Casi un mes después de asumir el cargo, el nuevo presidente de EEUU, Joe Biden, mantuvo una llamada telefónica con el premier israelí, Benjamín Netanyahu.

“La conversación fue muy cálida y amistosa y duró aproximadamente una hora”, anunció la oficina del premier israelí en un mensaje publicado en Twitter.

La Casa Blanca, a su vez, detalló que, durante la llamada, Biden “expresó su firme compromiso con la seguridad de Israel” y transmitió su intención de fortalecer todos los aspectos de la cooperación bilateral.

No obstante, la conversación entre Biden y Netanyahu, —que fue un estrecho aliado del anterior presidente estadounidense, Donald Trump—, tomó un mes en concretarse. Esto generó suspicacias en Israel, donde los medios locales especularon sobre el alejamiento del primer ministro israelí con los demócratas y la nueva Administración estadounidense. 

Biden y Netanyahu han sido amigos, aliados y socios en una relación que ha durado casi cuatro décadas. Cuando se conocieron, Biden era un senador de unos 40 años; Netanyahu era un diplomático novato casi una década más joven. Ahora, los dos deben decidir cómo evolucionará su relación en la cima de sus carreras y en la cima de sus poderes.

Los últimos cuatro años complicarán las futuras interacciones entre los dos lados, ya que el primer ministro israelí aplaudió la decisión de Trump de sacar a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán, de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés), al que Biden ha dicho que quiere volver a unirse.

Además, Netanyahu fue una fuente inagotable de apoyo inquebrantable a Trump, pues ni una sola vez criticó públicamente al expresidente. Netanyahu celebró casi todas las iniciativas de política exterior de la Administración Trump en Asia Occidental, convirtiéndose en su apoyo internacional más visible.

La Administración Biden también ha tomado medidas para restablecer los rotos lazos con los palestinos después de que estos cortaron todo nexo con Israel y Estados Unidos durante el mandato de Trump.

Según lo expuesto surge una pregunta al respecto:

¿Por qué a Biden le tomó un mes entablar conversaciones con Netanyahu?

Hacer una llamada un mes después de llegar al poder, teniendo en cuenta que el presidente de EEUU había mantenido contactos con otros 10 jefes de Estados durante este período, reforzó la hipótesis de que Biden tiene problemas fundamentales con el primer ministro israelí por su fuerte apoyo a Trump en las elecciones de Estados Unidos.

Con esta humillación, Biden, en realidad, envió un mensaje de disgusto a Netanyahu y a las futuras interacciones de Israel con los Estados Unidos, y trató de demostrar que es 100 % proisraelí, pero critica el comportamiento del premier de ese régimen.

Biden también, al parecer, prefiere evitar las comunicaciones con un primer ministro impopular, y peor aún que está implicado en casos de corrupción, conocidos como 1000, 2000 y 4000, en los que es sospechoso de aceptar regalos de empresarios a cambio de favores políticos, alcanzar un acuerdo con un medio para lograr una cobertura favorable a cambio de dañar a un diario de la competencia y entregar concesiones a un empresario, a cambio de una cobertura favorable en un portal de noticias.

Trump llamó a Netanyahu dos días después de su juramentación, pero Biden lo hizo un mes después de su arribo a la Casa Blanca. No obstante, ahora, Biden se ha visto obligado a telefonear a Netanyahu porque se realiza la reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de Estados Unidos y los tres países europeos firmantes del acuerdo nuclear con Irán. Además, está previsto que el sábado el director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Rafael Grossi, visite Teherán para discutir con los responsables persas la decisión de Teherán de detener la implementación del Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación (TNP) nuclear.

Por lo tanto, el mandatario estadounidense aprovechó el ultimátum de Irán, que busca detener el Protocolo Adicional del TNP, para enfatizar la unidad política entre Europa, Estados Unidos e Israel contra el programa nuclear iraní, y al mismo tiempo enviar un mensaje de advertencia para obligar al país persa a reconsiderar sus medidas nucleares.

Observando las nuevas circunstancias en la región de Asia Occidental, la única razón para que Estados Unidos permanezca en esta zona es proteger a Israel.

Por esta estrategia tradicional de Estados Unidos, Biden no tuvo más remedio que ponerse en contacto con Netanyahu. Pero, hizo la llamada tarde para enviar un mensaje a la comunidad sionista de que está pasando por un momento difícil con el primer ministro israelí, pero está comprometido con los objetivos comunes de Estados Unidos e Israel en la región, y que él tiene poco interés en que Netanyahu gane las próximas elecciones israelíes.

(HispanTV)