En la edición 312 de su programa Desde Donde Sea, el filósofo y analista político Miguel Ángel Pérez Pirela ofreció el parte actualizado de la situación en Palestina, a menudo presentada como un conflicto entre iguales, aunque se trata del ataque de uno de los ejércitos más poderosos del mundo a un pueblo prácticamente desarmado, que padece «un genocidio a cuentagotas» ante el silencio cómplice de buena parte de la mediática mundial.

Cronología de la escalada de violencia en la región

Para entrar en materia, el comunicador presentó una cronología de la más reciente escalada, que inició el pasado 7 de mayo de 2021, al estallar manifestaciones cuando los musulmanes abarrotaron la mezquita de Al Aqsa para rezar durante el mes sagrado del Ramadán.

La violencia se había estado acumulando en la ciudad santa de Jerusalén y en Cisjordania desde la semana anterior, pero el 7 de mayo, palestinos lanzaron piedras, botellas y fuegos artificiales contra la Policía israelí, que en un primer momento respondió con balas de goma y granadas aturdidoras. Estos eventos, refirió, dejaron un saldo de más de 220 personas heridas, en su mayoría, palestinas.

El 8 de mayo se enfrentaron palestinos y la Policía de Israel en Jerusalén Este. 121 palestinos fueron heridos durante la noche por las balas de plástico y las granadas aturdidoras.

En este momento, acotó Pérez Pirela, aún no se había desatado la escalada, pero un par de días después, la Media Luna Roja reportó que más de 330 palestinos resultaron heridos en los enfrentamientos que se produjeron en las inmediaciones de la mezquita Al Aqsa, con los que se respondía a una marcha desarrollada por grupos israelitas radicales para conmemorar la captura de Jerusalén en 1967.

El 11 de mayo, continuó relatando, Hamás aseguró que había disparado 130 cohetes contra Tel Aviv después de que un ataque aéreo israelí derribara un bloque de torres en Gaza y matara a 9 niños. Además, la organización amenazó con convertir a Israel en «un infierno».

De su lado, el ejército israelí confirmó que llevó a cabo ataques aéreos en represalia por los ataques cohetes en su franja costera, alegando que se habían lanzado solamente después de que militantes de Hamás cruzaran una «línea roja», disparando en la zona de Jerusalén por primera vez desde 2014.

En este punto, Pérez Pirela destacó que es imposible asumir una posición neutral «ante los ataques de uno de los ejércitos más poderosos del mundo contra un pueblo desarmado, bloqueado, sancionado», que es el octavo vendedor de armas en el planeta y cuya metodología de ataque es derribar edificios enteros con misiles, independientemente de quiénes sean sus ocupantes.

El 12 de mayo de 2021, la Corte Penal Internacional (CPI) manifestó su preocupación por la escalada de violencia en Cisjordania. «Observo con gran preocupación la escalada de violencia en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, así como en Gaza y sus alrededores y la posible comisión de crímenes bajo el Estatuto de Roma», declaró la fiscal Fatou Bensouda.

Desde esa fecha, comentó el también director de LaIguana.TV, las hostilidades entre Israel y Hamás se intensificaron. Aviones de guerra de Israel no han dejado de bombardear Gaza y los ataques se han cobrado la vida de más de 200 palestinos, entre ellos, 61 niños.

El experto mencionó que entre los mártires de los bombardeos, se encuentra el médico que dirigía la lucha contra el coronavirus en el mayor hospital de Gaza. Esto, sumado a los cierres de carreteras que impiden la circulación expedita de las ambulancias, compromete todavía más las condiciones sanitarias de los palestinos.

Destacó, asimismo, que los desproporcionados ataques no discriminan objetivos militares de objetivos civiles e inclusive, en los bombardeos a Gaza, se derribó el edificio donde funcionaban las oficinas de la agencia The Associated Press y de la cadena Al-Jazeera.

Las imágenes de los bombardeos son «de una tristeza colosal», razón por la cual es de la opinión que no debe sucumbirse «a esa especie de chantaje internacional, según el cual el mundo debe quedarse callado o enfocar el conflicto como que si se tratase de una disputa entre iguales».

