La llamada «variante brasileña» del SARS-CoV-2, con una capacidad de infección mucho mayor a la original, hace estragos en la región y sus efectos comienzan a sentirse en Venezuela, al punto que las autoridades decretaron una cuarentena radical durante 14 días, siete de los cuales coincidirán con la Semana Santa. 

Por ello, en su programa Desde Donde Sea, el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela saludó la medida, pues con ella podrán salvarse «muchas más vidas», pero también explicó que aunque en el país se registra una cantidad sensiblemente menor de casos positivos y decesos por causa de la COVID-19, en contraste con otras naciones latinoamericanas –incluyendo a sus vecinas Colombia y Brasil–, en las últimas semanas la cantidad de casos y decesos ha ido en aumento. 

En Brasil, refirió, la situación es particularmente dramática, pues el país, hoy devenido en epicentro mundial de la pandemia, se aproxima a un colapso casi total del su sistema sanitario, padece la escasez de vacunas y el gobierno del presidente Jair Bolsonaro se ha negado sistemáticamente a tomar medidas sanitarias para frenar la expansión del virus. 

Al otro lado del Atlántico, indicó, las cosas no pintan mejor, pues en las naciones europeas la vacunación no avanza como estaba previsto y los expertos ya estiman que se producirá otra ola de contagios masivos, ante la imposibilidad de confinar durante largos períodos a la población –especialmente los jóvenes– durante los meses de primavera y verano. 

Brasil: caldo de cultivo para nuevas variantes y amenaza mundial para la salud pública

Haciendo referencia a datos divulgados por la Johns Hopkins University, Pérez Pirela indicó que en Brasil se han roto los récords de muertes por COVID-19, computándose 128 óbitos por cada 100.000 habitantes, lo que hace, en juicio de los expertos, que esa nación suramericana se erija como amenaza epidemiológica para la región y para el mundo entero. 

Desde su punto de vista, el presidente Bolsonaro tiene la mayor responsabilidad en esta delicada situación. El gobernante ha mantenido una postura negacionista y se ha rehusado a decretar medidas de confinamiento, de reducción de la circulación y de respaldo económico a los más pobres, lo que ha ocasionado la muerte de miles de personas. 

A ese respecto, comentó que especialistas advierten que Brasil es un caldo de cultivo para más variantes del virus, pues no hay políticas apropiadas para encarar la pandemia. Además, alertan que mientras más circula el virus en el país, se incrementa la posibilidad de que aparezcan nuevas mutaciones.

Según ellos, fue justamente esta situación la que ocasionó la aparición de la variante P1, que aparentemente se originó en la ciudad amazónica de Manaos, desde donde se ha expandido al resto del territorio brasileño y, de allí, a otros países. Hasta el momento, se ha determinado que es mucho más contagiosa que la original e incluso podría reinfectar a quienes padecieron previamente la enfermedad.  

En este punto, el también director de LaIguana.TV recuperó el testimonio de Pedro Hallal, un epidemiólogo asentado en el estado Rio Grande do Sul, quien advirtió que el desbordamiento del virus implica un peligro que va mucho más allá de las fronteras brasileñas, puesto que «un 21% de todas las muertes ocurridas en el mundo debido a la COVID-19 han ocurrido en Brasil», país en el que solamente habita el 2,7% de la población mundial. 

Brasil se está convirtiendo en una amenaza para la salud pública global y por eso otros investigadores han elevado un clamor a la opinión pública internacional para que el gobierno de Bolsonaro aplique un confinamiento total.

En el criterio del comunicador venezolano, las posibilidades de éxito de este exhorto son escasas, porque habiendo transcurrido más de un año desde la identificación del primer caso positivo, no se ha implementado ningún confinamiento «serio» y los gobernadores tienen un año enfrentados al gobierno central para tratar de aumentar el confinamiento, sin que eso haya podido cristalizarse. 

Para frenar las infecciones en Brasil, además de la adopción inmediata de cuarentenas estrictas, los científicos han subrayado la necesidad de iniciar un proceso de vacunación «rápido» y la puesta práctica de medidas biosanitarias, hasta ahora escasamente seguidas por buena parte de la población. 

Además, se ha alertado que las vacunas han sido diseñadas para la forma original del virus, pero no para sus mutaciones, razón por la cual el riesgo de catástrofe se incrementa.  

En este momento, relató el analista, las unidades de cuidados intensivos sobrepasan su capacidad hasta un 90% y en lugares como Brasília, Porto Alegre y Campo Grande, su capacidad está completamente saturada, lo que significa que el sistema sanitario está al borde del colapso. 

