A propósito del terror que están sembrando grupos paramilitares colombianos en la zona fronteriza que separa al estado Apure del departamento de Arauca, el filósofo, comunicador y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela presentó a la audiencia de Desde Donde Sea un recuento de los últimos acontecimientos, que responden a una trama en la que está implicado el Gobierno colombiano.

En ese orden de ideas, el experto puntualizó que, aunque se trata de grupos que supuestamente están enfrentados con el Gobierno colombiano, al ser confrontados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), se devuelven a su país y son defendidos por quienes, se supone, son sus adversarios históricos. 

La ineludible rueda de prensa del general Vladimir Padrino López

Pérez Pirela inició sus reflexiones haciendo referencia a la «insoslayable» rueda de prensa ofrecida por el ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, quien el pasado 27 de marzo ofreció detalles de la Operación Escudo Bolivariano 2021, con la que la FANB ha confrontado a grupos irregulares de origen colombiano que desarrollan acciones delictivas dentro del territorio del país. 

A ese respecto explicó que «la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela detectó una situación irregular en la frontera colombovenezolana, específicamente en el estado Apure, –este es un dato fundamental– desde enero de 2021» y que ello «alertó a las autoridades, que detectaron 4 narcoavionetas en diferentes localidades del estado Apure, desde el 21 de enero».

Esta presencia de las narcoaeronaves, señaló el analista, representó «un punto de giro» y por eso, durante la rueda de prensa «desenmascaró la ‘Fuerza Élite’ creada por el presidente colombiano, Iván Duque, para supuestamente combatir el narcotráfico».

Recordó, asimismo, que cuando se hizo pública esta noticia, en Venezuela «se prendieron las alarmas sobre esa ‘Fuerza Élite’ inventada de la nada por el Gobierno colombiano, pues llamaba la atención que Colombia ha desatendido esa parte de la frontera desde la década de 1990 al eliminar sistemáticamente los puntos fronterizos, mientras se instalaban bases militares en todo su territorio. 

Específicamente, citó el también director de LaIguana.TV, Padrino López dijo que «la Fuerza Élite no era precisamente para combatir el narcotráfico, los grupos irregulares tenían una misión y nosotros nos adelantamos, la neutralizamos». 

El titular de la cartera de Defensa explicó que «esto responde a la estrategia que tiene la oligarquía colombiana para agredir a Venezuela, señalarnos. Ellos están en un momento de desesperación». En su criterio, «el presidente de la nueva administración de los Estados Unidos sabe que no quieren a Iván Duque, por su incapacidad y por su vinculación con Álvaro Uribe Vélez, el narcotraficante mayor de Colombia» y ambos estarían «desesperados por demostrarle al imperialismo algo», pues han «fracasado» en todos sus intentos

«Son tan ineptos que no pueden ni con ellos mismos, mucho menos con nosotros. Esa es mi opinión de esa fuerza élite», añadió.

También mencionó que «desde el momento en que la FANB neutralizó al primer grupo de irregulares, comenzó la fase de guerra psicológica y los ataques en las redes sociales para desvirtuar la verdad». Así, paramilitares difundieron audios a través de WhatsApp en los que «se afirmó que los cuatro detenidos eran campesinos» y que los militares venezolanos habían quemado casas y asesinado niños. 

Padrino López consideró que «la estrategia de Estados Unidos es enganchar a la gente en esos grupos de WhatsApp y redes sociales» y usar esos entornos «para difundir mentiras» y sostuvo que «todo lo que se dijo es falso y no responde a la conducta de la FANB».

El jefe militar calificó el conflicto como «una guerra de quinta generación», con la que «se pretende cambiar la realidad a través de las redes sociales» y cuestionó a los medios de comunicación que se han prestado para difundir estas falsas especies. 

«Llámese como se llame, de cualquier ideología política –y este es un dato importante–, naturaleza y origen, mientras sea un grupo extranjero, nosotros estamos llamados a expulsarlo de nuestro territorio», afirmó Padrino. «Cualquier grupo que venga a intentar posarse en este suelo patrio, recibirá respuesta contundente de la FANB. Llámese como lo llamen en Colombia, es su problema, es su guerra, es su conflicto, nos mantenemos al margen, pero para acá no vengan», reiteró.

