Con la victoria del candidato de la derecha, Ecuador tiene por delante días muy difíciles en los que se aplicarán las recetas neoliberales a un país que ya viene sufriendo una intensa crisis económica agravada por el desastroso manejo de la pandemia. 

Tal es la conclusión del filósofo y comunicador Miguel Ángel Pérez Pirela, quien dedicó su programa, Desde Donde Sea, del lunes 12 de abril a analizar los resultados electorales de Perú, Bolivia y Ecuador, pero con énfasis en este último país, dado que se trataba de la segunda vuelta presidencial. 

“El candidato por la tercera vez, el neoliberal, empresario y banquero Guillermo Lasso, ganó las elecciones en Ecuador. Debo recordar que el jueves pasado, cuando hicimos el análisis previo, decíamos que no estaba segura la victoria de Arauz. Muchos usuarios y usuarias se enfadaron conmigo por decirlo. Les respondí que un cardiólogo no puede, en medio de una operación, cortar una vena porque le parezca más azul que otra. Hay que ser serios en el análisis. No sé si existe la neutralidad y la objetividad, ese es un gran debate en filosofía de la ciencia, pero debemos ser duros, crudos y descarnados. Algunas veces, los analistas prefieren decir lo que la gente quiere escuchar, pero eso no es un analista”. 

Tips

Presentó una serie de informaciones y consideraciones breves que aportan a la comprensión de lo ocurrido en Ecuador.  

En primer lugar, queda demostrado que en Latinoamérica -y no sé si en el mundo-, no se puede dejar cuidando ni la silla presidencial ni la pareja con nadie. Ese fue el primer error de Rafael Correa cuando puso el poder en manos de Lenín Moreno, quien lo traicionó en toda la línea. No se puede vehicular la política latinoamericana desde Bélgica, no se puede jugar a que hoy tengo protagonismo y mañana no.  

Por otro lado, Lasso desplegó una campaña sucia, una de las peores en la historia democrática de Ecuador, caracterizada, como otras de la región, por la venezolanización de los mensajes. “Les pagó, se dice que 20 dólares, a venezolanos migrantes para que se acostaran en los semáforos a decir que si votaban por Arauz pronto Ecuador estaría igual que Venezuela. Una burda campaña de guerra. Si eso es verdad, siento vergüenza y pesar por esos compatriotas que cobran por hablar mal de su país en el exterior”, señaló. 

Destacó también el rol cumplido por Carlos “Yaku” Pérez en la tormenta perfecta al dividir al movimiento indígena, que ya venía dividido por Lenin Moreno. “Pérez cantó fraude, pero tanto Lasso como Arauz terminan dándole un voto de confianza al Consejo Electoral, así que difícilmente podía salir Correa a advertir sobre un fraude a mitad de la jornada electoral, como lo hizo. Luego se retractó, dijo que sus proyecciones no eran las correctas y aceptó el resultado. Pérez, al llamar al voto nulo, le dio un espaldarazo a Lasso. Los votos indígenas no fueron a Arauz”, acotó.  

Un factor importante es que todo el aparato institucional puso las más diversas trabas a la candidatura de Arauz, mientras los medios de comunicación estuvieron al unísono a favor de Lasso, jugaron un rol preponderante y aplastaron la imagen del candidato de Correa. 

“Arauz tiene muchos méritos, pero no fue un buen candidato. Mostró gravísimos problemas de oratoria, muy dependiente del papel. No sabía si mantenerse en la línea del pasado del correísmo o tomar distancia. Con esa ambigüedad jugó muy bien la guerra sucia de Lasso. Él pudo haber reivindicado los logros de Correa, que dejó una economía floreciente y mucha infraestructura”. 

Datos y claves 

Es la primera derrota electoral del correísmo en 15 años, pues la de Moreno no fue una derrota en las urnas. Él era parte del correísmo, llegó al poder con sus votos y representó a la Revolución Ciudadana hasta que se decantó por la traición. Luego prácticamente cogobernó con Lasso, quien aplaudió todas sus medidas neoliberales y aupó la represión del 2019.  

