Entre las aristas de la crisis en la frontera colombo-venezolana en el sur del estado Apure que abordó el filósofo, comunicador y analista político venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea, se cuenta la operación mediática con la que se ha pretendido deslegitimar las acciones de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en la zona y sembrar terror entre los pobladores.

Así, relató, tras los acontecimientos sucedidos el pasado 21 de marzo, que tuvieron como punto de partida la incursión en territorio venezolano de grupos irregulares colombianos armados vinculados con el narcotráfico, se desplegó en paralelo una operación mediática de la que participaron periodistas y corporaciones mediáticas privadas.

De otra parte, refirió que desde el 25 de marzo, «representantes de los grupos paramilitares comenzaron a difundir audios en las diferentes plataformas para amedrentar a los habitantes de La Victoria, establecer una línea de opinión de que, supuestamente, las fuerzas del Estado venezolano practicaban falsos positivos como los del presidente Álvaro Uribe».

Incluso, el paramilitar autor de estas piezas, «fue más allá y se encargó de atemorizar a los pobladores, con la finalidad de que pidieran una intervención de organismos internacionales y conseguir el pretexto para, más adelante, lograr una invasión extranjera».

A su parecer, no puede dejarse de lado que Colombia forma parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), razón por la cual «este hecho paramilitar enciende las alarmas porque se trataría de un ‘casus bellis’ para propiciar intervenciones internacionales contra Venezuela».

En los audios presentados por las autoridades de Venezuela, se aprecia claramente que el sujeto «habla con un tono amenazante». También se encargó de grabar videos de «los caseríos abandonados en la zona del enfrentamiento«, que luego difundió, indicando que el Ejército venezolano había saqueado y quemado las viviendas, sin ofrecer ningún respaldo que soportara tan graves acusaciones.

«Es decir, al gobierno venezolano, al Estado venezolano, a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, le dio por empezar a quemar casas de venezolanos en la frontera venezolana. Por favor. Hay descerebrados que creen esto», cuestionó Pérez Pirela.

Sobre la credibilidad del paramilitarismo, el experto recordó que el exdiputado Juan Guaidó cruzó la frontera colombo-venezolana por caminos irregulares y arribó al Palacio de Nariño, ubicado en Bogotá, «con la ayuda del grupo paramilitar Los Rastrojos, famoso a nivel latinoamericano por picar gente, por tener casas especializadas en picar gente en pedazos».

En realidad, explicó, la confrontación entre la FANB y los grupos irregulares colombianos, sumados a las operaciones de amedrentamiento que desplegaron los últimos en contra de los pobladores, «causó miedo en los ciudadanos, quienes se vieron obligados a abandonar la zona», lo que fue presentado como una huida masiva de venezolanos hacia Colombia para salvar sus vidas.

Empero, el propio Defensor del Pueblo de Colombia dio al traste con la narrativa que se habría pretendido imponer, puesto que después de conversar con las personas que abandonaron sus casas en La Victoria y otros caseríos apurados, declaró que muchas habían dejado a sus familiares y que los desplazamientos «fueron producto de las amenazas de las fuerzas irregulares colombianas».

Los desmentidos también llegaron a las plataformas digitales y para ilustrarlo, el comunicador hizo referencia a lo señalado por el portal de investigación venezolano La Tabla: «el choque entre un grupo armado irregular con la FANB venezolana en el sur del municipio Páez (Apure), ha estado marcada por la intervención de los ‘cuentacuentos’ reconocidos del paramilitarismo colombiano. Divulgan guion con errores que los delatan».

Recuperó, asimismo, las declaraciones del diputado apureño Héctor Zambrano, quien también desmintió la matriz, al respaldar las acciones de la FANB en la zona y precisar que se hacían «contra un grupo que pretende instalarse en el territorio venezolano y construir una estructura de narcotráfico en Venezuela, y suplantar el papel del Estado venezolano».

Así, defendió Zambrano, la FANB «está golpeando a una estructura del narcotráfico que es funcional a Colombia y a Estados Unidos para agredir a Venezuela, no se está golpeando a un movimiento de izquierda ni revolucionario, sino a un grupo que ha colocado minas en la región para afectar a la población».

«Colombianos están colocando minas en territorio venezolano. Por menos que esto explota una guerra entre dos países, por mucho menos que esto», reflexionó al cierre Pérez Pirela.

(LaIguana.TV)