Abiertamente, mediante un aviso difundido en redes, el gobierno de Estados Unidos está ofreciendo financiamiento para la ya conocida “prensa libre” y para nuevos actores que quieran infiltrarse en los sectores populares de Venezuela y ofrecer información a favor de un cambio del sistema político al gusto de Washington.

“Por ejemplo, un proyecto exitoso podría implementar una nueva forma encriptada y segura de crear una red y distribuir información precisa a periodistas e influencers”, dice el documento de la Sección de Asuntos Públicos de la Unidad de Asuntos de Venezuela del gobierno estadounidense. 

Entre las ideas que el ente extranjero pone de antemano sobre la mesa están mecanismos para que las personas favorecidas hagan labores de inteligencia en sus zonas de residencia. “Otro proyecto podría identificar, formar y proporcionar equipos móviles para que los periodistas ciudadanos puedan informar eficazmente de lo que ocurre en sus comunidades, manteniendo su seguridad”, precisa el texto. 

También contempla talleres para que los periodistas con experiencia que se encuentran fuera del país (supuestamente exiliados) “formen” a los nuevos comunicadores. “Se podría crear un programa de tutoría para la nueva generación de periodistas que carece de la orientación de los veteranos obligados a salir de Venezuela. Un último ejemplo podría ser un proyecto que ponga en contacto a expertos con estudiantes de periodismo que pronto tendrán que enfrentarse a los problemas de la Venezuela actual”, añade.

El “aviso de oportunidad de financiación sobre el acceso a la información para formación y desarrollo de los medios de comunicación” contempla un Programa de Pequeñas Subvenciones, entre 10 mil y 100 mil dólares y demuestra la importancia que EEUU le concede al clima de opinión en el país.

En el ítem de denominado Ampliación del debate público, los promotores esperan recibir  proyectos que tengan como objetivo “aumentar y profundizar la información sobre los problemas de la comunidad y las cuestiones de política pública a nivel local, regional o nacional; aumentar la información, incluida la producción de contenidos, sobre el papel de la ayuda estadounidense a Venezuela y la importancia de ampliar los lazos económicos, políticos y culturales entre Venezuela y sus vecinos”.

Según la oficina estadounidense, este programa se justifica porque en Venezuela “todos los medios de acceso a la información para los venezolanos han estado en declive desde 2018” y “los esfuerzos actuales de los malos actores que emplean la intimidación y la violencia para sofocar las voces de los medios de comunicación independientes, junto con una máquina de desinformación altamente activa, ha dado lugar a un desierto de información de los medios de más de cinco millones de venezolanos con opciones limitadas para acceder a información precisa”. 

Significativamente, el documento habla directamente de “infiltración” al mencionar uno de los propósitos de estos proyectos. “Invitamos a presentar propuestas para financiar proyectos que se infiltren en ese desierto con acceso a información precisa”.

Las contradicciones afloran en cada línea de la propuesta. Como muestra, se trata de un plan para combatir la forma de gobierno que se ha dado Venezuela, pero bajo la promesa de difundir información imparcial.  Se trata de “apoyar el fortalecimiento de la prensa independiente venezolana, que utilicen tecnologías accesibles para asegurar el libre flujo de información no sesgada, y que ejecuten formas innovadoras de informar, y mantener informados, a los ciudadanos venezolanos mientras mantienen su seguridad bajo un ambiente opresivo”.

Hacen mucho énfasis también en el tema del adoctrinamiento de los periodistas. Por eso esperan recibir proyectos que “aumenten las competencias profesionales, refuercen las competencias de investigación periodística de los profesionales de los medios de comunicación, formen a los periodistas en nuevas técnicas y enfoques para hacer la transición al periodismo digital y refuercen los programas universitarios para los estudiantes de periodismo”

Los dueños de la alicaída prensa tradicional venezolana también podrán presentar sus propuestas para recibir dólares, pues el financiamiento está abierto para planes que pretendan “reforzar la capacidad de los propietarios y gestores para gestionar sus medios de comunicación independientes y hacer frente a los retos que se les plantean en el espacio mediático del siglo XXI”.

El plan de asistencia a medios e influencers no pierde ninguna oportunidad para hacer propaganda sobre el concepto de libertad de prensa que propala EEUU. En ese sentido, señala que la idea es “hacer comprender a la sociedad venezolana la importancia de la libertad de prensa, un requisito previo para una futura Venezuela libre y democrática, un valor clave compartido por Venezuela y Estados Unidos”.

(Clodovaldo Hernández / LaIguana.TV)