La prófuga de la justicia venezolana Luisa Ortega Díaz, quien está involucrada en tramas de sobornos vinculadas a los casos de corrupción en Petróleos de Venezuela (PDVSA) durante la administración de su expresidente, Rafael Ramírez, dijo sentirse arrepentida por haber promocionado y apoyado el abstencionismo electoral en Venezuela, lo que se ha traducido en más fracasos y división dentro de la oposición.

La exfiscal general de la República, quien fue una de las responsables de iniciar el plan sedicioso que gira en torno a Juan Guaidó y que no ha obtenido ningún éxito hasta la fecha más que robar y secuestrar miles de millones de dólares del Estado venezolano en el extranjero y recrudecer el bloqueo total contra los venezolanos, aseguró que se equivocó al apoyar el abstencionismo en las elecciones que sucedieron a su fuga en 2017 y comentó que “votando masivamente, las veces que sea necesario, es el único camino que existe para recuperar el espacio político perdido”.

“Sin duda alguna, uno de los errores más grandes que hemos cometido es haber satanizado y desprestigiado el voto. Sembramos desconfianza hacia la única herramienta institucional y democrática con que cuentan los ciudadanos para cambiar su destino”, dijo Ortega Díaz, quien se encuentra protegida en Colombia por el uribismo haciéndose pasar como supuesta «fiscal general» de Juan Guaidó.

Las declaraciones de Ortega Díaz fueron difundidas en un audio publicado en su cuenta de Twitter, donde acotó que este año, en el que se vislumbran nuevas elecciones regionales y municipales, “Venezuela necesita, de sus políticos, madurez y altura para asumir su equivocación, corregirla y ayudar al pueblo a recobrar la confianza para triunfar sobre la mentira y la desidia”.

“Si un liderazgo político reconoce, honorablemente, que se equivocó y lo asume frente al país, será un primer paso para reconciliarnos con el ciudadano, restaurar la confianza en el voto y darle a la democracia venezolana una nueva oportunidad”, indicó.

Señaló que abstenerse “fue un error que estamos pagando con la consolidación de un poder totalitario en manos de un puñado de traidores a la patria (…) Algunos errores han traído consigo altos costos, pero no queda otro camino que la responsabilidad histórica de corregir y avanzar. Lo peor no es cometer un error, sino tratar de justificarlo”.

Desde las elecciones presidenciales de 2018, la oposición extremista se ha dedicado a desprestigiar al Poder Electoral y ha apostado al abstencionismo para justificar la supuesta elección fraudulenta del presidente Nicolás Maduro, así como la de la nueva Asamblea Nacional en diciembre de 2020. Sin embargo, ambos procesos electorales han contado con la participación de sectores democráticos de la oposición que han decidido desvincularse de las salidas inconstitucionales del extremismo, así como también de sus planes sediciosos y la injerencia extranjera que ejecutan a través del bloqueo los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea.

(LaIguana.TV)