La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil y los representantes técnicos del grupo de gobernadores interesados en importar la vacuna rusa Sputnik V contra el COVID-19 mantuvieron una reunión para solventar dudas sobre los flecos que faltan para que el producto llegue al país.

Según informó esta agencia estatal en un comunicado, «el objetivo fue identificar los puntos técnicos que la legislación requiere para que la importación salga adelante».

Los representantes técnicos del Consorcio de Gobernadores del Noreste informaron que ya están buscando las informaciones necesarias para permitir la entrada y uso de las vacunas en Brasil en cuanto la Anvisa dé luz verde al registro de uso de emergencia.

La Anvisa, por su parte, resaltó que «está buscando informaciones que superen las exigencias definidas para la autorización de la importación».

Los gobernadores brasileños llevan meses presionando al gobierno y a la agencia reguladora para que autorice el uso de la vacuna en el país, y han llegado a amenazar con recurrir ante el Tribunal Supremo Federal para sortear lo que consideran obstáculos burocráticos.

El pasado 26 de marzo, el laboratorio brasileño União Química, que trabaja para importar y producir la vacuna Sputnik V en Brasil, presentó una petición para el uso de emergencia de este producto ante la Anvisa.

Al día siguiente, la Anvisa suspendió el plazo para analizar la petición por falta de parte de los documentos necesarios para el análisis; faltaría casi el 20% de la documentación exigida para poder aprobar la vacuna.

El 6 de abril, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y el mandatario ruso, Vladímir Putin, mantuvieron una conversación telefónica para tratar de agilizar la importación de la vacuna.

Durante esa conversación también se acordó que una delegación de la Anvisa visite en los próximos días las instalaciones del Instituto Gamaleya en Rusia dónde se produce la vacuna Sputnik V.

(Sputnik)