El canciller de Argentina, Felipe Solá, dejó claro que la salida de su país del llamado Grupo de Lima no significa un cambio de postura de su país con relación a Venezuela y a su presidente Nicolás Maduro.

Al ser consultado por medios argentinos sobre la salida del Grupo de Lima, el funcionario señaló que es una manera de “formalizar lo que venía ocurriendo desde el 10 de diciembre de 2019. Ya no participábamos».

Acotó además que este grupo no ha tenido éxito en su intención de derrocar al mandatario nacional. “No avanzó nunca nada”, precisó.

Al ser consultado sobre si se trata de un apoyo al mandatario criollo, dejó claro que esa es “una mala interpretación”.

¿Es un gran guiño a Chávez? No. Soportamos los insultos de (Diosdado) Cabello permanentemente. Tampoco hemos visto demasiada intención del Gobierno de Maduro de cambiar las cosas nunca. No es lo mismo el Gobierno de Chávez que el de Maduro”, afirmó Sola.

Destacó el canciller que apoyarán cada uno de los informes que emita sobre Venezuela la Alta Comisionada de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Michelle Bachelet, quien constantemente hace señalamientos, sin pruebas, sobre supuestas violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

“Tenemos una vara alta en derechos humanos y esa vara hemos decidido que sea la que pone la alta comisionada”, dijo, al tiempo que explicó que para su país la salida de lo que muchos catalogan como crisis pasa por “una salida con tres actores”, en las que las elecciones “sean controladas internacionalmente y legitimadas con la oposición importante presente”.

Admitió así mismo que el Departamento de Estado gringo hizo “consulta informal”, sobre la decisión de salir del Grupo de Lima.

“Le hemos informado que no hay cambio respecto de nuestra posición en Venezuela y menos aún en nuestra relación con Estados Unidos”, dijo Solá y anunció que tiene en agenda una conversación con Antony Blinken.

(LaIguana.TV)