Las reacciones internacionales al conflicto

Miguel Ángel Pérez Pirela precisó, que diversos organismos internacionales han llamado al fin de los ataques contra Palestina y han alertado que el territorio no es seguro para nadie, especialmente para los niños.

En el orden de aportar elementos que permitan calibrar la desproporción, añadió que además de atacar instalaciones sanitarias y medios internacionales, el Ejército de Israel ha destruido unas 30 escuelas.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, hizo «un muy tímido llamado a un cese al fuego en el conflicto», absteniéndose de usar la palabra «inmediato», luego de que el secretario de Estado, Antony Blinken defendiera la negativa de Washington a unirse a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU en rechazo a la agresión israelí contra Palestina, argumentando que malograría los supuestos esfuerzos «privados» se realizan para persuadir a las partes a que cesen las hostilidades, una postura que fue replicada por sus aliados en Europa.

A su parecer, al analizar la postura estadounidense, no puede dejarse de lado el peso que tienen los ‘lobbies’ israelíes que operan en el Congreso. De allí que, en su opinión, en un momento como este ejercen presión para que Estados Unidos respalde el genocidio que comete Israel contra Palestina, aunque en esta oportunidad, hubo voces que se manifestaron en contra.

Es el caso, comentó, de los senadores Chris Murphy (demócrata) y Tom Young (republicano), que a través de un comunicado bipartidista, hicieron un llamado para que se implementara un alto al fuego inmediato y se preservara la integridad los dos Estados.

En el mismo tenor se pronunció el lunes el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, respaldado por la petición de 30 senadores de su partido, aunque, acotó Pérez Pirela, esto no parece detener las intenciones belicistas de la Casa Blanca, que insiste en su apoyo irrestricto a Israel.

En el seno de la sociedad estadounidense, unas 140 organizaciones progresistas exigieron al gobierno de Biden que denuncie al gobierno de Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra contra el pueblo palestino por su política de desplazamientos forzados.

Trascendió, asimismo, que Biden ha mantenido tres conversaciones con Netanyahu y que se comunicó por separado con el líder de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás para conseguir un alto al fuego, pero sus gestiones fracasaron.

Para el filósofo venezolano, esto se explica por la negativa de la Casa Blanca a condenar a Israel, pues tal proceder impediría que Palestina le considerara como un interlocutor válido para mediar en el conflicto, asunto que pinta todavía más remoto, si se considera que The Washington Post reveló que el gobierno estadounidense aprobó una venta de misiles guiados de precisión a Israel valorados en 735 millones de dólares.

El gobierno de Abás advirtió que, de no remitir el conflicto, este podría extenderse más allá de las fronteras israelo-palestinas, pero en forma de una guerra con tenor religioso que causaría graves alteraciones en el orbe.

Otra institución que demandó el una desescalada, fue la Organización para la Cooperación Islámica, que agrupa a 57 países de la región. En un comunicado pidió el cese de los bombardeos, así como la protección de los civiles y de los lugares sagrados en medio del conflicto, relató Pérez Pirela.

Para concluir con las reacciones ante la nueva ola de conflictividad, destacó que el Secretario General de la ONU, António Guterres, aseguró que estaba «consternado» por el número cada vez mayor de víctimas civiles, muchas de ellas mujeres y niños, a causa de los ataques israelíes en Gaza.

Guterres también alertó que la «inminente» escalada de violencia tendría un devastador resultado para ambas comunidades, si no se detienen los enfrentamientos, pues asegura que estas acciones pueden desatar una crisis humanitaria «incontenible» e indicó que podían sumir a la región en un clima de inestabilidad.

Las posibles consecuencias de esta escalada de conflictividad entre Israel y Palestina

Desde el punto de vista de Pérez Pirela, esta nueva escalada de conflictividad entre Israel y Palestina podría traer dos importantes consecuencias.

De un lado está el que el conflicto pueda convertirse en «una guerra religiosa a gran escala», como alertara Mahmud al Habash, asesor del presidente palestino, Mahmud Abás.

