La joven se llama Daniela Ardila y por unas palabras en sus historias recibió muchas críticas, así que decidió responder y luego eliminar sus redes sociales.

En la cuenta de Instagram @danielaardilam, Daniela Ardila estaba hablando de sus proyectos a futuro con sus seguidores y fue en ese momento cuando expresó unas palabras que la han hecho mucho más conocida.

Ella aseguró que estaba dispuesta a irse del país y «trabajar como mesera mientras. A mí cero me da pena eso», un hecho bastante normal entre los jóvenes que se van a otros países y ejercen este tipo de oficios.

Sin embargo, luego empezaron las palabras por las que se ofendieron muchos de sus seguidores y las otras personas a las que también les ha llegado el video.

“Aquí en Colombia un poquito sí, gas (trabajar de mesera), pero en otro país ni me da pena coger bus. Acá me da asco, miedo, todo. Ustedes saben que yo odio Colombia, pero bueno; soy de acá, me tocó aguantarme y nada que hacer”, aseguró la influencer.

Para apaciguar el ánimo de las personas que la criticaban dijo que “espero que entiendan a lo que yo iba y no tergiversen otra vez mis palabras” porque “al ver una historia de solo 15 segundos las personas pueden pensar lo que quieran, así que ojalá por 15 segundos nunca sean juzgados”.

Sin embargo, en la mañana de este jueves 4 de marzo la cuenta de Instagram ya no existe y de sus palabras solo queda evidencia en algunos videos. Lo que no ha borrado es su canal de Youtube, aunque en esta plataforma solo tiene cinco videos y 302 seguidores.

Dentro de sus 15 mil seguidores empezó a tener muchas respuestas ofensivas, así que por la misma vía les respondió a quienes la estaban atacando y hasta denunciándole su perfil de Instagram.

“Yo me refería a que el trabajo en Colombia es muy mal pago y nos explotan demasiado. Por eso me quiero ir”, fue uno de los argumentos que dio.

Sobre su “asco” y “miedo” a los buses expresó que “¿a quién le gusta el bus? O sea, eso creo que no lo tengo que volver a explicar. El bus, además de ser físicamente feo, no hay seguridad. Yo no me siento bien en un bus: o me pueden violar o me pueden asesinar, y más siendo mujer. Entonces, es ese miedo y en otros países eso no me ha pasado”.

(Pulzo)