-Cuando Rafael Correa ganó en 2006, también se enfrentó al empresariado, representado entonces por Álvaro Noboa. En 2013 venció a Lasso y en 2017, Moreno volvió a derrotar a Lasso.  

-Lasso tenía esa experiencia de sus dos derrotas y el apoyo de Estados Unidos, la OEA y la banca. Es accionista de uno de los bancos más grandes de Ecuador. 

-Lasso participó en otros gobiernos y ha sido fautor de decisiones que dejaron a los ahorristas y a la clase media ecuatoriana sin sus ahorros. 

Correa: ¿fortaleza o una limitante para Arauz? 

Se preguntó acerca del peso que tuvo la figura de Correa en el desempeño de la candidatura de Arauz, ¿fue una fortaleza o una limitante? 

“Algunos analistas dicen que el correísmo nace con Correa, no procede de un movimiento previo, tiene como principal carta de presentación su personalidad. Él encarna ese movimiento, fue muy capaz de ganar elecciones, pero no se pudo institucionalizar como movimiento más allá del líder –expuso como una posible respuesta-. Irse del país, confiando en la democracia burguesa ecuatoriana no creo que haya sido una feliz decisión”.  

Observadores del proceso afirman que aunque en la primera vuelta era necesario vincular a Arauz con Correa, en la segunda esa relación puede haberlo afectado negativamente porque había que convencer a los indecisos y aunque están fuera de toda duda los logros de Correa (boom económico, infraestructura, alfabetización), los medios de comunicación han satanizado al líder y su ausencia facilitó ese proceso. 

También es necesario considerar que una parte del voto duro de la derecha es anticorreísta de forma completamente enfermiza. 

“Moreno hizo todo lo necesario para allanarle el camino electoral a Lasso, quien en la campaña se desvinculó del mandatario y comenzó a hablar de él como parte de un gobierno correísta. 

El usuario Manuel Barrios comentó que la estrategia de EEUU en Ecuador y Colombia se orienta a mantener el poder, garantizar la permanencia de sus bases militares y tener control del negocio del narcotráfico. 

“Es cierto, al punto de que la Fiscalía colombiana se inventa un falso positivo, con el apoyo de la revista Semana, y hasta hay una visita de alto nivel durante la campaña para vincular a Arauz con la guerrilla colombiana”, añadió Pérez Pirela. 

¿Incapacidad de aglutinar a la izquierda?

Otro aspecto que quiso destacar el presentador del programa es el comportamiento del voto de izquierda e indígena.  

“Pareciera haber una incapacidad para aglutinar las fuerzas progresistas, pues si se suman los votos obtenidos en la primera vuelta del correísmo, representado por Arauz; el movimiento indígena Pachakutik, de “Yaku” Pérez; y la izquierda moderada de Xavier Hervas, da casi 67% del electorado. Y aun así gana el neoliberalismo en segunda vuelta. Ninguno de los otros dos líderes de ‘izquierda’ llamó a votar por el movimiento de Correa, sostuvo. 

“Arauz solo pudo sumar 15% más en la segunda vuelta al 32% con que ganó la primera. Es un dato brutal. Se quedó solo –subrayó-. Pérez y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) llamaron a su militancia al voto nulo y así se convirtió en una especie de tercer candidato en el balotaje porque les disputó apoyo a ambos. El voto nulo rondaba 17%, mientras de los votos válidos, Lasso llevaba el 52,52% y Arauz 47,48%. En realidad, la Conaie estaba enfrentada con el correísmo desde tiempos del gobierno de Correa”. 

“La izquierda democrática dejó en libertad a los suyos, pero Hervas dijo que él, personalmente, votaría por Lasso. La premisa de este líder fue que ‘el correísmo es una tendencia populista que se adorna con un mensaje antiimperialista, pero se arrodilla ante el imperio chino; predica la ecología, pero desangra la Pachamama; dice ser socialista y privatiza puertos, telefónicas, campos petroleros y mineros’, y con esas consideraciones, sumó votos al neoliberal Lasso”. 