Pérez Pirela estimó que si bien se trata de declaraciones «fuertes», hay que felicitarlas, porque llámense como se llamen esos grupos en armas colombianos, no tienen nada que hacer en Venezuela y son los colombianos quienes deben resolver su conflicto, sin involucrar a ningún otro país, mucho menos a Venezuela, que ha sido el blanco de numerosos ataques –intentos de invasión y de magnicidio, así como distintas conspiraciones– orquestadas desde Colombia y con el concurso de su gobierno en los últimos años.  

Adicionalmente, mencionó que el general –a quien calificó como «nacionalista»– respondió a las amenazas de los grupos insurgentes recién expulsados: Nos amenazan y creen que nosotros estamos de brazos cruzados y les vamos a entregar el territorio. Bueno, les digo algo: si ustedes quieren, nosotros también (…) para nosotros la patria es todo».

Por su lado, Diosdado Cabello, uno de los líderes del chavismo señaló que «es evidente la complicidad y conchupancia entre el narcogobierno colombiano y los grupos irregulares armados colombianos. Cuando Venezuela defiende su territorio, ellos huyen a suelo colombiano, donde las autoridades, lejos de atacarlos, los protegen».

El comunicador coincidió con lo planteado por Cabello, pues en estos acontecimientos, donde han estado presentes narcoavionetas, grupos irregulares protegidos por el Estado colombiano, una guerra informativa a través de las redes sociales y el grupo de élite para supuestamente combatir el narcotráfico en la frontera con Venezuela, «hay algo que no cuadra».

De otra parte, indicó que, si Colombia quiere invadir a Venezuela, que lo intente con sus fuerzas regulares y estimó que era «una cobardía» que se valga de grupos irregulares para atacar al país, apelando a una operación por la que es tristemente reconocido el Gobierno de Bogotá: los falsos positivos. 

En todo esto, dijo para dar por cerrado el punto, los Estados Unidos está aplicando una lógica imperial, al azuzar un conflicto armado en la frontera colombovenezolana, pues Washington sabe que Duque y Uribe harán cualquier cosa que se les solicite con tal de evitar la cárcel por sus nexos con el narcotráfico. 

Claves de la operación mediática desplegada contra la FANB 

Seguidamente, Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció detalles acerca de la operación mediática que se sucedió a los enfrentamientos entre la FANB y los grupos paramilitares colombianos asentados en el estado Apure. 

A este respecto relató que algunos paramilitares, con el concurso de distintos periodistas y empresas de la comunicación de Colombia, pero no solo, pretendieron imponer una versión según la cual los militares venezolanos estarían atacando indiscriminadamente a ciudadanos inocentes. 

Así, «desde el jueves 25 de marzo, representantes de los grupos paramilitares empezaron a difundir audios en las diferentes plataformas para amedrentar a los habitantes de La Victoria y establecer una línea de opinión» en las que las fuerzas del Estado venezolano orquestaban una operación de falsos positivos como las que hicieron célebre al expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez.  

En uno de los audios, detalló el filósofo venezolano, uno de los presuntos paramilitares «fue más allá y se encargó de atemorizar a los pobladores con la finalidad de que pidieran una intervención de organismos internacionales, y conseguir el pretexto para, más adelante, lograr una invasión extranjera». 

Desde su punto de vista, no puede dejarse de lado que Colombia es miembro pleno de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), razón por la cual la acción del paramilitar enciende las alarmas, toda vez que se trató de un intento de creación de un ‘casus bellis’ para generar una acción internacional contra Venezuela.  

En los audios presentados ante la opinión pública, el mismo sujeto –que habla un tono amenazante– «también elabora y difunde videos de los caseríos abandonados de la zona del enfrentamiento, indicando que fue el Ejército venezolano quien saqueó y quemó las casas», sin que ello esté sustentado en «ninguna prueba o testimonio», apuntó, como que si de un momento a otro a la FANB le dio por empezar a quemar casas de venezolanos. 

