Windell Buotté es una cirujana estética muy conocida en Estados Unidos, en sus videos promocionales de YouTube se le ve bailar antes de iniciar los procedimientos con sus pacientes inconscientes. 

 

Todo comenzó cuando el trasto de una de sus pacientes llegó a Instagram, aunque ella había prohibido por escrito el uso de sus imágenes. Después de eso la policía comenzó una investigación que reveló cosas peores. 

 

Buotté enfrenta cuatro juicios por mala praxis, incluido el daño cerebral de una mujer. 

 

También la acusan de haber dejado cicatrices que deformaron a algunos pacientes. 

 

La doctora Windell Davis Boutté es nacional e internacionalmente reconocida como una cirujana cosmética y dermatóloga competente, solícita y compasiva», la presenta el sitio de su clínica en Lilburn, estado de Georgia. 

 

Según WSB­TV 2, sin embargo, ha dejado una serie de víctimas, como Icilma Cornelius, quien hizo un paro cardíaco, pasó demasiado tiempo sin que el oxígeno llegara a su cerebro y como consecuencia necesita atención por el resto de su vida.

 

El canal encontró al menos 20 videos de Boutté online, en los que canta y baila con su equipo en el momento de la cirugía; en general poco antes, pero con sus pacientes ya inconscientes y sobre una camilla, y al menos uno «en el momento de realizar una incisión”.

 

Monte Jackson recibió una cuenta de 29,000 dólares de un hospital donde debió pasar cuatro noches, la clínica de Boutté no es una instalación autorizada como un hospital, porque sufrió un coágulo sanguíneo peligroso como resultado del tratamiento. Jackson fue la mujer cuyo trasero se exhibió en Instagram aunque ella negó el permiso para que la médica usara imágenes de su cuerpo: «Específicamente me esforcé por asegurarme que mis fotos no terminaran en las redes sociales», dijo a la televisión de Atlanta. 

 

«Creo que Boutté es una médica imprudente que no se concentra en lo que es mejor para sus pacientes», dijo la mujer, cuya demanda se suma a cuatro anteriores. Ente ellas la de las hermanas Mitzi McFarland y Kristine Dolly que debían recibir un tratamiento llamado SmartLipo, que emplea láser, pero que Boutté cambió por una liposucción común, y les dejó cicatrices de importancia. 

 

(Azteca América)

dra.jpg