La mayoría de países miembros de la Unión Europea respaldó la creación de los denominados “pasaportes verdes” para permitir los viajes y la movilidad de las personas vacunadas contra el Covid-19, según adelantó el jueves la canciller alemana Ángela Merkel, tras la primera jornada de la cumbre virtual del bloque. La líder agregó que el documento estaría listo antes del verano. Sin embargo, aún no hay un acuerdo sobre cómo se utilizaría.

Con el verano aproximándose y tras esa temporada de vacaciones con drásticas bajas para el turismo en Europa el año pasado, la Unión Europea (UE) tiene un consenso sobre la creación de pasaportes o certificados digitales para quienes sean vacunados contra el Covid-19.

«Todos estuvieron de acuerdo en que necesitamos un certificado de vacunación digital», aseguró la canciller alemana Ángela Merkel, en una conferencia de prensa el jueves, al culminar la primera de las dos jornadas de la cumbre virtual de la UE.

La líder alemana agregó que la Comisión de la Unión Europea necesitaría alrededor de tres meses para desarrollar todos los criterios técnicos para tales certificados, por lo que el bloque estaría listo para el lanzamiento del requisito antes del verano.

Todavía no hay un acuerdo específico sobre cómo se implementaría, de acuerdo con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

«Hay preguntas políticas, como sobre para qué se usará. Y hay preguntas médicas, como si se puede transmitir la enfermedad tras ser vacunados. La decisión de qué hacer con el certificado debe ser tomada en cada país, pero a nivel europeo deberíamos usarla para asegurar el funcionamiento del mercado único”, afirmó la funcionaria.

Sin embargo, esencialmente, el certificado está estipulado para permitir viajes y movilización dentro de las 27 naciones del bloque europeo.

¿Discriminación?: las dificultades del debate sobre un pasaporte para inmunizados

Naciones que dependen en gran parte del turismo como España, Grecia e Italia presionan por el pasaporte de vacunación, con el objetivo de facilitar los viajes por el continente sin el riesgo a una nueva ola de la pandemia del Covid-19.

Pero el asunto amenaza con dividir aún más a Europa. El debate es muy complicado. Por un lado, están los desacuerdos de algunos gobiernos como Francia, y por otra parte las propias exclusiones que sus oponentes argumentan que generaría.

El presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que se opone a la implementación de ese certificado, debido a que provocaría discriminación hacia muchas personas que no hayan podido acceder a las vacunas. Especialmente los jóvenes, últimos en la lista de prioridades para los programas de inmunización.

Por su parte, el Gobierno de Alemania ha señalado que aún no ve la medida como una prioridad. Y la Administración de los Países Bajos se muestra escéptica al indicar que aún no se puede garantizar que una persona que haya sido vacunada no pueda contraer el virus.

«Sigue habiendo muchas dudas, es demasiado pronto para hablar de regulación. En mi país no hemos empezado el debate sobre los puntos éticos médicos», afirmó el primer ministro holandés Mark Rutte.

Aunque la mayoría de los líderes de la UE sí están de acuerdo con que el pasaporte es una buena idea, de acuerdo con lo informado por Berlín, algunas naciones advierten que actuarían en solitario si oficialmente no es aprobado.

El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, sostuvo que para 2021 su país necesita, como mínimo, que los ingresos de la temporada de verano sean un 50% de los que obtuvo en 2019. Y para eso, presiona por el certificado para inmunizados.

Los cancilleres de Austria y Bulgaria también presionaron el jueves para que se emitan los documentos de manera que quienes lo obtengan puedan viajar y socializar sin restricciones.

Una fuente diplomática de España, citada por el diario local el Mundo, trató de matizar la situación al indicar que no se trata de un documento que solo permita disfrutar a quienes lo obtengan sino de agilizar la movilidad para quienes ya estén protegidos medicamente. «Hay una especie de teologización de debate, como si el certificado te hiciera pecador o te llevara al cielo directamente. Se trata de agilizar la movilidad y cuando los estados decidan, no es blanco o negro”, dijo.

La Unión Europea tiene acordado evitar los viajes no esenciales dentro del bloque y aún no ha especificado si el requisito del “pasaporte verde” lo extendería al resto del mundo o si sencillamente mantiene la medida de blindar sus fronteras exteriores.

La dificultad para acceder a las vacunas y el ejemplo de Israel con los “pasaportes verdes”

La idea de crear un pasaporte para vacunados no es exclusiva de la Unión Europea. Israel se ha mostrado pionero tanto en la inmunización de sus habitantes como en la implementación de dicho documento.

Pero es indiscutible que los antídotos contra la pandemia no están disponibles para todos a nivel global, ya sea porque en sus países el programa de inmunización no ha comenzado o avance a paso lento, o porque por decisión propia los ciudadanos prefieran no vacunarse.

En abril pasado, la iniciativa conocida como COVAX fue formada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo inicial de llevar las vacunas a los países pobres aproximadamente al mismo tiempo que se estaban suministrando los fármacos en las naciones ricas. Sin embargo, no ha logrado ese objetivo y el 80% de las 210 millones de dosis administradas en todo el planera se han aplicado en solo 10 países, según confirmó esta semana el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Incluso en Israel, un país de 9.3 millones de habitantes, donde la vacunación avanza a pasos gigantescos en comparación con el resto del mundo, solo aproximadamente la mitad de la población adulta ha recibido las dos dosis necesarias.

La experiencia de un concierto, el pasado lunes en Tel Aviv, pareció mostrar el milagro de volver a la denominada “normalidad”, pero esa experiencia no estuvo al alcance de todos. Únicamente aquellos que mostraran un “pasaporte” que demostrara que ya habían sido inoculados pudieron ingresar.

Otros gobiernos observan el ejemplo del territorio israelí. En este país el certificado digital de inmunización es la moneda de canje para una vida como se conocía antes de la pandemia. Su Gobierno llegó recientemente a acuerdos con Grecia y Chipre para reconocer dichos documentos, y se esperan más pactos de este tipo para impulsar el turismo.

También hay quienes por cuestiones religiosas o personales optan por no inmunizarse y las autoridades israelíes tratan de apelar a las emociones. “Con el Green Pass, las puertas simplemente se abren para ti. Podías ir a restaurantes, hacer ejercicio en el gimnasio, ver un espectáculo (…) ¿Cómo conseguir el pase? Ve y vacúnate ahora mismo», decía un anuncio publicitario el 21 de febrero, el día en que gran parte de la economía reabrió después de un nuevo cierre de seis semanas.

Cualquiera que no esté dispuesto a vacunarse o no pueda recibir las inyecciones que confieren inmunidad será «dejado atrás», advirtió la ministra de Salud israelí, Yuli Edelstein.

(AFP)