Pese a los deseos del liderazgo del ala antidemocrática de la oposición, parece estar claro que la recién estrenada administración de Joe Biden en los Estados Unidos no tiene previsto intervenir militarmente en Venezuela.

A ese respecto, el filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela recuperó fragmentos del artículo «Antony Blinken, el hombre que le marca el ritmo a la oposición venezolana (aunque sus dirigentes no lo nombren)», publicado por Ociel Alí López en el portal de la agencia RT, en el que se destacan, entre otros aspectos, la inviabilidad de esta tesis, reconocida incluso por medios de comunicación ligados a la extrema derecha local.

Citando a López, Pérez Pirela refirió que «desde el medio opositor EVTV (…), su editorialista, Carlos Acosta (…), afirmó lo siguiente: ‘Luego de la rueda de prensa de Blinken, queda absolutamente diáfano que no habrá invasión militar en Venezuela (…), no hubo, no hay y parece que no habrá intención de que eso ocurra. ¿Qué nos queda'».

López agrega que «en una carta abierta, decenas de opositores –entre ellos, políticos, académicos, sindicalistas y empresarios– han interpelado a Guaidó para que se realice un giro en su política abstencionista y acceda a liderar el retorno a los escenarios electorales».

Con base en lo anterior, el también director de LaIguana.TV precisó que «en estos momentos, la piedra de tranca de la oposición en Venezuela no es Maduro y no es nadie del chavismo, del Gobierno Bolivariano (…), porque no deja avanzar nada que no sea monopolizado por él, es decir, por Leopoldo López», con lo que deja «de lado toda posibilidad (…) de un recambio, de un cambio político» en la oposición venezolana.

Así, explicó, Guaidó, incompetente para «jugar a ser presidente» y liderar a la derecha en Venezuela, «tiene entrampada a la oposición con equilibrios precarios internacionales y financieros para que no pase nada sin él», aunque con él tampoco pase «nada».

A su juicio, esto tiene una importante consecuencia política: el exdiputado sería, aún sin pretenderlo, «el más grande aliado» del presidente Nicolás Maduro, toda vez que se ha convertido «una especie de freno de mano» capaz de relentizar «todo movimiento dentro de las filas de la oposición».

Regresando al artículo de Ociel López, el analista criollo puntualizó que «Chúo Torrealba, excoordinador de la desaparecida Mesa de la Unidad Democrática», en abierta crítica a Juan Guaidó, «ha planteado que es el momento de ‘acabar con la intoxicación de la salida a la fuerza».

En acuerdo con lo sostenido por Torrealba, que sí fue capaz de liderar a la oposición a victorias electorales, destacó que «por la fuerza, Nicolás Maduro no va a salir, Nicolás Maduro puede salir, como cualquier otro presidente en una democracia, por votos», aunque este sector de Juan Guaidó y Leopoldo López no apuesta por la salida electoral y en un intento por justificarse, siempre esgrime excusas en las que se cuestiona al Consejo Nacional Electoral.

Para concluir estas reflexiones, el experto recordó que Guaidó, hasta entonces un anónimo en la arena política local, consiguió su diputación en el contexto de una estrategia engañosa de la oposición en la que se prometía acabar con las colas.

«Con esa elección de la última cola, con esa promesa de la última cola, metieron a gente desconocida que planteó este desastre y una especie de ‘cambio generacional’ en la oposición, que lo que hizo fue terminarla de destrozar», dijo al respecto.

(LaIguana.TV)