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Martin Lustgarten, el austríaco-venezolano acusado en Estados Unidos de lavar hasta $100 millones del narcotráfico, también tuvo problemas con la justicia en Venezuela, donde se vio implicado en el sonado asesinato de una asesora de finanzas dentro de un auto deportivo. El socio de la asesora también había sido asesinado cuatro días antes.

 

Según fuentes policiales venezolanas e informes de prensa, Lustgarten emergió como sospechoso en la investigación de los asesinatos de Ivonne Milanés y de su socio Antonio José Moros.

 

Ambos fueron asesinados en febrero del 2006 por agentes de la policía contratados como sicarios.

 

Un informe de la ONG de los derechos humanos PROVEA señaló que Milanés fue encontrada muerta tras recibir varios tiros dentro de su auto BMW, modelo Z4, en el estacionamiento de la Torre Kira, en Caracas, mientras que su socio había sido víctima de un atentado con armas de fuego, cuatro días antes en la localidad de la Colonia Tovar, 75 kilómetros al oeste de Caracas.

 

Persona de interés

Las investigaciones realizadas por agentes de la policía científica de Venezuela (CICPC) catalogaron a Lustgarten como persona de interés, luego que los familiares de las víctimas le señalaran como posible autor intelectual del crimen, dijo una fuente familiarizada con el caso que habló con el Nuevo Herald en condición de anonimato.

 

La presunta participación de Lustgarten en los crímenes fue reseñada por varios medios de comunicación venezolanos, incluyendo el portal de noticias Aporrea.com.

 

“A Martín Lustgarten se le señala como presunto autor intelectual del asesinato de la asesora de finanzas Ivonne Milanés (42) y de su socio Antonio José Moros (42), hecho que conmovió a la opinión pública venezolana”, público el portal en el 2006.

 

El abogado de Lustgarten en Estados Unidos, Nathan Philip Diamond, se encontraba el jueves de viaje y no pudo ser contactado para comentar sobre este artículo.

 

Lustgarden, quien residía entre Panamá y el sur de Florida, fue arrestado el mes pasado y trasladado a Boston para enfrentar cargos bajo sospecha de que operaba “una compleja red de compañías extranjeras” que se presentaban como financistas de operaciones de comercio exterior para encubrir “transferencias ilegales de dinero”, según documentos presentados en una corte federal en Florida.

 

Cuentas bancarias en cinco países

De acuerdo con la orden de detención emitida por la corte, Lustgarden y el residente de Nueva York Salomón Bendayan utilizaron cuentas bancarias abiertas en al menos cinco países para presuntamente “lavar entre $40 millones y $100 millones para los carteles de la droga y organizaciones paramilitares de América del Sur”.

 

Para ese fin, los acusados presuntamente operaban empresas que aparentaban ayudar a compañías legítimas en Venezuela a superar las dificultades impuestas por los controles cambiarios del gobierno.

 

Pero el verdadero objetivo de la red era “ganar substanciales sumas de dinero en el mercado negro venezolano”, vendiendo “dólares obtenidos de fuentes ilegales, incluyendo recaudos del narcotráfico”, explica la acusación presentada contra Lustgarden y Bendayan.

 

Pero sus problemas con la justicia se remontan a hace nueve años.

 

“Al empresario Martín Lustgarten, a quien se le señala como presunto autor intelectual del asesinato de la asesora de finanzas Ivonne Milanés (42) y de su socio Antonio José Moros (42), declaró el pasado lunes 20 de marzo ante el despacho de la División contra Homicidios del Cicpc, según informaron fuentes de ese despacho”, reportó el diario La Voz el 28 de marzo del 2006.

 

Otro artículo, publicado por El Universal el mismo mes señaló que tres personas habían sido arrestadas en conexión con los asesinatos, incluyendo al cabo de la Policía Metropolitana de Caracas, Rafael Ochoa.

 

En busca de los asesinos

Los investigadores también se encontraban en ese momento tras la pista del sargento de la Policía Metropolitana Juan Luis Yurden, quien presuntamente contactó a Ochoa para que contratara a los sicarios, añadió el diario.

 

“Tanto Milanés como su socio Moros Casique fueron asesinados por venganza, pues según las autoridades ambos presuntamente se dedicaban a negocios irregulares y tomaron parte de un dinero que no cancelaron, por lo que los mandaron a matar con las personas que ahora están detenidas”, reportó El Universal.

 

“Los investigadores preparan varios allanamientos, ya que Yurden después que estaba a la orden de su comando, aparentemente, decidió desertar por lo que no volvió a la Comandancia General de la Policía Metropolitana en Cotiza, luego de saberse descubierto”, añadió.

 

Según El Universal, los sicarios cobraron 70 millones de bolívares viejos [70,000 de los actuales] para matar al hombre y del doble para asesinar a la mujer.

 

“Se informó que Ivón Jean Milanés Oliveros mantenía una deuda con unas personas y fueron éstas quienes la mandaron a matar”, reportó El Universal.

 

“Los detectives del Cicpc refieren que la asesora de inversiones había sido amenazada de muerte al igual que su socio. Trascendió que ella tenía plazo hasta el pasado lunes para pagar, pero el día martes le dieron muerte. En su oficina los detectives hallaron una cantidad significativa de dólares y euros”, agregó el diario.

 

Los diarios venezolanos no reportaron cómo fue que Lustgarten salió de Venezuela, pero el empresario apareció posteriormente en Panamá desde donde operaba distintas empresas, incluyendo algunas que fueron citadas por la Corte de Massachusetts como parte de su red de lavado de dinero.

 

(Elnuevoherald) 

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