Los príncipes británicos William y Harry están dispuestos a «mostrar un frente unido» para inaugurar la estatua de su madre Diana en Londres. Este podría ser su primer encuentro desde la polémica entrevista del duque de Sussex y su esposa, Meghan Markle, concedida a Oprah Winfrey.
 
Además de revelar el racismo que supuestamente se vivió con el tono de piel de su hijo, durante aquella conversación con la periodista, Harry hizo referencia a la ruptura con su hermano. Dijo que su relación con William «es especial en este momento» y espera que «el tiempo lo cure todo».
 
Por su parte, William destacó que su familia «no es racista» y que tiene pensado hablar sobre el tema con su hermano.
 
Pese a todo lo ocurrido entre ellos, los hermanos están dispuestos a mostrar un frente unido durante la solemne ceremonia que se celebrará el 1 de julio en los Jardines de Kensington, destacó una fuente cercana a la Realeza británica en una conversación con el editor Russell Myers.
 
«No hemos tenido noticias directas del palacio, pero las personas con las que he hablado han dicho indirectamente que la reina y [el príncipe] Carlos estaban bastante contentos de que William hubiera hablado», señaló Myers, citado por el tabloide británico Daily Mail.