A lo anterior se añade que también los servicios funerarios exhiben signos de colapso, pues incluso en el Cementerio Villa Formosa, el mayor de Latinoamérica, este domingo se sucedieron aglomeraciones en las instalaciones, ocasionadas por la demora en la entrega de cuerpos. 

Nacho Lemus, corresponsal de la cadena teleSUR, informó que en São Paulo, el estado más golpeado por la enfermedad, con más de 2,3 millones de contagios y 67.558 decesos por coronavirus, una decena de pacientes tuvo que ser transferida a otros estados, debido a la ausencia de camas. 

Dada la demora de las acciones de los políticos frente a la crisis, la población se siente abandonada por el gobierno, destacó Pérez Pirela, y ha usado diversos medios para manifestar su descontento, como por ejemplo las pintas callejeras. 

Así, en frente a un hospital, puede leerse la consigna: «Lo estamos pagando –el virus– la gente pobre», refirió.

La situación contrasta con la de apenas un año atrás, cuando la pandemia iniciaba y eran los países del Norte los que más padecían sus estragos, mientras que en la actualidad son los más pobres los que sufren las consecuencias más duras de la pandemia. 

El Instituto Fiocruz señaló que la P1 era solo una de las variantes que produce preocupación, pues se ha hecho dominante en 6 de cada 8 casos que estudió la institución y la directora general de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa Etienne (OPS) señaló que «las áreas más afectadas por el virus en el pasado, siguen siendo más vulnerables a la infección hoy». 

En este sentido, Pérez Pirela mencionó que según expertos, Brasil necesita combinar medidas de confinamiento con una campaña de vacunación acelerada que no se está aplicando y se necesita atención a la industria farmacéutica por parte de otros gobiernos, porque si no se vacuna en Brasil, se detonará una tragedia mundial. 

Para cerrar este tema, el filósofo comentó que aunque parezca increíble, Bolsonaro insiste en seguir de espaldas a la cuarentena y priorizar la economía, indudablemente afectada por la cantidad de personas que han enfermado y muerto. 

A contrapelo, el expresidente Luiz Inácio «Lula» da Silva criticó a Bolsonaro, tildando sus decisiones de «estúpidas» y recomendó vacunarse. «Muchas muertes se habrían podido evitar», dijo. 

¿Cuál es la situación de la pandemia en Venezuela con la llegada de la variante P1?

Miguel Ángel Pérez Pirela recordó que luego de que se informara de la llegada de la variante (P1) el pasado 4 de marzo, Maduro anunció que el país entraba en cuarentena radical por 14 días entre el lunes 22 de marzo y el domingo 4 de abril para cortar las cadenas de contagio. 

Para ello, detalló que el Gobierno venezolano solamente autorizó el funcionamiento de servicios esenciales como salud, alimentación y telecomunicaciones; suspendió el transporte interurbano y decretó que solamente podrían circular aquellas personas que laboran en los sectores priorizados. 

Además, se anunció el inicio de la distribución masiva del Carvativir, un antiviral sintetizado en Venezuela contra la COVID-19, que en pocos días deberá estar disponible en todos los centros de salud –tanto públicos como privados–, así como en farmacias para su venta al público.

Estas medidas se adoptan en un contexto en el que las cifras de nuevas infecciones se encuentran en los niveles del mes de septiembre, computando alrededor de mil casos diarios, después de registrar durante cinco meses la mitad. 

Por su parte, sintetizó el experto, diariamente se han reportado entre cinco y ocho decesos debidos a la COVID-19, si bien es una realidad que está cambiando, pues incluso algunos días se han producido una decena de óbitos. 

El mecanismo COVAX y el acceso a las vacunas en América Latina

Pérez Pirela también hizo referencia al plan de distribución de vacunas contra la COVID-19 que adelanta la Organización Mundial de la Salud (OMS) a través del mecanismo COVAX, una iniciativa con la que se pretende garantizar el acceso de los países con ingresos bajos y medios a inmunizadores y paliar los efectos de la desigualdad en la distribución. 

Así, según los detalles divulgados por la OMS, se prevé distribuir 337,2 millones de dosis de las vacunas producidas por las farmacéuticas Pfizer y AstraZeneca en los 187 países que recurrieron a esa instancia, entre ellos, varios de América Latina. 

En una primera fase, precisó, se estima que se distribuyan 96 millones de dosis producidas directamente por AstraZeneca y 240 millones de dosis más fabricadas en India de este preparado, cuya efectividad reportada en estudios científicos es del 79% y, a pesar de los informes divulgados por la prensa, no incrementa el riesgo de coágulos. 