A juicio de Pérez Pirela, se observa así una izquierda que se dividió más de lo que ya estaba por los errores de Correa y de Moreno. 

Contexto socioeconómico es crítico

Un punto clave de la jornada electoral es el contexto socioeconómico y la crisis sanitaria por la pandemia. “Aquí se incluyen situaciones de malversación de fondos públicos, especulación con el costo de insumos médicos, negación del colapso sanitario por parte del gobierno, lo que llevó a Ecuador a ser uno de los países más afectados de la región. Recuerden las imágenes de Guayaquil y Quito con cadáveres pudriéndose en las calles. Mucha gente pensó que esto iba a favorecer a Arauz, pero no fue así. Se debe sumar a esto un aumento del desempleo y casi seis millones de personas incorporadas a los índices de pobreza”, precisó. 

“Estamos hablando de un presidente que no cuenta ni siquiera con 10% de credibilidad, según las encuestas. Lo astuto de la campaña de Lasso fue que cogobernó con Moreno, pero en la campaña lo identificaron como continuador de las políticas del correísmo e hicieron que Arauz cargara con ese peso. Al sumar a Moreno al imaginario colectivo de la Revolución Ciudadana, la población se decantó por el empresario –explicó-. La gente no estaba pensando en modelos económicos o ideológicos sino en quién le puede resolver los problemas y, sobre todo, el de la salud”. 

¿Qué dijimos la semana pasada?

Pérez Pirela repasó lo dicho en el programa del jueves 09 de abril, en el que analizó las expectativas de las elecciones en Perú, Bolivia y Ecuador.  

“Las encuestas vaticinaban un empate técnico. La mitad del electorado es menor de 30 años y ninguno de los dos candidatos tenía la certeza de conseguir es segmento. Tampoco el de los indígenas. Arauz, en particular, no la tenía fácil con el sector indígena, que no había votado por él en la primera vuelta y tampoco iba a hacerlo en la segunda. En algún momento salió a anunciar con bombos y platillos que la Conaie lo apoyaba, pero el grueso de esa organización lo desmintió y lo dejó muy mal parado. Fue una cachetada que le afectó días antes de las elecciones, y Lasso, muy inteligentemente, posicionó en el imaginario colectivo que Arauz acostumbra mentir”. 

Citó los análisis previos hechos, el 21 de febrero, por el profesor argentino Atilio Borón, quien destacó que la fulminante irrupción de Xavier Hervas, un caballo negro que de la nada, en torno al 2%, saltó al 16% de los votos en menos de tres semanas mediante un intenso y efectivo trabajo en redes sociales, sobre todo TikTok. Sumó muchísimos votos en la primera vuelta y todos se los adosó a Lasso.  

Borón dijo: “Sobran las especulaciones acerca de quién sería más vulnerable ante una estrategia ofensiva de Arauz, hay quienes prefieren al banquero porque en ese caso el contraste sería de una claridad absoluta y, además porque Lasso cogobernó con Moreno estos últimos cuatro años y tendrá que hacerse cargo de la debacle en que ambos han sumido al país. Esto es cierto, pero también lo es que si hay un político en Ecuador que dispone de un enorme poder financiero, mediático, político y en el ámbito judicial, este personaje no es otro que Lasso, quien puede comprar muchas voluntades, movilizar al sicariato mediático y judicial e intervenir cuantiosamente en su campaña sin dificultad alguna. Todo el establishment de alineará incondicionalmente detrás de su candidatura”.  

En opinión de Pérez Pirela eso fue precisamente lo que sucedió. Lasso se montó sobre una muy cruel guerra sucia, un trabajo de propaganda de guerra. 

“En la segunda vuelta, Arauz trató de asumir una identidad propia y de vincular a Lasso con el gobierno de Moreno y en decir que es banquero. Hasta ahí llegaron sus ataques. Eran argumentos archiconocidos. En cambio, Lasso se desmarcó de la pelea política y convenció a los votos que se habían ido con otras opciones, remontando así los 13 puntos que le había sacado Arauz en la primera vuelta. Su lema fue ‘El Ecuador del encuentro’ y pareció funcionar entre los votos dispersos, pues muchos cayeron en esta trampa electoral cazabobos”, aseveró. 

