El primer ministro de Haití, Joseph Jouthe, presentó su dimisión este miércoles, mientras el país caribeño atraviesa una grave crisis política y de seguridad desde hace varias semanas.

Jouthe anunció su dimisión en un mensaje difundido de madrugada a través de Twitter. Al mismo tiempo, el presidente Jovenel Moise aceptó la renuncia por la misma vía y anunció que el actual canciller, Claude Joseph, asumirá el cargo de primer ministro.

En su mensaje, Jouthe no informó del motivo de la dimisión del cargo, el cual asumió en marzo de 2020, afirmó que ha sido «un honor» servir a su país y agradeció a los miembros de su Gobierno y «a los socios técnicos y financieros» por su colaboración.

Pocos momentos después, el presidente Moise aceptó la dimisión del gobierno de Jouthe, y aseguró que su salida permitirá avanzar en el problema de la inseguridad y en la solución de la crisis política.

«La dimisión del Gobierno, que he aceptado, permitirá abordar el flagrante problema de la inseguridad y proseguir las conversaciones para alcanzar el consenso necesario para la estabilidad política e institucional de nuestro país. El ministro Claude Joseph es nombrado primer ministro», escribió Moise en Twitter.

Jouthe fue designado primer ministro el 2 marzo de 2020, pero su nombramiento no fue ratificado por el parlamento haitiano, como establece la Constitución, ya que el legislativo se encuentra clausurado desde enero de 2020 por la no celebración de las elecciones previstas para 2019.

A mediados del mes pasado, el ahora exprimer ministro amenazó con abandonar su puesto, y presentó una carta de dimisión al jefe de Estado sin colocarle fecha. Desde el Palacio Nacional se dijo entonces que Jouthe siempre estaba dispuesto a irse, «si su salida puede facilitar o mejorar la coherencia del gobierno».

Su dimisión sucede en momentos de una grave crisis de seguridad, después de que el pasado fin de semana fueran secuestrados 12 religiosos, incluidos dos de nacionalidad francesa, en medio de una oleada de raptos perpetrados por bandas armadas.

El lunes Jouthe dio una rueda de prensa en la que calificó el secuestro como «un terremoto» que está causando «el derrumbe» de los cimientos de la sociedad haitiana.

El país también atraviesa una grave crisis política, pues la oposición no reconoce la legitimidad del presidente Moïse y se niega a participar en la redacción de la nueva Constitución que trata de impulsar el mandatario.

Este martes la oficina de la ONU en Haití advirtió de que el proceso de consultas en torno del borrador de la nueva Constitución no es «lo suficientemente inclusivo, participativo o transparente».

Moïse prepara de forma paralela la celebración de elecciones legislativas y presidenciales, las cuales están convocadas para el próximo 19 de septiembre, en las que se elegirá al sucesor del actual jefe de Estado.

(teleSUR)