La socialité británica Lady Colin Campbell reveló que supuestamente fue la princesa Ana, la hija de la reina Isabel II, a quien Meghan acusó de racismo en su entrevista con Oprah. Subrayó que la realeza fue completamente malinterpretada por los duques de Sussex.

Durante la explosiva entrevista que Harry y Meghan concedieron a la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, los duques de Sussex acusaron de racismo a un miembro de la familia real. Un pariente supuestamente se mostró preocupado por el tono de piel que tendría su hijo Archie. Durante la entrevista, la pareja no quiso revelar su identidad, pero más tarde pidió a Winfrey que aclarase que no se trataba de la reina, ni del príncipe Felipe.

La socialité británica Lady Colin Campbell, que es famosa por sus biografías de los miembros de la realeza británica, reveló que era princesa Ana a quien se referían Harry y Meghan. Sin embargo, enfatizó que fue un malentendido en una discusión sobre las diferencias culturales entre británicos y norteamericanos.

Lady Colin Campbell señaló que antes de casarse con Harry, Meghan le encantó al príncipe Carlos y a la reina Isabel II, pero «no tuvo éxito con otros» miembros de la familia. La princesa Ana «absolutamente vio a Meghan venir a una milla de distancia», según Lady Colin Campbell.

La socialité añadió que la princesa Ana se oponía al posible matrimonio basándose en la conducta y el carácter de Meghan, a quien consideraba una «operadora vulgar», «buscadora flagrante de atención», «superficial y culturalmente ignorante», refiriéndose a cultura en el sentido amplio, y «no dispuesta a estudiar algo por pensar que sabe mejor».

La princesa Ana estaba preocupada por las consecuencias desastrosas que podría tener permitir que alguien de esa clase, en cuanto a carácter, entrara en la familia. A su juicio no sólo causaría problemas para todos ellos, sino también para cualquier niño que naciera de la unión, aseguró Lady Colin Campbell en su podcast de YouTube.

A partir de esto, Harry pensó que existían preocupaciones sobre el color de piel de Meghan.

«No había ninguna preocupación por el color de Meghan. A la princesa Ana le preocupaba, con razón, que si el matrimonio seguía adelante y había niños, habría enormes problemas. No por el color de Meghan, sino por su incapacidad y la determinación de seguir siendo incapaz de apreciar las diferencias culturales», declaró Lady Colin Campbell.

Añadió que a la princesa Ana le preocupaba que Meghan no tuviera «realmente respeto por la institución y la familia con las que se casaba».

Lamentó que «Harry decidió ver en la más mínima insinuación sobre la cultura una referencia al color».

«Meghan y Harry han utilizado esa genuina preocupación de su tía cariñosa, sabiendo que ella tiene los pies en la tierra, experiencia, modestia, inteligencia y sensatez, y que no se puede convertir la oreja de una cerda en un bolso de seda», criticó a la pareja Lady C.

Después Harry acudió a Meghan con las objeciones, y ella «las convirtió en un arma por motivos de color», porque «Meghan tiene una defensa para todo lo que cualquiera diga contra ella, que es culparlo de ser racista», enfatizó.

Como resultado de las declaraciones de los Sussex, todos los miembros de la familia, excepto la reina y el duque de Edimburgo, se encuentran bajo la lupa para saber quién es racista.

«Nadie es el culpable en términos de racismo. Pero la princesa Ana fue la campeona en términos de ‘no te cases con esa chica, no es adecuada. No es adecuada para el país, no es adecuada para el trabajo’. Pues bien, ha resultado ser cierto», subrayó Lady Colin Campbell.

La escritora explicó que Ana buscaba proteger a la monarquía.

«Creo que es importante que salga a la luz antes de que sea utilizada como arma por alguna organización antisistema y antimonárquica, que dará un giro destructivo a las cosas para promover su agenda», declaró.

«Creo que hay un momento para dar el primer golpe», finalizó.

La reina respondió a la entrevista de los Sussex con un mensaje muy personal en el que decía que, aunque «algunos recuerdos varían», las cuestiones planteadas, en particular la de la raza, eran «preocupantes» y se tomarían en serio. Sin embargo, subrayó que, a partir de ahora, la familia debería abordar sus dificultades en privado.

La princesa Ana estaba preocupada por las consecuencias desastrosas que podría tener permitir que alguien de esa clase, en cuanto a carácter, entrara en la familia. A su juicio no sólo causaría problemas para todos ellos, sino también para cualquier niño que naciera de la unión, aseguró Lady Colin Campbell en su podcast de YouTube.

 
(Sputnik)