“En los hechos, Lasso apareció como expresión de la vieja política oligárquica, Arauz como muestra de la política en descomposición y Carlos ‘Yaku’ Pérez terminó siendo el segundo voto mayoritario en el Parlamento desde la primera vuelta. El bloque mayoritario es el correísmo y Lasso es la tercera bancada, con muy poco apoyo parlamentario. Pachakutik y Pérez tendrán un rol fundamental para proyectarse como la oposición a Lasso, y si Arauz y el correísmo no se ponen las pilas, van a terminar descartados como una tercera fuerza”, advirtió.  

El poco recomendable triunfalismo

Un factor que pudo haber afectado a Arauz es el triunfalismo. Para sostener esta hipótesis, refirió las declaraciones del abogado y periodista español radicado en Ecuador Fernando Casado, en una entrevista para LaIguana.TV. “El correísmo esperaba una victoria fácil y tuvo un auténtico desastre electoral”, dijo.  

Casado hizo parte de un equipo que analizó la feroz campaña desplegada en medios convencionales y en redes sociales, con cuantiosos recursos financieros, contra la opción del candidato Arauz desde 2020. 

“A su juicio, el resultado parece ser incongruente con el clima de descontento que sacudió al pueblo ecuatoriano y que afectaba más directamente a Lasso que a Arauz, pues al banquero se le puede considerar cómplice de la terrible gestión gubernamental de la emergencia sanitaria del covid-19. Pese a ello, Lasso resultó electo por un pequeño, pero muy válido margen. 

El peso de las regiones

Pérez Pirela quiso mostrar también algunos datos que proyectan luz sobre el comportamiento electoral por regiones, pues no es lo mismo lo ocurrido en la Costa que en el altiplano. Para ello, volvió a citar a Casado, quien calificó como “debacle absoluta lo ocurrido en Pichincha, donde está la capital, Quito, y constituye el 17% del padrón electoral. Allí, la opción de Lasso ganó por 30 puntos”. 

“Hubo un desmoronamiento del correísmo en la capital y en toda la Sierra Centro, donde se produjo un voto anticorreísta muy fuerte. En esta región es donde tuvo más fuerza en primera vuelta el voto de Yaku Pérez. Se suponía que iban a votar nulo en la segunda, pero no lo hicieron, sino que se impuso el anticorreísmo, hasta el punto de que en algunas provincias ha llegado a producirse un 75% de Lasso versus 25% de Arauz. Son provincias pequeñas que tienen un peso de entre 1,5% y 3,5%, pero, aun así, al sumarse, la paliza de Lasso ha sido muy contundente”, expresó. 

“En tercer lugar, la Costa claramente se mostró correísta y puso en evidencia la división que hay en el país entre la Sierra y la Costa. Sin embargo, esa tendencia no generó un peso suficiente para compensar la ventaja que logró Lasso en la Sierra”. 

Los discursos

El moderador comentó los discursos de los protagonistas del choque electoral, una vez conocidos los resultados. 

En el mensaje en el que reconoció su derrota, Arauz llamó a poner fin a la persecución política en el país. Dijo que fue un traspié electoral, pero no una derrota política ni moral.  

“Yo creo que sí es una enorme derrota política, no solo para Ecuador, sino también para todos los movimientos progresistas, movimientos populares, y liderazgos sociales de la región”, contradijo el presentador.  

“Es significativo que haya hablado del cese de la persecución en su primera reacción después de la derrota. Se enmarca en que durante los cuatro años de Moreno, numerosos funcionarios, empezando por el expresidente Correa, fueron sometidos a procesos judiciales por presuntos actos de corrupción”, detalló. 

Correa, por su parte, dijo: “No es un final sino un comienzo, ha dicho Andrés. Gracias a todos por su apoyo. Sinceramente creíamos que ganábamos, pero nuestras proyecciones eran erradas”. 

