Unos científicos israelíes descubrieron que la aspirina, un medicamento barato y seguro, reduce la probabilidad de contraer COVID-19. Y además afecta tanto a la duración como la gravedad de la enfermedad, e incluso la mortalidad.

Se sabe que la aspirina, un medicamento común que se prescribe a menudo para prevenir y tratar las enfermedades cardiovasculares y como analgésico y antipirético, ayuda al sistema inmunitario humano a combatir ciertas infecciones víricas. Se utilizó ampliamente durante la pandemia de la ‘gripe española’ de 1918, y los científicos confirmaron posteriormente su actividad contra los virus de ARN in vitro.

Los investigadores de la organización médica israelí Leumit Health Services, la Universidad Bar Ilán y el Centro Médico Barzilai plantearon la hipótesis de que la administración preventiva de dosis bajas de aspirina —unos 75 miligramos al día— podría reducir la susceptibilidad al coronavirus y aliviar el transcurso de la enfermedad COVID-19 en caso de infección.

Los autores del estudio, publicado en la revista FEBS Journal, analizaron los resultados de las pruebas PCR de 10.477 personas durante la primera oleada de COVID-19 en Israel del 1 de febrero al 30 de junio de 2020. Se formó un grupo separado de personas generalmente sanas que tomaban aspirina para prevenir enfermedades cardiovasculares.

Resultó que el uso de la aspirina redujo la probabilidad de contraer el coronavirus en un 29%, y la duración de la enfermedad en los que tomaron aspirina fue de 2 a 3 días más corta. Entre los hospitalizados por coronavirus, la tasa de mortalidad también fue menor en el grupo de personas que tomaban aspirina: un 14% frente al 19% del grupo de control.

Al mismo tiempo, los científicos observan que «el posible efecto beneficioso de dosis bajas de aspirina sobre la infección por COVID-19 es preliminar pero parece muy prometedora», según el profesor Eli Magen del Centro Médico Barzilai, autor principal del estudio.

Los autores insisten en la necesidad de realizar más estudios con muestras clínicas aleatorias más amplias y la inclusión de pacientes de otros hospitales y países para verificar los resultados obtenidos, y también advierten del peligro de tomar el medicamento sin consultar previamente al médico.

(Sputnik)