La agencia de noticias AFP publicó recientemente la dura travesía y la xenofobia que viven los migrantes venezolanos cuando pasan al norte de Chile por la frontera con Bolivia.

En lo que va de 2021, según dicha fuente, se duplicó la ola migratoria en el antiplano andino, en el pueblo Aimara de Colchane, ubicada a más de 3.700 metros de altura.

En este poblado es notable el creciente rechazo de los lugareños. “Hoy pasamos con unos cubanos y bolivianos, teníamos unos dólares para pagar el autobús, pero cuando dijimos de dónde éramos nos dijeron que no querían venezolanos”, contó a la AFP, Anyier Prieto, quien salió desde Caracas el 25 de enero junto a su marido y su hija de 14 años.

En Quebe, Chile, se ve un letrero desde lejos que dice: “Cuidado. Está prohibido entrar al pueblo. Tres perros pitbull sueltos”, método al que han recurrido para evitar el ingreso de venezolanos, a quienes califican como “delincuentes”.

“Por unos pocos malandros, que sabemos que los hay, pagamos todos ahora. Ya nadie nos quiere dar ni agua”, lamentó Prieto, mientras lloraba junto a su hija tras haber recorrido más de 5.000 kilómetros y cuatro países desde que salió de Venezuela.

Además, el connacional Reinaldo La Torre comentó: “créame que lo más horrible ha sido esto”.

De acuerdo a lo reseñado por la agencia de noticias, algunos conductores se disculpan por no poder trasladarlos hasta Huara, un pueblo más grande ubicado a 170 km de Colchane.

Los venezolanos tratan de avanzar por temperaturas bajo cero en las mañanas y en las noches, ráfagas de vientos de más de 30 km/h al atardecer, y un sol abrasador durante el día, además de exponerse ante la pandemia de covid-19.

Este jueves, reportó el medio, la justicia chilena anuló la orden de expulsión de 50 migrantes venezolanos que fueron deportados sin humanidad, porque reconoció que el proceso no fue justo. Sin embargo, un lote más grande sí materializó su expulsión.

(LaIguana.TV / Fotos AFP)