A principios del año, se dio a conocer que Bill Gates es actualmente el mayor propietario de tierras de cultivo de Estados Unidos. Pero, ¿por qué el otrora hombre más rico del mundo se convierte ahora en latifundista?

El cofundador de Microsoft tiene actualmente un total de cerca de 98.000 hectáreas de tierras agrícolas a lo largo de 18 estados del país norteamericano, según un informe de The Land Report del 11 de enero.

El hecho de que Gates es ahora un gran terrateniente rápidamente llegó a los titulares y dio lugar a numerosas especulaciones. Muchas historias se centraron en el conocido interés del multimillonario en cuestiones ambientales, en particular en el cambio climático y la sostenibilidad, y sugirieron que justamente esas preocupaciones podrían estar impulsando la compra de tierras.

Informes anteriores revelaron que en, 2017, Mt. Lemmon Holdings, una compañía asociada a Gates, invirtió en unos 100 kilómetros cuadrados de tierra «transitoria» en Arizona, detalló The New York Post.

En aquella ocasión, algunos socios del proyecto emitieron un comunicado de prensa que promocionaba planes para construir una comunidad futurista con «tecnologías de vanguardia». Eso fue suficiente para dar lugar a rumores de que Gates se estaba encargando personalmente de crear la ciudad del futuro.

«En realidad, la idea de que Bill Gates estaba reinventando la agricultura, o diseñando las ciudades del mañana, era casi que enteramente una especulación», subrayó NYP.

Según Eric O’Keefe, autor del informe de The Land Report, las personas extremadamente adineradas como el cofundador de Microsoft no toman todas las decisiones personalmente. Para ello tienen «gestores de inversiones muy competentes».

Con un patrimonio neto de 123.200 millones de dólares, según Forbes, Gates ocupa actualmente el cuarto puesto en la lista de las personas más ricas del mundo.

No hay evidencia de que la construcción de un imperio de tierras agrícolas por parte del magnate esté impulsada por otra cosa que el deseo de tener una cartera bien diversificada, consideró NYP.

Sin embargo, desde hace mucho, Gates está involucrado en la búsqueda de formas de ayudar a los más pobres del mundo y encontrar soluciones para los desafíos ambientales del planeta. Su inclinación medioambientalista también se extiende a la agricultura.

El empresario, por ejemplo, ha invertido en dos empresas que producen sustitutos de la carne de res. En su libro Cómo evitar un desastre climático, lanzado el pasado 16 de febrero, Gates explica por qué la cría de ganado provoca emisiones más dañinas que otras formas de agricultura. El magnate espera que los sustitutos a base de plantas nos permitan «reducir el consumo de carne sin dejar de disfrutar del sabor de la carne».

Además, las granjas también tienen un papel en la lucha contra el cambio climático, subrayó NYT. Si se adoptan las técnicas adecuadas, el carbono resultante de la descomposición de la materia vegetal se puede mantener de forma segura en el suelo, en lugar de entrar a la atmósfera en forma de dióxido de carbono.

«La agricultura es, de repente, parte de la solución y no solo parte del problema», afirma Bruce Sherrick, profesor de economía agrícola en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.

El especialista considera que la participación de Gates en esta esfera, aunque sea indirecta, es crucial para alentar a la industria a adoptar un nuevo estándar de sostenibilidad.

«Si el mayor propietario de tierras agrícolas del país puede demostrar que la agricultura puede ser sostenible y rentable, eso hará una gran diferencia», concluyó NYP.

(Sputnik)