Durante 19 años, Marilyn Hartman subió a más de 30 aviones sin comprar un solo pasaje. Pese a estar en la mira de las autoridades, intentó realizar un nuevo viaje este martes 16 de marzo, pero fue arrestada en el Aeropuerto Internacional O’Hare, de Chicago (EE.UU.).

La «polizona en serie», como fue bautizada la mujer de 69 años, fue descubierta porque su brazalete electrónico alertó a las autoridades que la encontraron cerca de una de las terminales del aeropuerto. El fiscal James Murphy comentó que Hartman reiteradamente afirma que va “seguir las reglas”, pero “rompe sus promesas”.

Además, la calificó como una mala candidata para el monitoreo electrónico y aseguró que había “desperdiciado oportunidad tras oportunidad”. “Si nos fijamos en el ‘riesgo de fuga’ en el diccionario, su imagen va a estar al lado del término”, señaló el funcionario.

Un historia repetida

Según contó la propia polizona, su primer vuelo sin pasaje fue en 2002 rumbo a Copenhague (Dinamarca). “La segunda vez volé a París”, agregó.

Sus viajes irregulares continuaron, así como sus detenciones dentro de EE.UU. En agosto de 2014 fue arrestada en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles tras volar sin boleto desde San José. Unos seis meses después, se trasladó desde Minnesota a Florida y fue atrapada cuando intentó registrarse en un hotel con el nombre de otra persona, por lo que fue acusada de fraude de suplantación de identidad y otros delitos.

En 2018, la mujer subió sin pasaje a un avión que se dirigía de Chicago a Londres, pero fue deportada cuando llegó al Reino Unido por no tener pasaporte. Al año siguiente, fue arrestada al intentar pasar los controles de seguridad del mismo aeropuerto estadounidense sin tarjeta de embarque ni identificación.

Su salud mental

Durante una entrevista, Hartman explicó que sufría un autodiagnosticado “síndrome del trauma del denunciante”, que le hacía sentir la “necesidad de tomar un avión para irse”. Sin embargo, finalmente admitió que padecía desorden bipolar e, incluso, afirmó que era víctima de una conspiración mundial para acosarla, que aparentemente era dirigida por el expresidente de EE.UU., Barack Obama.

“Ella tiene una enfermedad mental que fue desencadenada por algo que estaba fuera de su control”, declaró su abogada, Andrea Lubelfeld.

Por su parte, el juez David Navarro explicó que no desatendía los problemas de salud mental de Hartman, pero para la ley estaba acusada de fuga. “Señorita Hartman, para añadir sal a las heridas, no solo fue a dar un paseo, fue al único lugar que específicamente no puede ir, el Aeropuerto O’Hare. Hacerlo es meter la nariz en los tribunales”, le dijo.

Aunque en un comienzo, el magistrado fijó una fianza de 100.000 dólares por el cargo de fuga, posteriormente ordenó que permaneciera detenida por haber violado su acuerdo de fianza anterior, a la espera de una audiencia que se realizará el próximo lunes.

(Agencias)