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Este 20 de mayo finalmente, y a pesar de todas las amenazas internas y presiones por parte de países hegemones del norte del mundo, se celebraron en un clima de paz las elecciones presidenciales en Venezuela.

 

Los resultados dieron una impactante victoria del candidato presidencial a la reelección, Nicolas Maduro, quien ganó con 6.711.110 votos, contra 1.989.412 de su contendiente más cercano, Henri Falcón.

 

Pero acaso el triunfo más grande para las fuerzas de la Revolución Bolivariana fue el 48% de participación en medio de ataques de todo tipo contra el elector venezolano. De ello es necesario extraer algunas conclusiones al calor de los recientes resultados.

 

Grandes derrotados

 

Los grandes derrotados de las elecciones presidenciales no fueron solo los candidatos Falcón y Bertucci, como quizás podría pensarse en un primer momento, sino la Mesa de la Unidad Democrática, MUD por sus siglas, y sus cuatro fundamentales partidos (PJ, AD, UNT, VP).

 

Su llamado a la abstención fue derrotado con el 48% de participación popular. Podríamos decir que este resultado fue el golpe de gracia a los partidos tradicionales de la oposición y su enésimo error abstencionista.

 

Brecha de votos

 

La victoria del reelecto Nicolas Maduro fue acompañada por la brecha de votos más grande de toda la Quinta República venezolana. Dicha brecha tiene que ver con una oposición dividida en tres toletes: por una parte están los Abstencionistas (partidos tradicionales de la MUD), y por otra los dos excandidatos presidenciales Henri Falcón y el pastor evangélico Bertucci.

 

Los desmanes de esta división apenas comienzan para la oposición que ahora tiene el reto de encontrar una nueva unidad, cada vez más incierta.

 

Países y mandatarios derrotados

 

Otros de los derrotados en las elecciones presidenciales fueron los países y mandatarios foráneos que presionaron a Venezuela para suspender sus elecciones. El porcentaje de Nicolás Maduro es mayor al de muchos de estos jefes de Gobierno que cuestionaron las elecciones venezolanas. Pero también la participación electoral con la cual ganó Maduro supera la participación con la que resultaron electos muchos de estos presidentes.

 

Aquí algunos ejemplos: Oscar Berger, Guatemala 2003, 46,80%. Alvaro Uribe, Colombia 2006, 45,05%. Juan Manuel Santos, Colombia 2010, 44,34%. Sebastián Piñera, Chile 2017, 46,70%. O el caso particular de Temer que no fue elegido por nadie para ser presidente de Brasil.

 

Nicolás Maduro gana las elecciones presidenciales del 2018 con 68% de los votos.

 

Elecciones de maquinaria

 

Estas elecciones finalmente se demuestran como un evento de maquinaria partidista. El Partido Psuv se demuestra pues como el partido con mayor capacidad de arrastre de votos. Los votos «duros» del chavismo sacan la cara y suman 6 millones en medio de una grave situación económica, fruto de un bloqueo económico internacional contra Venezuela y errores internos de gestión gubernamental.

 

Participación electoral

 

Casi la mitad del padrón electoral venezolano ejerció valientemente su derecho humano al voto. Con ello el pueblo venezolano ratificó (más allá del tinte político particular de cada quien) su vocación democrática contra las amenazas internas y externas que coartaban la participación de los ciudadanos.

 

Es de recordar que en los últimos 18 años Venezuela ha realizado 25 procesos electorales, de los cuales la Revolución Bolivariana ha ganado 23. Pero otro dato quizás nos puede ayudar a entender el talante y vocación democrática de los venezolanos: en los últimos 9 meses el país ha realizado elecciones Constituyente, Municipales, Regionales y Presidenciales.

 

Error de lectura

 

Resulta sarcástico, por decir lo menos, que representantes de la MUD traten de confundir a sus seguidores atribuyéndose un supuesto triunfo por los niveles de abstención en las elecciones presidenciales. Hay que aclarar que el 48% de participación no puede ser considerada una participación baja. Y aunque lo fuese, dicha abstención no dependió en ningún momento del tibio llamado abstencionista del sector de la MUD que solo representa uno de los tres sectores de la dividida oposición venezolana.

 

Los NOvotos no son votos y la abstención no elige a nadie. La derrotada abstención opositora pone todas sus esperanzas ahora en un bloqueo internacional contra Venezuela y hasta una posible intervención militar estadounidense. Por ahora, y con Maduro 6 años más en el poder, estas son las únicas verdaderas propuestas que la derecha le tiene a sus seguidores.

 

Ultimátum

 

En el campo revolucionario, el pueblo que ratificó la confianza electoral a Maduro, hoy día clama por soluciones concretas a la grave situación económica, so pena de que este sea el último apoyo contundente a su gestión.

 

Por Miguel Ángel Pérez Pirela

 

(LaIguana.TV)