¿Alguna vez te has preguntado cuántas burbujas podría contener una cerveza? Un equipo de científicos parece haber encontrado la respuesta.

Unos investigadores de la Universidad de Reims Champagne-Ardenne, en Francia, han realizado un experimento totalmente insólito: lograron calcular cuántas burbujas de dióxido de carbono (CO2) se forman en la espuma cuando se vierte en un vaso.

En su experimento, los científicos utilizaron un vaso de 250 mililitros y la cerveza más popular y espumosa, la lager. ¡Llegaron a la conclusión de que contiene incluso más burbujas que una copa de 100 mililitros de champán! Mientras que en el popular vino espumoso se forman alrededor de un millón de burbujas, en la cerveza podría haber entre 200.000 y dos millones.

Pero, ¿de qué depende su cantidad?

«Es el resultado de la fina interacción entre el CO2 disuelto, las partículas diminutas o las imperfecciones del vidrio que actúan como sitios de nucleación de burbujas y la dinámica de las burbujas ascendentes», explican los autores del estudio.

Las grietas y cavidades en el vidrio del vaso pueden alcanzar los 1,4 micrómetros de ancho. Curiosamente, las burbujas aumentan de volumen a la hora de acercarse a la superficie, pues captan y transportan el gas adicional acumulado en las grietas, y cuanto más grandes son las imperfecciones, más burbujas se forman.

Las burbujas también desempeñan un papel importante en cómo percibimos el sabor de la cerveza, y es que transportan compuestos de sabor y olor.

(Sputnik)