Este domingo se celebra la segunda vuelta de elecciones en Ecuador entre Andrés Arauz y Guillermo Lasso. En la primera, Arauz resultó ganador con el 32% de los sufragios, mientras que Lasso obtuvo el 19%. Al respecto, el analista político Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció reflexiones sobre este escenario que sigue siendo comprometido para el correísmo, puesto que, en 2017, cuando presentó una candidatura unida –la de Lenín Moreno– obtuvo 39% en la primera vuelta y 51% en la segunda, mientras que Guillermo Lasso acaparó 28% y 48,8%, respectivamente.

Así lo manifestó Pérez Pirela en su programa Desde Donde Sea, que transmite a través de medios digitales. En esta emisión, el director de la Iguana.TV indicó que el correísmo creció 12% entre un evento y otro, mientras que el candidato derechista logró conquistar a 20% más de los electores y si ese escenario se replica en el presente, Guillermo Lasso será el próximo presidente de Ecuador, puesto que indígenas y estudiantes no están convencidos por ninguna de las propuestas, lo que hace difícil realizar algún pronóstico confiable.

Desde otro ángulo, en 2021 esta capacidad de crecimiento es clave, puesto que la votación disminuyó en la primera vuelta, en comparación con la elección de 2017. En la primera vuelta, los candidatos que pasaron a la segunda vuelta acumularon globalmente 4,8 millones de votos, mientras que 5,7 millones de electores no optó por ninguno de los dos, razón por la cual el abstencionismo se erige como una de las fuerzas decisoras en este proceso electoral.

En este sentido, Pérez Pirela refirió que la mitad del electorado ecuatoriano tiene menos de 30 años, pero ninguno de los candidatos tiene la certeza de poder conquistarles en la segunda vuelta. En una comparativa, Lasso, conservador y neoliberal, ha apostado por bajarse de las tarimas y debatir con estudiantes y mujeres, además de una fresca campaña a través de TikTok. Andrés Arauz, por su parte, no ha conseguido identificación entre sus pares, pero tampoco entre los indígenas, con quienes el correísmo ha tenido una relación muy tensa.

Finalmente, para Pérez Pirela todo parece indicar que voto indígena no es afín a ningún candidato y la oferta electoral no convence a los votantes menores de 30 años, que son la mitad de todos los electores.

(LaIguana.TV)