En la localidad de Paraná, en Brasil, 22,5% de la población vive bajo inseguridad alimentaria, situación que se ha profundizado con la pandemia y el mal manejo realizado por el Gobierno de Jair Bolsonaro para detener el avance de los casos.

Sin embargo, los esfuerzos de organismos como el Movimiento de los Sin Tierra y de Trabajadores, que buscan llevar alimento a los más desfavorecidos, está siendo atacados por el poder político.

Esta semana, el alcalde de Curitiba envió un proyecto al ayuntamiento con el objetivo de que se multe a los organismos que distribuyan alimentos a las personas sin hogar, sin previa autorización de la municipalidad. La multa iría entre unos 150 y 550 reales, es decir, entre 25 y 100 dólares estadounidenses.

«En medio de tantos problemas, tantas demandas incumplidas, tantas posibilidades efectivas de resolver el problema de manera efectiva, la actitud es esta: prohibir y sancionar a quienes lo hacen», decía parte de la carta abierta firmada por distintas ONG en protesta por esta medida.

(LaIguana.TV)