En su programa Desde Donde Sea, el comunicador y filósofo venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela analizó las causas tras la derrota del candidato izquierdista Andrés Arauz en los recientes comicios presidenciales de Ecuador, entre las que destacó el haber anunciado falsamente que contaba con el respaldo de las organizaciones indígenas y el haber adelantado una campaña electoral poco efectiva.  

Pérez Pirela recordó que el escenario preelectoral no parecía favorecer a Arauz, pues las encuestadoras habían predicho un empate técnico entre los candidatos, a lo que se añadía que «la mitad del electorado ecuatoriano tiene menos de 30 años» y ninguno de los dos tenía asegurado el respaldo ni de los jóvenes ni de los indígenas.  

Así, explicó, este último sector, no apoyó al candidato del correísmo en la primera vuelta y en el ‘ballotage’ fue decisivo para definir el vencedor.  

A las dificultades previas se añadió que la campaña de Arauz anunció «con bombos y platillos el supuesto apoyo de la CONAIE» –Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador–, cuando en la realidad solo individualidades se sumaron a su causa.  

Esto ocasionó que la mayor parte de los miembros de esa organización lo desmintieran en público y él quedara como un mentiroso ante la opinión pública, hecho que no fue desaprovechado por la campaña de su adversario, Guillermo Lasso, quien «posicionó muy inteligentemente en los debates presidenciales y en el imaginario colectivo: ‘Arauz, no vuelvas a mentir otra vez’ o ‘Arauz, estas volviendo a mentir'», detalló Pérez Pirela.  

De otra parte están las ventajas comparativas con las que contaba el banquero en esta contienda y a ese respecto, el comunicador recuperó las reflexiones formuladas por el intelectual argentino Atilio Borón el pasado 21 de febrero, poco después de la primera vuelta.  

Ya entonces, Borón advirtió sobre el efecto adverso que podría tener sobre la candidatura de Andrés Arauz «la irrupción de Xavier Hervas«, un candidato que «en menos de tres semanas» pasó de contar con un respaldo «en torno al 2%», para cosechar finalmente 16% de los sufragios, «apelando a un intenso y harto efectivo trabajo de las redes sociales, sobre todo el TikTok«, capital electoral que a la postre se traspasaría prácticamente en su totalidad a Lasso, acotó el analista venezolano. 

«Sobran las especulaciones acerca de quién sería más vulnerable ante una estrategia ofensiva de Arauz. Hay quienes prefieren al banquero, porque en ese caso, el contraste entre ambas propuestas sería de una claridad absoluta y, además, porque Lasso cogobernó con Moreno estos últimos cuatro años y tendrá que hacerse cargo de la debacle en que ambos han sumido al país», dijo el experto argentino en febrero. 

Sin embargo, también alertó que «si hay un político en Ecuador que dispone de un enorme poder financiero, mediático, político y en el ámbito judicial, ese personaje no es otro que Lasso», pues cuenta con la capacidad de «comprar muchas voluntades, movilizar al sicariato mediático y judicial e intervenir cuantiosamente en su campaña sin dificultad alguna», amén de vaticinar que «todo el ‘establishment’, se alineará incondicionalmente con su candidatura», lo que finalmente acabó por suceder. 

Miguel Ángel Pérez Pirela agregó que el candidato derechista «se montó sobre una campaña electoral caracterizada por una muy cruel guerra sucia», basada en lo que casi podría catalogarse como «propaganda de guerra», al tiempo que su adversario se enfocó en tratar de posicionar «una identidad propia», al tiempo que atacaba a Lasso por sus vínculos con el cuestionado gobierno de Lenín Moreno y su condición de banquero.   

En su opinión, esa estrategia de Arauz resultó en un fallo porque el electorado ecuatoriano está consciente de quién es Lasso y resultaba totalmente inútil atacarlo por razones que ya son conocidas por todos.  

A contrapelo, «Lasso se desmarcó de la pelea política y convenció más a los votos que se habían ido con otras fuerzas políticas, remontando los 13 puntos que le había sacado Arauz en la primera vuelta», apelando a un eslogan de campaña que logró convencer a «los dispersos»: «El Ecuador del encuentro».  

Adicionalmente, como ya se ha hecho costumbre en la región, Lasso apeló a la «venezolanización» de la contienda y se valió de presuntos migrantes venezolanos, a quienes habría pagado 20 dólares por decir que habría que conseguir » que lograr que Ecuador no terminara como Venezuela». 

«En los hechos, Lasso apareció como expresión de la vieja política oligárquica, Arauz lo hizo como manifestación de una política en franca descomposición y, mientras tanto, el partido Pachakutik, con Carlos Pérez, alias «Yaku Pérez» al frente, ya representa el segundo bloque mayoritario en el Parlamento desde la primera vuelta», redondeó el experto. 

Para concluir, advirtió que este escenario es particularmente desventajoso para el correísmo, que aunque es el bloque con mayor cantidad de escaños, es seguido por Pachakutik –el partido de Lasso tiene una representación legislativa exigua–, que tratará de erigirse como la verdadera oposición al derechista, por lo que si no recomponen su estrategia, Arauz y el correísmo pueden terminar «descartados, incluso como una tercera fuerza» política del país.  

(LaIguana.TV)