Este jueves, el Almirante en Jefe Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (CEOFANB), ofreció detalles de las acciones que se adelantan en el sur del estado Apure para desmantelar la acción de grupos insurgentes colombianos dentro del territorio de Venezuela.

A ese respecto, Ceballos Ichaso puntualizó que los efectivos castrenses venezolanos continuaban «dando fuertes golpes a los grupos irregulares delictivos colombianos», que al verse derrotados, huían hacia Colombia sin que nadie los detuviera.

Informó, asimismo, que durante la noche del miércoles 24 de marzo, estas fuerzas paramilitares «intentaron atacar un puesto fronterizo». En la operación, relató, «fueron neutralizados varios terroristas», si bien no aportó otras precisiones.

Más temprano, la almiranta Érika Vírgüez, viceministra de Servicios para la Defensa, comunicó que la FANB realizó «acciones quirúrgicas» contra grupos armados procedentes de Colombia en «campamentos ilegales, fuera de las zonas urbanas».

Comandos de la FANB se encuentran desplegados desde el pasado 21 de marzo en la zona sur del municipio Páez del estado Apure, fronteriza con Colombia, en el marco de operaciones tácticas del Escudo Bolivariano que persiguen desmantelar la actividad delictiva de disidencias de las FARC-EP en el país.

Las acciones del 21 de marzo dejaron un saldo de dos oficiales venezolanos muertos, aunque las FANB lograron capturar a más de 30 insurgentes –incluyendo a uno de los cabecillas, apodado «El Nando»–, desmantelaron seis campamentos e incautaron múltiples pertrechos de guerra.

En respuesta, el grupo paramilitar atacó con explosivos una sede del Servicio Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) en la población de La Victoria, un punto de control de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y dos vehículos, uno que trasladaba a efectivos castrenses y otro a trabajadores de Corpoelec que se dirigían a restituir el servicio eléctrico en la zona, afectado a raíz del enfrentamiento.

De su parte, la cancillería colombiana manifestó «preocupación» por las reyertas en la zona fronteriza, a lo que Caracas respondió con un comunicado en el que, además de subrayar la responsabilidad de Bogotá en la exportación de su extenso conflicto armado hacia Venezuela, aseguró que no toleraría la acción de ningún grupo irregular en su territorio.

(LaIguana.TV)