En contraste, refirió el comunicador, la vacuna rusa Sputnik V posee una efectividad superior al 90% y no se ha informado de efectos secundarios a gran escala, pero no está contemplada su inclusión dentro de las vacunas a ser distribuidas por COVAX. 

La OMS estima que la primera tanda de vacunación a través de este mecanismo cubrirá al 3,3% de la población de 145 países de ingresos bajos y medios que optaron por esta vía para hacerse con vacunas y de estas primeras dosis, apenas el 10% se destinará a países de América Latina. 

«Previsiblemente, la mayor parte de las dosis será enviada a Brasil (10,7 millones), seguido de México (6,5 millones) y Colombia (2,7 millones)», completó el experto criollo. 

De acuerdo con datos oficiales, hasta el momento, COVAX  ha recabado 6.000 millones de dólares para financiar la adquisición de vacunas anticoronavirus, entre los que destaca un aporte del Reino Unido por el orden de los 734 millones de dólares. Estados Unidos, otro país rico, aún no ha contribuido, pese a que el Gobierno de Joe Biden se comprometió a hacerlo. 

A fines de 2021, los gestores de COVAX aspiran haber distribuido más de 2.000 millones de dosis, si bien en el caso de países como Venezuela, se necesita también disponer de una infraestructura que permita mantener la cadena de frío que requieren estos fármacos para su transporte y almacenamiento. 

Rusia, campeona en la fabricación de vacunas anti-COVID-19

Al cierre, Pérez Pirela mencionó que este lunes, la Federación Rusa anunció que había aprobado su tercera vacuna patentada contra la COVID-19. Fue sintetizada por el Instituto Chumakov de Moscú, empleando una tecnología de virus inactivado y recibió el nombre de Covivac. Pese a que aún no comienzan los ensayos clínicos, se espera que a fines de marzo estén disponibles las primeras 300.000 dosis. 

Rusia lidera la carrera de producción de vacunas, relató, pues en agosto registró la primera vacuna en todo el mundo –la Sputnik V, diseñada por el Centro Gamaleya– y en octubre, la EpiVac Corona. 

Aún así, la Sputnik V, a contrapelo de la evidencia científica disponible, que señala que es la más efectiva y segura de todas las hasta ahora disponibles, ha sido objeto de campañas sistemáticas de descrédito en la gran prensa y países occidentales, particularmente los Estados Unidos, han ejercido presión sobre ciertos gobiernos –Brasil o República Dominicana– para evitar que las adquieran, lo que ha perjudicado seriamente la condición sanitaria de sus poblaciones. 

Una situación similar, agregó el analista venezolano, padecen las vacunas sintetizadas por China o Cuba, que han sido de entrada demonizadas por su origen, sin que exista evidencia científica alguna que respalde las acusaciones. 

A ese respecto, recuperó las declaraciones del presidente ruso, Vladimir Putin, que este lunes criticó al Comisario de Comercio Exterior de la UE, Thierry Breton, quien aseguró que la UE no necesitaba la vacuna Sputnik V, pese a la escasez de los inmunizadores sintetizados en el bloque y en los Estados Unidos.

Sin embargo, pese a las presiones y a la negativa de las burocracias europeas, varias farmacéuticas están firmando acuerdos para producir las vacunas rusas, porque los ciudadanos no pueden esperar por vacunas que no funcionan tan bien como se esperaban y que no están siendo producidas en las cantidades requeridas, existiendo la posibilidad de fabricar unas que sí funcionan bien.  

De esta manera, relató que Putin respondió a Breton: «Nosotros no imponemos nada a nadie, pero cuando escuchamos este tipo de declaraciones de los funcionarios, nos preguntamos qué intereses defienden y a quién representan, ¿los intereses de las farmacéuticas o los intereses de los ciudadanos europeos?».

Además, el líder ruso aprovechó la ocasión para recordar que en enero se envió la solicitud de autorización a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) para la producción de la Sputnik V y solamente el 4 de marzo llegó la respuesta de que iniciaba el trámite, un asunto, que en parecer de Pérez Pirela, es un atentado contra los derechos de los ciudadanos europeos, dada la escasez de vacunas y el contexto pandémico.

Ante la lentitud de la burocracia europea, Putin volvió a preguntarse a qué se dedican esos funcionarios. «Y todavía esta gente trata de darnos lecciones y nos impone sanciones», remató. 

Pese a todo lo antes dicho, concluyó, el interés en el mundo por la vacuna producida por el Centro Gamaleya es evidente. La realidad se ha impuesto y muchos países que otrora la emprendieron sin razón contra la Sputnik V, hoy tratan de deshacer sus campañas de descrédito, huyendo hacia adelante y usando a los periodistas que antes la criticaron, para promocionar sus bondades. 

(LaIguana.TV)