Un equipo de expertos de la Universidad de Duke, Carolina del Norte, Estados Unidos, pidió al gobierno de Joe Biden que comparta las dosis sobrantes que tiene el país, que según sus proyecciones, en julio alcanzará la cifra de 300 millones de vacunas.

La solicitud la hacen con el propósito de cortar la brecha de desigualdad que hay en la distribución mundial de fármacos, para combatir la COVID-19.

Según informan medios internacionales, EEUU ha proporcionado el envío de vacunas de AstraZeneca a países como Canadá y México, sin embargo, este fármaco no está autorizado para ser aplicado en suelo estadounidense. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, declaró que EEUU no compartirá las inyecciones de forma más generalizada hasta que el país esté «más seguro» sobre sus propios suministros.

“Las naciones más ricas del mundo acaparan gran parte del suministro a corto plazo. Al ritmo actual de administración de vacunas, 92 de los países más pobres del mundo no vacunarán al 60% de su población hasta 2023 o incluso más tarde”, dice parte del informe suscrito por los doctores Krishna Udayakumar y Mark McClellan, expertos en salud de Duke.

(LaIguana.TV)