En ese orden, Al Habash advirtió que «si el status quo continúa como está, y si Israel y sus colonos no dejan de provocar los sentimientos religiosos de los palestinos y los musulmanes en general, el mundo se enfrentaría a una guerra religiosa, cuyo fuego iría más allá de Palestina, y el mundo entero pagaría por esto».

Adicionalmente, aunque denunció que «la respuesta del mundo árabe y de la comunidad internacional ha sido deficiente», sostuvo que la Autoridad Palestina seguirá reclamando apoyo internacional para defender los derechos de su pueblo, sintetizó Pérez Pirela.

«El mundo pende de un hilo. No alzar la voz en favor del pueblo palestino implica propiciar un conflicto de talla mundial. Irán observa atento lo que sucede, Israel tiene arsenal nuclear», agregó el analista criollo.

En su criterio, la segunda consecuencia de las tensiones entre Israel y Palestina es el deterioro de las recién establecidas relaciones entre algunos países árabes e Israel y con base en datos puntualizados por el corresponsal de BBC Frank Gardner, detalló algunas de las implicaciones que los eventos podrían tener sobre «los muy celebrados Acuerdos de Abraham», que llevaron a los Emiratos Árabes, a Barein, a Marruecos y a Sudán», a regularizar sus relaciones con Israel.

Gardner sostiene que lo pactado dependería siempre de lo que se suscitase en el terreno, pero en el presente, cuando los eventos toman la forma de una violencia mortal, cualquier acercamiento público entre esos Estados e Israel quedó en suspenso.

Pérez Pirela comentó que los mencionados países árabes se embarcaron en una cooperación sin precedentes con Israel, en una amplia gama de sectores, incluyendo seguridad e inteligencia e incluso, a las pocas semanas de la firma, le dieron bienvenida VIP al Jefe del Mossad en el Golfo, algo impensable hace apenas un año.

Para aportar otros detalles, indicó que a las pocas semanas de la firma en Washington, se produjeron acercamientos que ahora avergüenzan a esas naciones, que tras haberle comunicado a sus ciudadanos las ventajas de la alianza, ahora están en una posición incómoda.

De otro lado, mientras el mundo ve los bombardeos de Israel en Gaza, la amenaza de desalojo a residentes palestinos de Jerusalén Este y el ataque de la Policía a la mezquita sagrada Al Aqua, los sauditas respiran aliviados de no haberse precipitado a regularizar relaciones diplomáticas y comerciales con Israel.

Breve radiografía de Hamas, el grupo islámico que planta cara a Israel

En el orden de caracterizar a un actor central en esta nueva escalada de conflictos entre Israel y Palestina, el comunicador aportó datos relativos a Hamás, organización militante, suní, islamista que cuenta con una fuerte presencia en la Franja de Gaza, al oeste de Israel.

A ese respecto, precisó que tiene dos alas: una de servicio social y otra militar. Durante la primera intifada (1987), añadió, estaba en su fase incipiente como facción separatista de los Hermanos Musulmanes egipcios, cuyo líder de entonces reveló que el objetivo de Hamas era «liberar Palestina» de la ocupación israelí, incluyendo Cisjordania y la Franja de Gaza.

Desde entonces, dijo para continuar el inventario de datos, Hamas ha modificado tácticamente su posición, aceptando incluso una tregua con Israel, si este accedía a ciertas condiciones. Hamas también funge como uno de los dos principales partidos políticos de los Territorios Ocupados.

Tampoco dejó de mencionar que a lo largo de los años, Hamas ha atacado con disparos y cohetes a Israel. Particularmente, desde 2008, Hamas e Israel han librado tres guerras transfronterizas y han protagonizado numerosas escaramuzas desde que el grupo tomó el control de Gaza en 2007, al tiempo que Israel lanza periódicamente operaciones militares letales para atacar a Hamas.

En referencia directa a lo declarado por la organización, mencionó que Hamas persigue crear Estado teocrático tomando como modelo el de Irán. Rechaza, asimismo, el proceso de paz israelo-palestino, al que tilda de «rendición al sionismo», una fuerza que cataloga como racista y supeditada al imperialismo occidental.