Por otro lado, mencionó que entre el enfrentamiento del pasado 21 de marzo y los actos de amedrentamiento ejecutados por los grupos armados irregulares colombianos en los días sucesivos, «causó miedo en los ciudadanos, quienes se vieron obligados a abandonar la zona».

Esta situación, puntualizó, fue aprovechada por los medios, quienes hablaron de desplazamientos forzosos hacia el lado colombiano y responsabilizaron a Venezuela por ello. 

Sin embargo, Pérez Pirela trajo a colación las declaraciones del Defensor del Pueblo de Colombia, que tras entrevistarse con las personas que se vieron forzadas a abandonar sus hogares en Venezuela y recalaron en campamentos del otro lado de la frontera, precisó que habían dejado «a muchos familiares atrás» y que los desplazamientos «fueron producto de la intimidación y de las amenazas de las fuerzas irregulares colombianas». «Ellos se encuentran en el municipio de Arauquita que los ha recibido de manera generosa y bondadosa», añadió el funcionario neogranadino.

La mentira tiene patas cortas y estas «estrategias mediáticas y psicológicas para atacar a las FANB fueron desmontadas por los propios usuarios de las plataformas digitales y también por el portal de investigación La Tabla, que reportó: ‘el choque entre un grupo armado irregular con la FANB en el sur del municipio Páez de Apure, ha estado marcado por la intervención de ‘cuenta-cuentos’ reconocidos del paramilitarismo colombiano. Divulgan guion con errores que los delatan'», agregó.

Otro que desmontó las noticias falsas e inexactitudes que circulaban por las redes sociales y que fueron difundidas sin rubor por medios y periodistas, fue el diputado Héctor Zambrano, oriundo de la zona en la que se registraron los choques entre las fuerzas militares venezolanas y las fuerzas irregulares colombianas. 

Zambrano saludó y respaldó las acciones de la FANB en Apure «contra un grupo que pretende instalarse en el territorio y construir una estructura del narcotráfico en Venezuela y suplantar el papel del Estado, (…) está golpeando a una estructura del narcotráfico que le es funcional a Colombia y a Estados Unidos para agredir a Venezuela».

Adicionalmente, el parlamentario insistió que con estas acciones no se estaba «golpeando a un movimiento de izquierda, ni revolucionario, sino a un grupo que ha colocado minas en la región para afectar a la población» y por ello, exhortó a «la unidad nacional cívico-militar y a tener calma, cordura y confianza en nuestra FANB».    

El choque entre la FANB y el paramilitarismo colombiano en el tablero internacional

Estos acontecimientos deben interpretarse, en opinión de Miguel Ángel Pérez Pirela, dentro del escenario internacional, muy particularmente en lo tocante a los movimientos más recientes de los dirigentes del ala antidemocrática de la oposición y sus aliados internacionales, pues todo se corresponde, en su criterio, con un plan cuidadosamente elaborado.  

De esta manera, recordó que «esta reciente fase de agresión contra Venezuela inició después que el bloque de la Revolución Bolivariana ganó los comicios parlamentarios que se celebraron el pasado 6 de diciembre y tras el fracaso del exdiputado Juan Guaidó, quien llamó a desconocerlas y fue una activista en pro de la abstención».

En su parecer, fue justamente la derrota continuada de las propuestas de Guaidó lo que obligó a Leopoldo López, líder real de ese sector, a abandonar su vida de lujos en Madrid y desplazarse a Bogotá el pasado 11 de diciembre para reunirse con representantes del Gobierno de Iván Duque y con el pseudoembajador para la Oficina Externa de los Estados Unidos para Venezuela, James Story. Fue allí, añadió, donde se planificaron estos movimientos contra Venezuela que hoy están sobre el tapete.

Además, hay que tener en consideración que, en febrero de este año, Story emitió órdenes a los dirigentes de la oposición incluidos en la operación: se apelaría a una «nueva etapa de tutelaje de Estados Unidos sobre la Unión Europea (UE) por la llegada de Joe Biden» y Guaidó tendría que conversar con el bloque para «coordinar» las nuevas acciones. 

