Si el presidente estadounidense toma esa decisión, el Gobierno federal podrá entregarle ayudas adicionales al estado en medio de los estragos que dejan las bajas temperaturas. Y es que a los cortes de energía eléctrica que ha habido en varias ciudades del sur del país por el temporal, ahora se suma la escasez de agua potable. La ola invernal también obligó al cierre de algunos aeropuertos y golpea al plan de inmunización contra el Covid-19, luego de que las tormentas de nieve bloquearan la entrega de 6 millones de dosis de vacunas.

Estados Unidos enfrenta un nuevo desafío en medio de la pandemia del Covid-19 y las bajas temperaturas que alcanzan hasta -20 grados centígrados. Los estragos que está dejando la ola de frío son tantos que el presidente, Joe Biden, aseguró que firmaría una declaración de desastre mayor para Texas. Esto ocurrió luego de que el mandatario hablara con el gobernador del estado, Greg Abbott, para evaluar la situación.

Biden ya firmó una declaración de emergencia a principios de esta semana cuando iniciaba la crisis, aunque esa orden tiene un límite en la cantidad de dinero que el Gobierno federal puede brindar. Declarar un desastre mayor da vía libre a las autoridades nacionales para entregar ayuda adicional al estado.

El fenómeno climático golpea incluso el plan de vacunación contra el nuevo coronavirus, debido al retraso en el transporte y entrega de 6 millones de dosis de vacunas. Además, las bajas temperaturas obligan a cerrar sitios de inoculación en muchas comunidades. Se trata del primer revés importante para el programa de inmunización que impulsa Joe Biden.

 

El invierno deja a millones sin agua potable, aeropuertos cerrados y dificultades en los hospitales

Después de cinco días de cortes de energía eléctrica que dejaron a miles sin calefacción en la fuerte ola invernal, las ciudades del sur del país azotadas por las tormentas de nieve enfrentan una nueva crisis: la escasez de agua potable. Las temperaturas récord causaron daños en las tuberías y dejan a más de 14 millones de personas sin el servicio, en 160 de los 254 condados texanos, según la Comisión de Calidad Ambiental del estado.

La falta del recurso ha causado fuertes problemas en los centros de salud. Dos de los hospitales comunitarios del grupo Houston Methodist no tenían agua limpia, por lo que en los dos últimos días tuvieron que cancelar la mayoría de las cirugías y procedimientos que no eran de emergencia. Un hombre murió en un centro clínico de Abilene cuando la falta de presión del agua hizo imposible el tratamiento que necesitaba.

El caos se extiende fuera del segundo estado más grande del país. En Tennessee, aproximadamente 260.000 hogares y negocios en el condado más grande, que incluye Memphis, recibieron instrucciones de hervir el agua para evitar que se filtren las bacterias, pues las tuberías de agua se rompieron y hubo problemas en las estaciones de bombeo. El Aeropuerto Internacional de Memphis canceló todos los vuelos de pasajeros entrantes y salientes durante este viernes debido a problemas de presión del agua.

Las autoridades del estado señalan que al menos 59 personas han muerto debido a hipotermia, intoxicación por monóxido de carbono y otras causas relacionadas con el clima extremo. “Lo que más me preocupa es asegurarme de que las personas se mantengan calientes”, dijo el administrador interino de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, Bob Fenton, mientras instó a las personas sin calefacción a ir a un refugio o un centro de calentamiento.

En Jackson, Mississippi, la mayor parte de la ciudad de 161.000 habitantes tampoco cuenta con agua potable. Los equipos bombeaban el líquido para rellenar los tanques de la ciudad, pero enfrentan una escasez de productos químicos para el tratamiento porque las carreteras cubiertas de densas capas de nieve dificultan su distribución, según informó el alcalde Chokwe Antar Lumumba.

Ted Cruz se disculpa tras controversia por su viaje a México en plena crisis invernal

Luego de la polémica causada por el vuelo a Cancún del senador republicano por Texas, Ted Cruz, el legislador regresó a su país y se disculpó. “Obviamente fue un error”, dijo.

Las críticas contra el funcionario se hicieron virales, pues mientras millones de personas en su estado sufrían apagones, y escasez de agua y alimentos a causa del invierno; el político del partido conservador se fue de vacaciones a México con su familia. La controversia fue tal que incluso ha sido vista como un potencial daño para sus futuras ambiciones políticas.

En un comunicado, Cruz explicó que acompañó a su familia a Cancún después de que sus hijas pidieran ir de viaje con amigos, dado que las clases en su escuela fueron canceladas por una semana. “Queriendo ser un buen padre, volé con ellos anoche y regresaré esta tarde”, escribió Cruz antes de retornar cuando ya sentía la presión de sus críticos. Sin embargo, también puntualizó que estaba en “constante comunicación con los líderes estatales y locales para llegar al fondo de lo que sucedió en Texas”.

Aunque Cruz es legislador del Partido Republicano en Washington y por ende no tiene una responsabilidad directa en la respuesta de lo ocurrido en Texas, sí representa a ese estado en el Congreso. Además, en Estados Unidos usualmente los habitantes acuden a sus legisladores para obtener ayudas durante alguna emergencia.

(France 24)