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“El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, se ha convertido en un elemento pernicioso en la agudización de la crisis política nicaragüense”, advirtió el comunicador popular Oscar Barrantes Rodríguez en un trabajo publicado por varios medios alternativos centroamericanos. 

 

Explicó que en las alocuciones del citado prelado católico, reseñadas por distintos medios, se ha evidenciado que un sector de la Iglesia católica está interesado en obstaculizar el sendero de la paz, y ejercer un papel activo en la sedición con el objetivo de derrocar el Gobierno constitucional y legítimo de Nicaragua. 

 

“El papa Francisco se ha pronunciado por el diálogo y la solución pacífica de las discrepancias políticas en Nicaragua. No obstante, en contraposición al rol conciliador y constructivo de las máximas autoridades católicas, el obispo Báez interfiere en la política nicaragüense como un factor insidioso que promueve la violencia”, denunció Barrantes Rodríguez. 

 

Según el analista, “la discordancia del prelado Báez con la Santa Sede, está en consonancia con la necesidad de un liderazgo que no tiene la oligarquía golpista de Nicaragua”. 

 

Igual como ocurrió en Venezuela en 2017, el obispo Báez ha aparecido públicamente instigando a la violencia de sectores de la juventud. Recientemente les dijo: “Gracias porque ustedes han despertado a la nación”, “Estén atentos y no caigan en intimidaciones”, “Su protesta es justa y la iglesia los apoya”, “Los instamos, los animamos, a que no cesen en sus protestas”.

 

Barrantes Rodríguez indica que, por el contrario, el obispo se dedica a regañar a los jóvenes sandinistas que se manifiestan pacíficamente. “Los reprende altaneramente con sanciones desproporcionadas como: “En nombre de Dios no creen más tensión”, “Ustedes vayan a estudiar en vez de estar perdiendo el tiempo creando tensión”, “Esa música y esa camiseta del Gobierno no están contribuyendo a la paz”, “Aquí no nos van a engañar”.

 

(LaIguana.TV)