El organismo regulador de medicamentos de Cuba autorizó el paso a fase III de la vacuna Abdala, la segunda que elabora ese país contra la covid-19. Con este avance, se prevé que en agosto próximo la isla tenga suficientes dosis para inmunizar a toda su población contra el coronavirus.

La otra vacuna que dio el paso a la tercera fase de ensayos clínicos es Soberana 2, que se trata de la más avanzada en ese país y la primera que se produce en Latinoamérica y el Caribe. Comenzó su etapa de pruebas en octubre de 2020 y entró en la fase previa a su aplicación masiva el 8 de marzo pasado.

Ambos fármacos recibieron el visto bueno de la Autoridad Reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de la República de Cuba (CECMED).

Para el caso de Abdala, autorizó al Grupo Empresarial de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica de Cuba (BioCubaFarma) a inocular 48 mil voluntarios de entre 19 y 80 años. Las pruebas se realizarán en las provincias orientales de Granma, Santiago de Cuba y Guantánamo.

En esta última fase se intentará verificar completamente la seguridad y eficacia de ambos productos, a los que se dedicó el Gobierno de Miguel Díaz Canel para contener la pandemia.

En tanto, Soberana 2 fue desarrollada por el Instituto Finlay de Vacunas y sigue siendo el proyecto más adelantado de los cinco desarrollos que hay en Cuba. En la actualidad es probada en 44 mil voluntarios de ocho municipios de La Habana. Su particularidad es que, según los estudios hasta el momento, podría aplicarse en población pediátrica.

Sobre Abdala, el presidente Díaz Canel destacó cómo esta vacuna “se incorpora a la vanguardia, acercándonos a la inmunización de Cuba”, y remarcó la impronta en este hecho del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, por su promoción de la salud pública.

En los últimos días, el presidente cubano admitió esta semana que el pronóstico de evolución del virus «no es favorable» en la isla, ya que «el promedio de contagios por día no se corresponde con esfuerzos de prevención que se realiza. La isla acumula más de 64.000 casos de COVID-19, con unos 3.600 casos activos y 384 fallecidos desde el inicio de la pandemia.

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