En 2017, el actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele, entonces alcalde de San Salvador, era un militante del gobernante Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), cuya expulsión era discutida en el seno del partido.

A propósito de la disputa, Ricardo Clement, conocido con el nombre de «Alecus», dibujó una pieza gráfica que habría de resultar premonitoria: en la rama de un árbol aparecen sentados Bukele y tres dirigentes históricos del FMLN, mientras estos serruchan la rama en la que se encuentran sentados sin caer en cuenta que quienes caerían al vacío, serían ellos.

«Cuando se publicó, recuerdo que algunos compañeros del periódico me comentaron que sería al revés, que si lo expulsaban del partido, ahí terminaría la carrera política de Nayib», dijo Clement a la agencia rusa RT.

El ahora Jefe de Estado salvadoreño fue expulsado el FMNL 10 de octubre de 2017, pocos días después que la caricatura apareciera en El Diario de Hoy, uno de los más influyentes del país, aunque su carrera política, lejos de desaparecer, como habían calculado muchos, apenas empezaba a despegar.

Casi cuatro meses después, el 3 de febrero de 2019, Bukele ganó la presidencia de la República en la primera vuelta con un partido ‘ad hoc’, Nuevas Ideas y el candidato del gobierno ocupó la tercera posición. En el segundo lugar se ubicó el candidato de ARENA, partido que junto con el FMLN, conformó un bipartidismo estable en El Salvador desde el fin de la guerra civil en 1992.

Sin embargo, el tamaño de la debacle se haría patente claramente apenas el pasado 28 de febrero, cuando Nuevas Ideas se hizo con la mayor parte de los cargos disputados en las elecciones legislativas y municipales. Entre tanto, el FMLN apenas alcanzó a conseguir el 7% de los votos.

«Según el conteo preliminar, Nuevas Ideas es el ganador indiscutible de los comicios. Con más del 90% de las actas procesadas, el partido de Bukele se adjudicará 56 de las 84 diputaciones de la Asamblea Legislativa salvadoreña», precisa RT. «Desde la firma de los Acuerdos de Paz, en 1992, el máximo de curules obtenidas por un partido eran las 39 que en 1994 cosechó el derechista ARENA», añade la agencia.

A ese respecto, en el artículo firmado por el analista Roberto Valencia para RT, se advierte que estos resultados tendrán «sonoras consecuencias» sobre el futuro político del país centroamericano, entre las que destaca:

1. ARENA y el FMLN «pasan a ser fuerzas políticas intrascendentes»

Tras casi 30 años en los que la disputa por el poder se limitaba prácticamente a estos dos partidos, la emergencia de Bukele en la palestra política trajo como consecuencia que tanto el FMLN como ARENA hayan «cosechado los peores resultados de su historia». En los comicios legislativos de 2018 recibieron, en conjunto, casi el 70% de los votos y en los del domingo pasado, apenas 19%.

2. Nuevas Ideas irrumpe en el escenario político de El Salvador siendo hegemónico

Valencia destaca que la irrupción de Nuevas Ideas, el partido que creó Nayib Bukele en 2018 para competir por la presidencia, tuvo un debuto que «no ha podido ser más exitoso», puesto que no solamente acumuló la mayor cantidad de votos, sino que además se convirtió «en la fuerza hegemónica del panorama político-partidario salvadoreño».

En términos prácticos, esto implica que el mandatario contará con el respaldo de la Asamblea Legislativa que iniciará funciones el venidero 1 de mayo, pues aunque otras siete organizaciones políticas lograron representación parlamentaria, el bukelismo dispone de una mayoría calificada amplia que le permitirá gobernar a sus anchas, sin necesidad de negociación alguna durante los tres años que le restan de mandato.

Esto también se replica en el caso de los gobiernos locales y municipales de la mayoría de las ciudades y pueblos de El Salvador, incluyendo la capital, que fueron ganados por los candidatos de Nuevas Ideas.

3. La mayoría calificada en la Asamblea Legislativa

Si bien Roberto Valencia hace referencia a la hegemonía del bukelismo en el punto previo, precisa que la mayoría calificada en el Parlamento permitirá que «cualquier ley» sea «aprobada, reformada o derogada», según corresponda. Además, al contar con los 56 votos requeridos, podrá «aprobar préstamos internacionales y suspender las garantías constitucionales»

«Pero no sólo eso. La Constitución salvadoreña obliga a que algunas decisiones se aprueben con un mínimo de dos tercios de los votos de los diputados: el fiscal general, el procurador de derechos humanos, el procurador general y cinco de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia podrán ser nombrados sin que Nuevas Ideas tenga que negociar», detalla Valencia.

4. ¿Hay posibilidad de que Nayib Bukele se presente como candidato a la reelección en 2024?

Para el analista, esto no es posible, independientemente de la hegemonía legislativa que posea Nuevas Ideas, pues la Carta Magna salvadoreña establece claramente en su artículo 154 que el período presidencial será de cinco años e iniciará y culminará el 1 de junio, proscribiendo que la persona «que haya ejercido la presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más».

Inclusive, si se avanzara en una reforma constitucional, esta tendría que ser aprobada por la siguiente legislatura, por lo que si Bukele, aprovechando la hegemonía de su partido y su popularidad decidiera extender su mandato más allá del 2 de junio de 2024, «será porque se ha quebrado el orden constitucional».

5. Bukele se queda sin excusas

De otra parte, Valencia alertó que el «el triunfo arrollador del bukelismo en las elecciones representa un arma de doble filo para el propio Bukele», pues durante los primeros dos años de su mandato, a menudo ha alegado que la Asamblea Legislativa ha torpedeado sus iniciativas para mejorar las condiciones de vida del pueblo salvadoreño, una excusa que no podrá esgrimir a partir del 1 de mayo.

(LaIguana.TV)