Las Organización de Naciones Unidas reconoce que la distribución de la vacuna contra el COVID-19 está siendo muy desequilibrada, pues los beneficiados son los países industrializados o centros financieros mundiales, evidenciando la mercantilización de la salud.

“Las vacunas contra la COVID-19 no se están repartiendo de manera justa.  Un 75% de las dosis han sido entregadas a solo 10 países”, expresó la ONU a través de su cuenta en la red social Twitter.

Según un estudio que realizó la Universidad de Duke en Estados Unidos, la distribución está garantizada a los países más ricos, mientras que 70 países pobres no podrán vacunar a su población vulnerable.

Andrea Taylor, quien dirige esta investigación, afirmo que “los países ricos han comprado la mayor parte, mientras que los países más pobres luchan por obtener suficientes vacunas para cubrir incluso a sus poblaciones más vulnerable”

Los países de ingresos altos tienen el 16% de la población, pero actualmente compraron el 60% de las vacunas existentes, a pesar de que la propagación es más rápida en países pobres, debido a que la población trabajadora debe salir a ganarse el día a día, ya que han sido escasas las ayudas sociales, cuestión que agrava aún más la situación sanitaria.

(LaIguana.TV)