Sin embargo, acotó, algunos funcionarios de Hamas han hablado de aceptar un acuerdo de paz en «etapas», aunque no está claro el alcance de esta propuesta. De ahí que quienes les respaldan a nivel internacional, se han preguntado acerca de sus objetivos reales.

En otro orden, apuntó que su creciente fuerza revela el alejamiento de los palestinos del laicisimo en los últimos 20 años y el descubrimiento del Islam como signo de identidad nacional, puesto que incluso muchos profesionales de clase media apoyan a Hamas y engrosan las filas de su liderazgo político y el ala social dirige instituciones como jardines de infancia, escuelas y organizaciones benéficas.

En términos del respaldo del que goza Hamás en los Territorios Ocupados, Pérez Pirela precisó que generalmente se acepta que entre el 15% y el 20% de la población los apoya, especialmente en Gaza, donde las condiciones económicas son más deplorables. La Franja es su bastión y los 1,3 millones de palestinos que viven en el reducido territorio, siente respeto y hasta veneración por el movimiento.

Con respecto a la valoración de Hamas en la esfera internacional, destacó que Estados Unidos la designó como organización terrorista en 1997, por «haber recibido fondos, armas y entrenamiento de Irán y haber recabado fondos en los países del Golfo», aunque es vista por sus partidarios como una fuerza de combate legítima, que defiende a los palestinos de una ocupación militar brutal, destacándose que es la mayor organización islamista militante y el principal opositor dentro de Palestina a los Acuerdos de Oslo.

Este proceso de paz auspiciado por Estados Unidos, contemplaba la eliminación gradual y parcial de la ocupación, a cambio de garantías palestinas para proteger la seguridad israelí, una posición que es defendida hasta el presente por el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, resumió el experto.

Por otra parte, después de la muerte del líder de Al Fatah, Yasser Arafat, en 2004, el liderazgo de ese grupo fue asumido por Mahmud Abás, opositor vocal a los ataques contra Israel. En particular, Abás es de la opinión que los cohetes lanzados contra Israel causan poco daño y generan dura respuesta por parte del ejército israelí, cuyos efectos padece el pueblo palestino.

En contraste, Hamas se ha resistido a la firma de todo acuerdo de paz, a reconocer la existencia legítima de Israel y a renunciar a la lucha armada, aduciendo que no firmará ningún alto al fuego permanente mientras las tropas israelíes continúen ocupando territorio palestino y sean causantes de la muerte de miles de sus compatriotas.

Sin embargo, Pérez Pirela recordó que esta posición tiene algunos matices, porque aunque ofreció una tregua a cambio de la retirada completa de Israel de los Territorios Ocupados en 1967 (Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este), no ha renunciado a su demanda de que se debería permitir a los refugiados palestinos de 1948 regresar a sus territorios, medida que amenaza la existencia de Israel como Estado.

En otro orden, ante la comunidad internacional, el apoyo a Hamás está fragmentado, pues mientras que es reconocido como fuerza legítima por Irán, Siria, Catar y Turquía, es calificado como «organización terrorista» por Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, al tiempo que Nueva Zelanda, Reino Unido y Australia solo catalogan como organización terrorista al ala militar y descargan al ala social.

Internamente, la decisión de disparar cohetes contra Israel le ha permitido a Hamas presentarse como «un grupo creíble de resistencia», dispuesto a hacer «cualquier cosa» para defender a los palestinos que residen en Jerusalén y evitar que Israel concrete su supuesto plan de «judaizar» la ciudad y cambiar el estatus histórico de la mezquita de Al Aqsa, por lo que aparece ante los ojos de los palestinos como la única fracción que está dispuesta a defender de Israel el tercer sitio más sagrado del Islam.

Terminado el inventario, Pérez Pirela concluyó sus reflexiones, antes de dar paso al intercambio con los usuarios, subrayando que la cuestión que hoy se presenta «no es la de una guerra entre dos fuerzas», sino que es algo mucho más grave: «un Estado militarmente muy poderoso que ataca a un pueblo que solo tiene cohetes, piedras y su voz».

(LaIguana.TV)