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Mariano Rajoy: «La sentencia (de la Gürtel) no condena a ningún militante del Partido Popular»

 
Falso. Ana Mato ha sido condenada a título lucrativo y no solo sigue siendo militante del PP. También continúa cobrando un sueldo como asesora del partido en Europa.

«La sentencia no recoge ninguna condena penal para el Partido Popular»

 

Porque los partidos, en esos años, no tenían responsabilidad penal alguna. La reforma legal que permite esto llegó en 2010 y en democracia la ley no se aplica con efecto retroactivo. El Partido Popular ha recibido en la sentencia de la Gürtel la máxima condena posible –una civil– con las leyes que estaban vigentes en esa época.

 

«La sentencia establece que no hay ninguna condena penal porque el partido no tenía conocimiento de los hechos».

 

Falso. La sentencia dice justo lo contrario. Página 1.515: «Los responsables del Partido Popular sabían cómo se financiaban las elecciones y en nuestro caso las de Majadahonda y Pozuelo; negarlo es ir no solo contra la evidencias puestas de manifiesto sino en contra de toda lógica».

 

«Únicamente se establece una responsabilidad civil por unos hechos acontecidos en dos ayuntamientos hace quince años.»

 

Falso. No es algo que pasó «en dos ayuntamientos». Es una trama de la que participaron los principales dirigentes económicos de la sede nacional de Génova, en alianza con varias cargos públicos en distintas administraciones, y donde han sido condenados dos de los tesoreros del partido; habrían sido tres de no ser por el estado de salud de Álvaro Lapuerta. La Gürtel tampoco llegó solo a «dos ayuntamientos», igual que lo de Camps no fueron solo «dos trajes». También han sido condenados varios cartos autonómicos del PP y aún faltan por llegar muchos otros juicios.

 

La sentencia también establece en los hechos probados que el Partido Popular mantuvo una contabilidad en negro durante dos décadas: al menos desde 1989 hasta 2008, cuando Rajoy ya era presidente del partido. Una caja B, nutrida de donaciones de empresarios que luego se llevaban obra pública, y de la que cobraban sobresueldos importantes dirigentes del PP.

 

«La sentencia no ha condenado a ningún miembro del Gobierno al que ustedes censuran»

 

No hay responsabilidad penal del Gobierno, pero sí política. Es Rajoy quien presidía el partido que se benefició de la caja B. Es Rajoy quien nombró al condenado Luis Bárcenas al frente de las cuentas del partido, y quien lo defendió incluso cuando encontraron su botín en Suiza. Es Rajoy quien aseguró que todo este proceso penal era una «cacería» contra el PP, una trama contra su propio partido. Es M. Rajoy quien aparece como receptor de 373.000 euros en esa contabilidad en B que la Justicia ha dado por probada. Es el presidente del Gobierno quien aparece como un testigo sin credibilidad, según los propios jueces. Es el PP que preside Rajoy quien intentó poner a todos estos corruptos en libertad, pidiendo la nulidad de las pruebas y la anulación de todo el juicio.

 

«Corrupción la hay en todas partes, no conoce barrios, banderas y doctrinas, qué le voy a contar yo a usted que no sepa. Dejemos esto y vayamos a lo importante para los españoles»

 

Falso. Corrupción no la hay en todas partes y es terrible que el presidente del Gobierno mienta así, torpedeando la credibilidad de todas las instituciones, para minimizar lo que pasa en su partido. Tampoco es verdad que el asunto no sea importante para los españoles: un 38,7% colocan la corrupción como el principal problema del país, según el último dato del CIS. 

 

«Desde que se conocieron los hechos, hemos ganado tres elecciones»

 

Desde que llegó la sentencia, no ha habido elección alguna. Y las urnas no sirven para absolver la corrupción.

 

«Lo que no debe es mentir en el Congreso de los Diputados»

 

Y por eso mismo, entre otras muchas cosas, Mariano Rajoy no debería seguir en La Moncloa.

 

(eldiario.es)