Estas acciones no se hicieron esperar, continuó relatando, pues el pasado 26 de febrero, llegó a Cúcuta –donde se hizo el concierto para encubrir una invasión y en el que estuvieron los presidentes Sebastián Piñera, Mario Abdo Benítez e Iván Duque, así como el entonces vicepresidente estadounidense, Mike Pence y Juan Guaidó– para reanimar la matriz de la «crisis humanitaria» en Venezuela. El término, como es sabido, ha dado «paso a las intervenciones militares de potencias extranjeras en un país no alineado con las políticas de la UE y los Estados Unidos». 

Pocos días atrás, el 18 de febrero, Duque anunció el establecimiento de una Fuerza Élite militar de aproximadamente 3.000 hombres, con la finalidad declarada de «combatir a los grupos irregulares y señaló a Venezuela de cooperar y dirigir estas fuerzas», puntualizó el analista criollo.

Como respuesta, el ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, dijo: «Iván Duque, no te equivoques con nosotros, has abandonado la frontera, no existe el Estado, el gobierno colombiano en la frontera y ahora pretender ir por la antigua maniobra de acusarnos de ser albergues terroristas de grupos armados. Eso ya no funciona, Duque. Hiciste el ridículo en las Naciones Unidas señalando coordenadas de campamentos que quedan en tu propio territorio. ¿Vas por ellos ahora? No se te ocurra Duque. Yo llamo a los Fuerzas Armadas de Colombia que no caigan en el error, que osen violar la soberanía de un Estado. Le hago un llamado de hermanos a las fuerzas militares de Colombia».

Lamentablemente, reflexionó Pérez Pirela, de todo esto no se habla en los medios de comunicación. Y tampoco se habla en esta mediática de lo que llaman «la prensa libre» de los resultados de la operación de la FANB en el sur de Apure. 

Los saldos de la operación Escudo Bolivariano 2021 en el sur de Apure

Las autoridades venezolanas informaron que en el marco de la Operación Escudo Bolivariano 2021, 6 presuntos criminales fueron neutralizados, 27 sospechosos se pusieron a la orden del Tribunal Militar 14 de control y 12 quedaron detenidos. Además, se decomisó «armamento, granadas, municiones, explosivos, prendas militares, vehículos, drogas y equipos tecnológicos» que estaban en manos de los irregulares colombianos.

También se neutralizó a un cabecilla conocido con el alias de «El Nando» y se destruyeron «seis campamentos irregulares».

Además, se comunicó del deceso «del deceso del Mayor Edward Ramón Corobo Segovia, de la Plaza del 911 Batallón de Fuerzas Especiales ‘Teniente Coronel Eliezer Otaiza’, y del Primer Teniente Yonathan Miguel Duarte, quien se desempeñaba como Comandante de la Segunda Compañía del 923 Batallón Caribe ‘Sucre'», recordó el comunicador.

El presidente Nicolás Maduro detalló que el Mayor Cobo Segovia falleció al pisar una mina antipersona sembrada en los alrededores de uno de los campamentos en los que operaban las fuerzas paramilitares colombianas.  

¿Está la FANB en alerta máxima? 

El mandatario venezolano manifestó que apoyaba plenamente las acciones del «Escudo Bolivariano a lo largo y ancho de la frontera» y anunció que el país estaba listo «para esta batalla», aunque responsabilizó al Gobierno colombiano de la incursión de estas fuerzas paramilitares dentro del territorio de Venezuela, producto del prolongado abandono al que ha sometido la extensa frontera común. 

Maduro advirtió a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana sobre las pretensiones del Gobierno colombiano de propiciar una escalada bélica contra Venezuela, a partir de los actos violentos de la última semana en Apure y pidió al Comandante Estratégico Operacional, Remigio Ceballos» tener «cuidado» para no «caer en provocaciones», pues, en su juicio, podría estarse tramando desde Colombia «una venganza armada contra las fuerzas militares venezolanas que defienden la frontera». 