Para el conductor de Desde Donde Sea, esta fue una frase muy infeliz. “Insisto en que no se puede hacer política desde Europa, tratando de improvisar líderes con un perfil tecnocrático y en pocas semanas tratar de ganar unas elecciones. Dios agarre confesados a los ecuatorianos y las ecuatorianas que va a aplicar las políticas de shock. Vienen tiempos muy difíciles, sobre todo para los más pobres”, aseveró.  

El expresidente le deseo suerte a Lasso, acotando que su suerte será la de Ecuador. “Solo le pido que cese la persecución judicial que destruye vidas y familias”, expresó, en la misma línea que Arauz. 

Correa tiene varios procesos en curso por lo que lleva años denunciando persecución política. Por ejemplo, en el denominado caso Sobornos, por el que tanto él como su exvicepresidente, Jorge Glas, fueron sentenciados a ocho años de cárcel. Los magistrados dictaminaron que ellos actuaron a través de influjo psíquico para incitar a otros funcionarios a cometer el delito de cohecho.  

Otro caso emblemático es el Balda, en el que vinculan a Correa en el presunto secuestro del político Fernando Balda, ocurrido en agosto de 2012 en Bogotá. Glas también fue sentenciado a seis años de cárcel dentro del caso Odebrecht al ser encontrado culpable de asociación ilícita, en un caso en el que la Fiscalía se abstuvo de señalar al ejecutivo y delator de Odebrecht, José Conceicao dos Santos Filho, pese que figuraba como el hombre que dominaba el esquema de sobornos. 

El más reciente es el caso Singue. En enero pasado se dictó sentencia de otros ocho años de prisión para Glas y para el exministro de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pastor; el exgerente de Refinación de Hidrocarburos y extitular de la cartera de Energía, Carlos Pareja y al empresario César Guerra. Otras tres personas recibieron cuatro años de cárcel. 

¿Qué viene para Ecuador?

Procuró presentar entonces los escenarios que se plantean en Ecuador, tras el desenlace electoral. 

“El resultado es que un banquero está al frente al pueblo de Ecuador. Luego de 35 años de democracia, un representante orgánico del empresariado llega al gobierno de manera directa. Es la primera vez desde que León Febres Cordero, en 1984, había reinaugurado el vetusto régimen oligárquico ecuatoriano en pleno apogeo neoliberal; pero Lasso enfrenta una crisis múltiple de difícil resolución. Tan solo la prolongación de la pandemia de covid-19 implica un bloqueo político permanente”, sentenció.  

“La respuesta a la pregunta de lo que viene para Ecuador la ha dado Lasso en su campaña, con muchísima transparencia: Apertura a la inversión extranjera que traerá el quiebre de la producción interna; acuerdo con el FMI; potenciación del sector privado en desmedro del Estado; expansión de la minería metálica; flexibilización laboral, es decir, más desempleo; profundización del modelo productivo basado en la extracción de recursos naturales. En suma, el neoliberalismo puro y campante para un país en una grave crisis económica. Lasso llega formalmente al poder, pero viene de cogobernar con Moreno –aseguró Pérez Pirela-. Evidentemente, las condiciones del país no son favorables para la aplicación de este modelo neoliberal. Recordemos el levantamiento popular de octubre de 2019 contra Moreno e indirectamente contra Lasso, que evidenció la existencia de profundos problemas estructurales imposibles de resolver desde el ámbito de la economía liberal. Las demandas del movimiento indígena, en favor de un Estado plurinacional, y las de otros movimientos sociales aparecen en primera fila y Lasso está sentado sobre una bomba de tiempo. Vamos a ver en cuánto tiempo explota. Carlos Andrés Pérez lo hizo en pocos días, ya veremos cómo lo hace Lasso”. 

