«La muerte de ‘Marihuano’ es como si se le hubiera amputado la mano derecha a ‘Otoniel’, el máximo jefe del ‘Clan del Golfo», aseguró a EL TIEMPO uno de los oficiales que estuvo desde Necoclí, Antioquia, base de la operación Agamenón II, direccionando la actividad que llevó a que este domingo, sobre el mediodía, fueran abatidos Nelson Darío Hurtado Simanca y tres de sus lugartenientes.

Hurtado o ‘Marihuano’ fue sorprendido por un grupo de los ‘Comandos Lobos’ de la Policía, en la vereda Buenavista, zona rural de Riosucio en Chocó.

«Se sostuvo un combate en el lugar con ‘Marihuano’, quien se movilizaba con un pequeño grupo de hombres. Lo interceptamos en uno de sus corredores de movilidad, y se decidió actuar sobre el terreno», señaló el oficial.

De hecho, en Medicina Legal se encuentran -para su identificación- los cuerpos de las tres personas que murieron en el sitio junto a ‘Marihuano’, entre ellos, el de una mujer quien se cree que era su compañera sentimental.

‘Marihuano’, de 49 años de edad, fungía como segundo al mando del ‘Clan del Golfo’, la red de narcotraficantes más grande del país. La fuente consultada por este diario señaló que el hombre movía al mes seis toneladas de cocaína pura hacia mercados de Centroamérica, Estados Unidos y Europa.

‘Marihuano’, por quien se ofrecían 500 millones de pesos por información que permitiera su ubicación y captura, le reportaba a la organización criminal «cerca de 20 mil millones de pesos mensuales», aseguró el investigador.

Se sostuvo un combate en el lugar con ‘Marihuano’, quien se movilizaba con un pequeño grupo de hombres. Lo interceptamos en uno de sus corredores de movilidad y se decidió actuar sobre el terreno.

«Al mes lo visitaban entre 2 y 3 mujeres prepago. Las mandaba a traer desde Medellín y Montería y les pagaba entre 10 y 30 millones de pesos. Era como su propia red de prepagos», aseguró el investigador.

De acuerdo con el oficial, esta fue una de las aristas que le permitió al equipo de inteligencia trazar una línea de movimientos y rutas del capo del narcotráfico, a lo que se sumo el trabajo de campo.

Ese trabajo de campo se centró en infiltrar personal, ya que ‘Marihuano’ siguiendo los lineamientos del ‘Clan del Golfo’, no utilizaba medios electrónicos para comunicarse, lo hacia a través de correos humanos. Así se lograron establecer quiénes lo visitaban o se reunían con él, logrando otro campo de acción para infiltrarlo.

«Los Comandos llevaban varios días infiltrados en la selva, le seguían el rastro. Analizaban lo que encontraban a su paso, ¿qué había comido, que había tomado, dónde había dormido? Y así le cerraron el paso. Esta fue una operación artesanal que contó con la inteligencia humana, el instinto de los Comandos que les permitió reaccionar en terreno, sin dudar», resaltó el oficial.

Señaló el investigador que toda la operación contó con el apoyo y coordinación de la Brigada 17 del Ejército Nacional que en la noche de este domingo sostuvo varios combates con los hombres del ‘Clan del Golfo’.

‘Marihuano’, un narco en expansión

Desde hace dos años, la captura o neutralización de ‘Marihuano’ se había convertido en un reto para la Policía, por eso, le venían haciendo un vasto trabajo de inteligencia que permitió determinar que el hombre, que contaba con una trayectoria criminal de más de 26 años -era desmovilizado del Bloque Centauros de las Auc-, tenía como meta expandir la comercialización de cocaína hacia Italia, Holanda y Bélgica.

‘Otoniel’ lo envió desde 2018 a Chocó para fortalecer el negocio de la coca y librar una guerra territorial con el Eln. ‘Marihuano’ logró concretar su poder en zonas rurales de Acandí, Ungía, Riosucio y Carmen del Darién en Chocó.

Dos hombres, exparamilitares, podrían ocupar el puesto de ‘Marihuano. «Estarían ‘Chiquito Malo’ o ‘Siopas’, eso depende de cuál de los dos es de confianza de ‘Otoniel’, pero por su perfil criminal son los más posibles sucesores y obviamente, nuestros nuevos objetivos», sentenció el oficial de la Policía.

(eltiempo.com)