Con base en lo anterior, Pérez Pirela concluyó que lo dicho por el presidente permitía comprender por qué la FANB se empleó a fondo en la defensa del territorio y, de otra parte, no descartó que la incursión en Apure de grupos irregulares procedentes de Colombia se tratase de un «globo de ensayo» orquestado por el Gobierno del presidente Iván Duque y por agencias estadounidenses para evaluar la capacidad de respuesta y apresto operacional de las fuerzas del Estado venezolano ante un intento de invasión. 

Pobladores de La Victoria huyeron a Colombia por amenazas de los paramilitares 

El comunicador mencionó que por las redes sociales circularon videos en los que, supuestamente, la población civil residente en el poblado de La Victoria (Apure) fue a buscar abrigo en el Gobierno de Colombia, tras los ataques que habría recibido del suyo. 

Sin embargo, acotó, esto forma parte de la misma operación mediática descrita previamente y no se corresponde con la realidad. 

Así, Remón Cañizales, gobernador del estado Apure, informó que el pasado sábado 27 de marzo se registró el retorno 610 personas a la localidad de La Victoria procedentes de Arauquita (Colombia), tras verse obligadas a huir por los «enfrentamientos que se originaron entre la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) contra grupos irregulares que se dedican al narcotráfico en la frontera colombo-venezolana».  

«Por el momento la fuerza pública colombiana interrumpe el paso y le tienen una campaña a nuestra gente diciéndole que aquí le van a violar los derechos humanos, que aquí los van a meter presos, que los van a golpear», denunció Cañizales desde el punto de retorno. Empero, “destacó que los habitantes apureños están claros y conscientes de que la FANB está desplegada para proteger al pueblo y ejercer soberanía».

Aseguró que en la entidad fue «encontrado a un grupo narcoterrorista financiado, equipado y dirigido por el Gobierno de Iván Duque» y señaló que lanchas de la Armada de Colombia hostigan y provocan a los venezolanos desde el otro lado de la frontera». 

Por su parte, Etelivar Torres, alcalde de Arauquita, «reportó este domingo 28 de marzo los primeros cuatro casos positivos de COVID-19, en tres refugios en los que se encuentran las personas que huyeron de apure tras la violencia de grupos irregulares colombianos».

Comentarios al cierre

Extraoficialmente, periodistas de sucesos publicaron este lunes que nueve militares venezolanos habrían resultado heridos por armas de fuego y minas no convencionales elaboradas con explosivos R1, mientras intentan repeler a grupos paramilitares que intentan controlar el paso entre el departamento de Arauca y el estado Apure. Sin embargo, esta falsa especie fue desmentida por Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional de la FANB. 

El domingo, Ceballos Ichaso aseveró que la FANB se mantiene en despliegue por la frontera apureña «escudriñando todo el territorio» y dijo que tenían «buenas informaciones» que le permitirían a la FANB garantizarle la paz y la seguridad al pueblo de Venezuela.

Todo esto está pasando en esa gran frontera porosa, donde todo indica que grupos paramilitares están actuando con el apoyo del Gobierno de Duque, en correspondencia con la visita de Leopoldo López a Colombia en diciembre, con las instrucciones giradas por Story, con la visita a Cúcuta de la cancillera española, Arancha González Laya, y con el grupo de élite creado por Bogotá para supuestamente combatir el narcotráfico en la frontera con Venezuela. ¿Son casuales todos estos elementos?, reflexionó Pérez Pirela.

Para finalizar, destacó que esto es indicio de que el presidente estadounidense no ha cambiado la política que tenía Donald Trump hacia Venezuela y comete el mismo error, al pensar que el Gobierno de Nicolás Maduro va a caer a través de operaciones militares, financieras, comerciales o diplomáticas. 

En su opinión, esto, lejos de favorecer la salida de Maduro del poder, lo consolida y, además, con estas acciones militares conseguirían que la población venezolana se cohesione en defensa de los intereses nacionales, dejando de lado cualquier diatriba ideológica. 

De esto modo, concluyó, si Biden está cometiendo los mismos errores que su antecesor, los resultados serán los mismos: Maduro en el poder y consolidando su hegemonía a través de los votos en las venideras elecciones regionales y municipales. 

(LaIguana.TV)