Agregó que sobre le correísmo hay un gran signo de interrogación porque no se sabe si Arauz seguirá el frente de esta corriente. “En tanto, Pachakutik y Yaku Pérez ahora se venden como la parte ‘progre’, como la izquierda ‘cool’ patrocinada por George Soros en Latinoamérica, la tan afamada Tercera Vía con luchas como la autonomía territorial de los pueblos y nacionalidades indígenas, las restricciones a la destrucción de la naturaleza o la despenalización del aborto, es decir, postulados que suelen entrar en un terreno en el que cualquiera que se llame izquierdista o progresista, aunque no lo sea, no tiene permitido el cuestionamiento, pero cuyas formas de lucha y de consecución no son explicadas ni expuestas de forma transparente a la población y donde las ONG y las transnacionales tienen más voz y voto que el Estado-nación. Yaku Pérez se va a presentar como la izquierda alternativa”. 

El propio Lasso, por su parte, intentará camuflarse, presentándose como “el papá de las niñas adolescentes con embarazos precoces, el defensor del movimiento LGBT y pare usted de contar. Son dos especies de socialistas, progresistas o el nombre que se quieran poner. Correa, después de una gestión que le dio tanto a Ecuador en materia social, económica y de infraestructura, termina siendo un expresidente que trata de hacer política desde Bélgica. En conclusión, vienen días muy tristes para Ecuador, sin ser pájaro de mal agüero”. 

Perú

Durante el programa, también pasó una revista rápida a lo ocurrido en Perú, donde se realizaron los comicios para elegir un presidente, dos vicepresidentes y 130 parlamentarios y 5 representantes al Parlamento Andino.  

La Oficina Nacional de Procesos Electorales informó que con 56,6% de las actas escrutadas marcha en primer lugar Pedro Castillo, de Perú Libre, con 16,33%; seguido de Hernando de Soto, de Alianza País, con 13,5%; Keiko Fujimori, de Fuerza Popular con 12,9%; y Rafael López Aliaga, de Renovación Popular, con 12,9%.  

Ningún candidato tiene suficiente ventaja, tal como lo anticipaban las encuestas y análisis que presentamos el jueves pasado. El resultado definitivo de quienes irán a la segunda vuelta se sabrá en el mes de mayo, según informó el presidente del Juzgado Nacional de Elecciones, Jorge Luis Salas Arenas. La presidencia de Perú se definirá el 6 de julio. En las elecciones de 2006 el conteo tomó 26 días y en la de 2011, 33 días y las de 2016, 29 días.  

“Si en Venezuela pasa algo así, entran los Cascos Azules a restablecer la democracia”, ironizó. 

“La política en Perú está muy fraccionada, al punto de que entre el primer lugar va de 16 a 12 puntos. Esto hace pensar en que habrá un Congreso mucho más atomizado del que ya había. Es un país donde el Poder Ejecutivo no puede hacer casi nada sin el apoyo del Congreso. Por eso se prevé que vendrán nuevas crisis institucionales. El choque entre ambos poderes es cuestión de tiempo. Lo que se anticipa es que Perú seguirá viviendo una situación caótica en los próximos años”, vaticinó. 

Bolivia

En cuanto al proceso regional boliviano, indicó que este país volvió a las urnas luego de la primera vuelta del 9 de marzo en la que se eligieron 336 alcaldes y 9 gobernadores con una participación de 86% del padrón nacional.  

Cuatro departamentos (La Paz, Chuquisaca, Tarija y Pando) concurrieron a votar con un ligero ausentismo, según el Tribunal Supremo Electoral.  

Los departamentos de Santa Cruz, Cochabamba, Oruro, Potosí y Beni ya tienen gobernadores, tres del MAS y dos de oposición. El MAS espera ganar en La Paz, por su peso electoral y por ser la capital, y de Tarija, región rica en recursos naturales y no perder el control de Cochabamba y Pando. Sin embargo, los resultados preliminares apuntan a que el partido de gobierno perderá estas regiones. El 3 de mayo los nuevos mandatarios tomarán posesión de sus cargos.  

Los resultados se conocerán cuando los cuatro tribunales electorales departamentales los entreguen oficialmente, lo que puede suceder el próximo fin de semana. 

(LaIguana.TV)