El Gobierno del Reino Unido revelará en mayo qué países considera más o menos seguros como destino de viaje en un sistema por colores -verde, naranja y rojo–, que determinará a su vez las medidas que exigirá a los viajeros para evitar la propagación del coronavirus.

El ministro de Transporte, Grant Shapps, presentó este nuevo mecanismo «de semáforo», anteriormente anunciado, por el que los viajeros a los países «verdes» no habrán de hacer una cuarentena a su regreso al Reino Unido, aunque sí tendrán que someterse a dos tests, antes y después de volver.

Quienes vayan a territorios «naranja» deberán aislarse diez días a su regreso y hacerse una prueba antes de volver y dos ya en este país (con la opción de una tercera al quinto día de regreso si se quiere acortar el aislamiento).

Los viajeros a países «rojos», cuya visita estará presumiblemente restringida, tendrán que hacer cuarentena en un hotel designado además de ese mínimo de tres pruebas diagnósticas.

Para clasificar a los países, el Gobierno mirará el progreso de su plan de vacunación, el grado de infección, la presencia de variantes de riesgo del virus y la fiabilidad de los datos científicos.

(EFE)