Ricardo Meléndez, un joven venezolano de 19 años, que ingresó a Chile caminando, fue deportado junto a al menos 138 personas más, el pasado miércoles 19 de febrero, tras tenerlo retenido durante cinco días en un refugio sanitario al norte del país.

En una entrevista telefónica que le ofreció a un portal de noticias internacional, Meléndez relató lo sucedido durante su viaje caminando, en el que tenía como fin reencontrarse con su hermano mayor, a quien tiene tres años sin ver.

El joven venezolano cruzó 4 países, estuvo un año y medio en Colombia y el pasado 8 de enero comenzó su rumbo, pasó por Lima (Perú) y continuó camino hasta Bolivia, hasta que el 30 de enero llegó a Colchane, al norte de Chile, donde se encontraban una gran cantidad de venezolanos.

“Me dijeron que uno se podía ‘autodenunciar’ con los carabineros y ellos te daban el apoyo para llamar un autobús y llevarte a un refugio. Decían que era la manera legal para las personas que estuvieran entrando de forma irregular el país. Me autodenuncié el lunes pasado. Entregué los documentos y firmé un libro donde quedaba registrado”, puntualizó el joven venezolano.

Tras este procedimiento, él y los demás migrantes fueron trasladados a Iquique (en el noroeste de Chile), a un refugio sanitario, donde la Policía de Investigación de Chile (PDI) le indicó que crearían un registro de los venezolanos para darles el pasaporte sanitario y un carnet de movilidad.

Sin embargo, Meléndez cuenta que más tarde “nos llamaron a todos, nos sentaron y nos pidieron los documentos. Nosotros los entregamos voluntariamente porque pensábamos que era para el certificado. Cuando me llamaron a mí, apenas me dejaron leer y decía: acta de expulsión”.

Al día siguiente, relata, que como a las 4 de la mañana, llegaron los del PDI con cuatro autobuses y con la notificación de que serían deportados a Venezuela.

“Yo me sentí como un delincuente, como si hubiera hecho algo malo. La verdad es que yo intenté hacer las cosas bien. Me autodenuncié que era la forma legal para regularizar el ingreso al país”, lamentó el joven.

También explicó que durante el proceso de evacuación separaron a familias, para luego ser trasladados a la Fuerza Aérea de Chile, desde donde despegaron hasta Bogotá y luego a Venezuela.

“Llegamos a las 4 de la tarde del miércoles. Pero salí del aeropuerto a las 3 de la mañana del día siguiente, luego de que Interpol nos hiciera preguntas y nos diera nuestros documentos, los pasaportes”, dijo Meléndez.

Meléndez agregó que: “Me llené de valor para realizar esta aventura de cruzar cuatro países caminando. No fue fácil, pero logré llegar a Chile, lo que no logré fue encontrarme con él”.

El pasado miércoles Rodrigo Delgado, ministro del Interior de Chile, dijo que «estamos en presencia del primer vuelo que sale desde el norte (de Chile) y da cuenta de un proceso de expulsión, en su mayoría personas que ingresaron de forma clandestina hace menos de tres meses», quienes fueron criticados por defensores de derechos humanos y ONG.

(LaIguana.TV)