir sus puertas en los próximos dos o tres años.

Rotenberg subrayó que le gusta el negocio hotelero y que es propietario de varias construcciones en el Lejano Oriente y en Crimea. Agregó que iba a anunciar la noticia una vez que se finalizase la construcción de la finca.

Rotenberg, cuyo patrimonio neto se estima en 2.800 millones de dólares, es propietario de grandes compañías rusas como Mostotrest (el 94,2%), el banco SMP (el 50%) o la empresa TPS Avia que opera el aeropuerto moscovita de Sheremétievo (35%). Asimismo, es presidente de la junta de la Federación Rusa de Hockey sobre Hielo y un antiguo compañero de judo del presidente Putin.

La investigación de Navalni

El 19 de enero, el bloguero opositor Alexéi Navalni publicó una investigación sobre el palacio ubicado en la costa de Gelendzhik, acompañada de numerosas ilustraciones gráficas. Acusó al presidente ruso, Vladimir Putin, de ser el propietario de la residencia. 

El mandatario, por su parte, aseguró que la finca no le pertenece a él ni a su familia. Cree que Navalni se aprovechó del momento para «hacer un montaje y lavar el cerebro a los ciudadanos».

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que todas las propiedades del presidente de Rusia se especifican en la declaración que se publica anualmente. También tachó la investigación de Navalni de «pura tontería». En otra rueda de prensa, sostuvo que el palacio es propiedad de uno o de varios empresarios, que el Kremlin «no tiene derecho a revelar los nombres de estos propietarios» y que no lo iban a hacer porque «sería simplemente incorrecto».

«El mundo es mucho más diverso que un palacio privado», añadió. 

Según los datos públicos, entre los antiguos propietarios de la finca figuran el emprendedor y copropietario del aeropuerto de Sheremétievo Alexandr Ponomarenko —que adquirió la finca en 2011 por unos 350 millones de dólares— y el propietario de la bodega Abrau-Dursó Borís Titov. Parte del territorio también parece pertenecer a uno de los 200 rusos más ricos, el exdiputado Serguéi Shishkariov. 

En cuanto a las restricciones aéreas a las afueras de Gelendzhik, también mencionadas en la investigación del bloguero, no se deben a la presencia de infraestructuras protegidas o vigiladas en la zona, según el propio Kremlin, sino de un supuesto «aumento de la actividad de la inteligencia de varios Estados limítrofes, incluidos miembros de la OTAN, en el territorio donde se encuentra el puesto fronterizo del Servicio Federal de Seguridad (FSB) para la región de Krasnodar», informó el FSB al medio RBC. La zona de exclusión aérea en el área fue establecida por orden del Ministerio de Transporte el 24 de julio de 2020 y no prohíbe el paso de barcos en la zona del cabo Idokopás, donde está ubicado el palacio.

(Sputnik)