En sendos comunicados, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Asamblea Nacional (AN) se pronunciaron en defensa de la soberanía de Venezuela y exigieron respeto al gobierno de Colombia, encabezado por el presidente Iván Duque, que amparándose en la presunta lucha contra el narcotráfico y la persecución de disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), abrió el compás para acciones extraterritoriales en Venezuela.

Madeleine García, corresponsal de la cadena teleSUR, recuerda en un trabajo periodístico que si bien Bogotá está en su derecho de crear un grupo élite «para combatir supuestamente el narcotráfico a los disidentes de la guerrilla de las FARC», el problema es que el mandatario colombiano insiste en que estas personas se encuentran en Venezuela y con base en ese alegato, aseguró que su gobierno daría con ellas «estén donde estén».

Esta amenaza, precisa la comunicadora, es considerada por la FANB como la puerta de entrada para «la creación de un falso positivo» que eventualmente permita justificar alguna agresión armada.

Dirigiéndose directamente a Duque, el ministro de la Defensa venezolano, Vladimir Padrino López declaró: «no vamos a caer en provocaciones y engaños, pues conocemos bien su oscura trayectoria en la construcción de falsos positivos. Pero tenga la absoluta certeza que cualquier intento de violación a nuestra integridad territorial, bien sea convencional o encubierta, tendrá una reacción contundente, como ha sido hasta hoy».

Adicionalmente, Padrino pidió a sus «compañeros de armas, a las fuerzas militares de Colombia, que no caigan en el error de cumplir una orden que ose violar la soberanía de un Estado, en este caso, Venezuela».

El mismo día, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, leyó un comunicado en el que se exige a Iván Duque el cese inmediato de las agresiones y acciones injerencistas y advirtió sobre una presunta operación antinarcóticos en Venezuela coordinada por Colombia.

En un audiovisual realizado por García, se recuerda que un par de semanas atrás, el presidente neogranadino anunció la creación del referido grupo élite, al tiempo que aseguró que su gobierno siempre colaborará y cooperará con las personas en Venezuela que ofrezcan información que permita capturar a «esos sinvergüenzas» y reiteró que manejan «un sistema de pago de recompensas», orientado conseguir información supuestamente relevante para la localización y captura de narcotraficantes y guerrilleros.

«Esas declaraciones de Duque estuvieron acompañadas con una estrategia mediática. La revista colombiana Semana, una de las más influyentes de ese país, mostró la supuesta ubicación de los guerrilleros en Venezuela, un trabajo que tituló ‘En la mira'» y en el que se sostiene que la referida información fue posible gracias al «cerco militar y la colaboración de algunas fuentes venezolanas», precisa la corresponsal.

Otro ángulo de la operación mediática se enfocó en viralizar un video en el que un hombre que dice pertenecer a la guerrilla, reta a militares venezolanos a que le disparen, lo que fue invocado por la oposición radical como «prueba» irrefutable de que grupos irregulares están asentados en Venezuela bajo el amparo del gobierno del presidente Nicolás Maduro.

«La verdad es [que es] un video sobre un enfrentamiento de noviembre del año de 2020 que dejó cuatro irregulares muertos. Uno de ellos fue reseñado por medios colombianos como ‘El loco Iván’, un disidente de las FARC», explica García.

Las autoridades venezolanas no perdieron la oportunidad de recordar públicamente que el territorio colombiano ha sido usado para planificar un magnicidio con drones en la persona de Maduro, entrenar a los mercenarios que participaron en la fallida Operación Gedeón, organizar una invasión terrestre con la excusa del ingreso de ayuda humanitaria y captar a militares venezolanos.

A este respecto, García recupera en su trabajo las declaraciones del ministro de la Defensa, quien denunció que «los órganos de inteligencia colombianos han contactado a más de 538 oficiales profesionales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana» y mediante «amenazas y sobornos» han procurado hacerse de información relativa al apresto operacional de Venezuela, con el fin de sabotear o inutilizar las armas de defensa estratégica que posee el país.

(LaIguana.TV)