El presidente Nicolás Maduro aseguró este miércoles que los cinco exgerentes de Citgo que se encuentran procesados por la justicia venezolana han cometido «graves delitos» y que el hecho que tengan también la ciudadanía estadounidense no les autoriza a «robar las cuentas públicas». 

En una rueda de prensa con medios internacionales, en el que fue inquirido acerca de la posibilidad de liberar a ciudadanos estadounidenses –los exfuncionarios de la petrolera venezolana y otros– «como señal de buena voluntad» entre su administración y la de Joe Biden, de cara a un posible diálogo con Washington, el mandatario explicó que si bien no era «fiscal» o «juez» y no le competía pronunciarse sobre el tema, los llamados «cinco de Citgo» eran venezolanos y habían cometido crímenes sin perder su nacionalidad, pero bajo los auspicios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), para la que sirvieron en calidad de agentes. 

«Cada vez que escucho de Estados Unidos que liberen a los ‘five Citgo’, solamente pienso que son cinco venezolanos, más venezolanos que nosotros (…),lo único es que empezaron a trabajar como agentes de la Agencia de Inteligencia, la CIA, trabajaban para la CIA infiltrados en Citgo, trabajaban como agentes estadounidenses y los Estados Unidos les da la atención de agente estadounidense preso en el exterior, esa es la verdad, pero son venezolanos», detalló. 

El Jefe de Estado aseguró, asimismo, que «una cosa» eran el diálogo y la diplomacia, para los que siempre «habrá espacio» y otra diferente «el caso de quienes han cometido delitos en Venezuela», de lo que se han encargado las autoridades judiciales venezolanas.  

En su intervención, reconoció que efectivamente en Venezuela están convictos tres ciudadanos estadounidenses por su participación confesada y comprobada en diversos crímenes contra la República. 

«Dos estadounidenses, ‘marines’, que participaron en la Operación Gedeón. Están convictos y confesos, se acogieron al derecho de delación, de confesión para ganar algún beneficio en la pena y como todo el mundo sabe, confesaron –algunos videos salieron públicamente– que venían a matarme, venían a matar al presidente de Venezuela», mientras que el tercero, que fue capturado «haciendo espionaje para lanzar un ataque con bombas en una de las refinerías del estado Falcón», es también un agente estadounidense, explicó el mandatario. 

Previamente, Maduro insistió en la disposición de su gobierno a dialogar con quien estuviera interesado –incluyendo a los funcionarios del recién instalado gobierno de Biden–, sobre la base del respeto mutuo y la autodeterminación de los pueblos. 

«Nadie en el siglo XXI, nadie en el mundo, por muy poderoso que sea un país, puede arrogarse el derecho de querer gobernar otro país, de querer imponerle reglas a otro país, de querer decirle a otro país si es democrático o si no es democrático. (…).  El mundo del siglo XXI tiene que ser el mundo del respeto a la autodeterminación de los pueblos, de la independencia de los Estados, del derecho internacional. Así que en ese marco del derecho internacional, siempre habrá espacio para el diálogo», dijo al respecto. 

(LaIguana.TV)