Indígenas de la comunidad misak derribaron este miércoles en la ciudad colombiana de Cali la estatua de su fundador, el español Sebastián de Belalcázar, en el comienzo de una jornada de protestas para rechazar el proyecto de reforma fiscal presentado por el Gobierno.

Los indígenas llegaron esta mañana hasta un cerro del barrio La Arboleda, de Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, donde con sogas echaron al suelo la estatua de bronce fundido instalada en un mirador que lleva el nombre del europeo y es uno de los símbolos de la ciudad.

La estatua de Belalcázar, nacido en 1480 en lo que es la actual provincia española de Córdoba, no se desprendió completamente de su pedestal porque la Policía intervino antes de que los manifestantes terminaran su acto, pero luego decenas de misak volvieron para tratar de arrancarla totalmente.

Sebastián de Belalcázar fue un conquistador español que fundó Quito en 1534, así como las ciudades colombianas de Popayán (1535) y Cali (1537), entre otras en el suroeste del país.

“Indígenas del pueblo misak acaban de derribar estatua del genocida Sebastián de Belalcázar. El genocidio que comenzaron los colonizadores no ha terminado. En el gobierno de (el presidente Iván) Duque han asesinado más de 190 líderes indígenas”, dijo en sus redes sociales la presidenta del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), Martha Peralta Epieyú.

La figura del conquistador español es fuertemente rechazada entre los misak, que denuncian que Belalcázar cometió delitos como “genocidio, despojo y acaparamiento de tierras, desaparición física y cultural de los pueblos” indígenas.

En septiembre del año pasado, miembros de la misma etnia también derribaron la estatua de Belalcázar en Popayán, capital del vecino departamento del Cauca, como forma de “reivindicar la memoria de ancestros asesinados y esclavizados por las élites”, según denunciaron entonces.

La estatua fue restaurada en el mismo lugar días después por las autoridades, que rechazaron su derribamiento por considerarlo un ataque contra el patrimonio del país.

“Hemos solicitado a la Alcaldía a través de las secretarías correspondientes que adelanten el proceso de restauración de manera inmediata”, manifestó el secretario de Seguridad y Justicia de Cali, Carlos Alberto Rojas, al comentar el ataque de hoy al monumento.

El ataque a estatuas de conquistadores divide la opinión en Colombia entre quienes acusan de vandalismo a los indígenas y quienes valoran el gesto como una forma de reivindicar los derechos de su comunidad.

(EFE)