Comenzaba el año 1995. Yolanda Saldívar, quien desde hacía un año se desempeñaba como directora de las boutiques de la cantante Selena Quintanilla, llevaba ya varios meses siendo denunciada por malos tratos y conductas humillantes en contra de los empleados de dichas tiendas.

De acuerdo al personal de las boutiques, Saldívar a menudo despedía a los subalternos que le desagradaban, sin presentar razones de peso. Luego de que la cantante, para ese entonces de apenas 23 años de edad, desestimara los reclamos, las denuncias fueron interpuestas ante su propio padre, Abraham Quintanilla.

El padre de la estrella, ante esta situación, le pidió a su hija que tuviera mucho cuidado con su asistente, pues esta parecía no ser una buena influencia. Las advertencias también provinieron de parte del primo de Selena, el diseñador de moda Martín Gómez. Este último previno a Selena de la poca capacidad de gestión de Saldívar.

Esta ciudadana, quien en varias oportunidades había manifestado ser una fanática obsesiva de Selena, incluso fue denunciada de haber estafado a varios aficionados de la intérprete de Amor prohibido.

Luego de descubrir que Saldívar había malversado por lo menos 60.000 dólares en cheques falsos, padre e hija la enfrentaron el día 9 de marzo. Ese día Selena decidió despedirla. No obstante, por cuestiones de trámites, la asistente de la cantante siguió incluida en la nómina de la empresa.

La noche del día 30 de marzo, Selena y su esposo Chris Pérez se dirigieron al hotel Days Inn, en la ciudad de Corpus Christi, para reclamarle a Saldívar unos registros bancarios. Esta última, quien se hospedaba allí, les entregó los documentos en una bolsa plástica. Según Selena, la mujer presentaba arañazos y tenía la ropa rota. Presumiblemente se los había hecho ella misma.

La mañana del día 31 de marzo Selena volvió a reunirse con Saldívar en el mismo hotel. La artista le reclamaba unos documentos que no fueron entregados la noche anterior. Tras decir que había sido violada, la cantante acompañó a su exasistente al Hospital Regional de Médicos. Su denuncia resultó ser falsa.

Ambas retornaron al hotel a las 11:48 am. En ese momento inició una discusión entre las dos. En medio de la pelea, Saldívar sacó de su bolso un revólver Taurus 85, calibre .38, de cañón recortado. Cuando Selena trató de huir de la habitación, la mujer le disparó por la espalda.

La bala impactó a Selena en el hombro inferior derecho y le rompió una arteria. Como pudo, la cantante corrió hacia el lobby. Tras de sí dejó un rastro de sangre de al menos 116 metros. Ya desangrada, la joven cayó al piso. Allí fue socorrida por el personal del hotel.

Saldívar, quien persiguió a Selena durante todo el trayecto, le gritaba “perra”. La intérprete, con sus últimas fuerzas, logró identificar a su exasistente como su agresora y dar el número de la habitación en la que se encontraban (la 158). A continuación perdió el conocimiento.

Posteriormente, Saldívar intentó huir en su camioneta. Ella fue interceptada por una patrulla de la policía. En su vehículo permaneció encerrada por casi 10 horas, amenazando con quitarse la vida con el arma de fuego. Tras negociar con las autoridades del FBI, la mujer se entregó.

Selena, tras ser trasladada al Hospital Central, fue sometida a una operación. Luego de 50 minutos de cirugía fue declarada muerta. El daño ocasionado a la arteria era irreparable. La hora de su defunción fue a la 1:05 pm. La causa de la muerte fue pérdida de sangre y paro respiratorio.

La autopsia realizada a la cantante reveló que la bala le entró por la parte superior derecha de la espalda, cerca de su escápula, pasó a través de su cavidad torácica, cortó la arteria subclavia derecha y salió por la parte superior derecha del tórax. Su muerte fue declarada un homicidio.

Saldívar, durante las deliberaciones, siempre aseguró que “su intención nunca fue asesinar a Selena”. Un juez la sentenció a cadena perpetua por asesinato premeditado el 24 de octubre del año 1995.

26 años después

Ya han pasado 26 años desde este trágico acontecimiento. Actualmente Sladívar se encuentra recluida en la prisión de máxima seguridad para mujeres Mountain View Unit, ubicada en Gatesville, Texas.

Quien fuera en su momento la mano derecha y asistente personal de la también conocida reina del tex-mex, hoy día, y desde el 22 de noviembre de 1995, pasa sus noches en una celda de 3,5 x 2 metros.

Según varios reportes de prensa, la convicta tiene derecho a momentos de recreo en horas de la mañana. Posteriormente trabaja como conserje y regresa a su celda en horas de la noche. Tiene derecho a usar un radio de transistores en la Comisaría de la cárcel y a recibir visitas de una hora una vez a la semana.

“No ha habido cambios verdaderos o significativos en el estatus de Saldívar en años y años. Ella ha estado en el mismo escenario durante mucho, mucho tiempo”, manifestó el portavoz del Departamento de Justicia Criminal de Texas, Jeremy Desel, en entrevista concedida al canal Univision .

Saldívar, al parecer, ha recibido varias amenazas de muerte de parte de fans de Selena. Las mismas le han llegado a través de cartas o, incluso, de parte de otras privadas de libertad.

Aunque ha intentado apelar dos veces la decisión de la Corte (en 2009 y en 2014), en ambas oportunidades su petición ha sido rechazada. La primera la perdió por haberla interpuesto en un condado diferente y la segunda por no poder comprobar que tenía problemas de salud.

Saldívar, por cierto, tiene la posibilidad de solicitar su libertad condicional en el año 2025. La aceptación de esta petición dependerá de su buen comportamiento durante los primeros 30 años de cumpliento de su condena.

El padre de Selena, durante una entrevista, señaló que a su familia la tiene sin cuidado si a Saldívar le otorgan la libertad condicional. Sin embargo, destacó que la asesina de su hija hoy día se encuentra en un lugar seguro, pues posiblemente afuera hay muchas personas dispuestas a tomar venganza.

“Nosotros recibimos todavía cartas de mujeres que están en esa prisión, donde está ella, y dicen que la están esperando, que la van a matar. Ellas no tienen nada qué perder”, aseguró.

(LaIguana.TV)