El exdiputado y autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaidó, planteó este martes 11 de mayo establecer un “Acuerdo de Salvación Nacional”, el cual surgiría de la negociación entre la oposición, el Gobierno Nacional y la comunidad internacional. 

A través de un material audiovisual, Guaidó sostuvo que dicho acuerdo contemplaría la convocatoria de un cronograma de «elecciones libres y justas», pero desconoce el recientemente designado Consejo Nacional Electoral (CNE) que, según las leyes venezolanas, regiría el Poder Electoral durante los próximos 7 años. 

La fracción opositora que se incorporó a la Asamblea Nacional a través del voto popular ha reconocido la designación de las autoridades electorales, que avanzan rápidamente en la organización del evento comicial para este mismo año, con observación internacional amplia y luego de una auditoría a todo el sistema de votaciones. 

Guaidó, sin hacer mención a los recurrentes escándalos de corrupción que envuelven al «interinato», ni tampoco a los bloqueos que dificultan la llegada de las vacunas anticovid a Venezuela, resaltó que “estamos utilizando todos los mecanismos y capacidades que dependen de nosotros, pero aún falta lograr el objetivo fundamental: recuperar nuestra democracia. No cualquier acuerdo o negociación que mantenga lo que está hoy: todo igual o que cambie espejos por algunos cargos. Venezuela necesita un Acuerdo de Salvación Nacional”. 

La propuesta de Guaidó es que este «acuerdo» debe contar con la presencia de las «fuerzas democráticas» que, según él, son los involucrados al gobierno imaginario, del chavismo (que excluyó de la supuesta posición «democrática») y la comunidad internacional. 

El chantaje consiste en que él provocaría el «levantamiento progresivo de las sanciones» unilaterales, que mantienen al pueblo venezolano sumido en una crisis económica cotidiana, a cambio de: elecciones «libres», liberación de políticos presos, el «regreso de los exiliados y justicia transicional». 

La ironía reside en que la misma persona que habla de garantías democráticas para la «reinstitucionalización de Venezuela» es la que firmó un contrato el año pasado para asesinar a los líderes del chavismo y atacar con armas y soldados mercenarios extranjeros la soberanía de nuestro país. 

En el audiovisual, Guaidó hace referencia a que el chavismo se ha robado las elecciones. Interesante escogencia del verbo «robar», cuando el dinero de CITGO que se usaba en buena medida para sustentar beneficios sociales del pueblo e incluso programas de salud a niños con cáncer ha sido repartido entre los miembros del «Estado» paralelo que -desde la oposición entreguista- han recorrido el mundo, saqueando los activos venezolanos. 

(LaIguana.TV)