Una firma española, dedicada a la fabricación de generadores eléctricos, habría cancelado la suma de 2,7 millones de euros a una supuesta red de sobornos integrada por un grupo de exministros del comandante Hugo Chávez Frías, entre los años 1999 y 2013.

La firma en cuestión fue identificada como Ingelec. De acuerdo al diario El País, el pago habría tenido como finalidad tener acceso a adjudicaciones y contratos públicos en nuestra nación.

Esta compañía, de origen sevillano, habría sido imputada en el mes de mayo de 2020 por la jueza de Andorra, Stéphanie García, por el delito de blanqueo de capitales. El traspaso del dinero a la red se habría hecho entre los años 2009 y 2010, mediante la Banca Privada d’Andorra (BPA).

La receptora de los 2,7 millones de euros habría sido una sociedad panameña. Esta cuenta, al parecer, era utilizada para pagar los gastos del empresario y cabecilla de la trama, Diego Salazar, quien ha sido señalado de ser primo del exministro de Petróleo y expresidente de Petróleos de Venezuela SA (Pdvsa), Rafael Ramírez.

Salazar, por cierto, desde el año 2018 se ha hecho visible, pues se encuentra entre las 28 personas procesadas por un juzgado de Andorra por liderar esta red de sobornos. En este pequeño principado pirenaico, blindado por el secreto bancario hasta el año 2017, esta trama habría ocultado, entre los años 2007 y 2012 un botín de por lo menos 2.000 millones de euros.

El dinero depositado por Ingelec habría sido utilizado en el año 2009 para abonar gastos de alojamiento de más de un millón de euros en el hotel de lujo Four Seasons de París. Además, habría sido empleado para comprar un inmueble de 834.000 euros en los Estados Unidos.

Según El País, la firma sevillana habría abonado estos fondos a través de la sociedad pantalla (hoy día sin actividad) Pessons Mountains, propiedad del empresario venezolano Roberto Javier Cobucci. Este último habría justificado el depósito ante la BPA, asegurando que “Ingelec respondía a un contrato para la instalación, montaje y mantenimiento de maquinaria para la compañía pública Electricidad de Caracas”.

Este dinero nunca habría llegado a la Electricidad de Caracas. La jueza García, por este motivo, también imputó por blanqueo a Cobucci y a su sociedad Pessons Mountains.

Ingelec, reporta El País, es una firma de solo 22 empleados que en 2014 (último ejercicio reflejado en el registro mercantil) declaró unas ventas de 4,2 millones de euros.

La Banca Privada d’Andorra (BPA), por cierto, fue intervenida en el año 2015 por el presunto delito de blanqueo de fondos de grupos como Odebrecht. Este gigante brasileño, recordemos, ha generado escándalo en los últimos años por haber constituido la mayor red de sobornos y de corrupción en toda América.

Salazar, cabe destacar, fue detenido en nuestro país en el año 2017. Según el Ministerio Público (MP), la trama de sobornos por él encabezada le servía a su primo Ramírez para cobrar multimillonarias comisiones a compañías internacionales, a cambio de la celebración de contratos con Pdvsa y sus empresas filiales.

(LaIguana.TV)